Crítica de 'Estoy vivo' (Temporada 4): El cóctel de géneros sigue funcionando con un interesante giro final

'Estoy vivo' se ha convertido ya en una de las series emblema de Televisión Española. La ficción producida por The Mediapro Studio y The Good Mood estrena su cuarta temporada el miércoles 10 de marzo a las 22:10 horas, continuando la historia tras una infartante tercera temporada, que podría ser considerada como la mejor hasta la fecha por sus deslumbrantes giros y el riesgo a la hora de eliminar de un plumazo a tres actrices protagonistas en los primeros minutos del primer episodio.

Y aunque esta cuarta temporada no ha empezado tan fuerte, sí que asienta en el final de su primer episodio (el único visto para realizar esta crítica) un punto muy interesante para explorar en los siguientes capítulos. Pero vayamos paso por paso, y es que, sin duda, el éxito de 'Estoy vivo' radica en esa perfecta conjunción de géneros en donde tiene cabida lo policíaco, la ciencia ficción, el thriller y, por supuesto, el costumbrismo español liderado por Javier Gutiérrez y su facilidad para pasar del drama a la comedia en cuestión de segundos.

La cuarta temporada mantiene estos elementos y así lo demuestra desde sus inicios, solo que sumando mayor coralidad. El final de la tercera temporada podría haber sido el final de la serie, pues era de esperar que el colofón lo diera el reencuentro de Andrés Vargas y Laura. Sin embargo, tres temporadas sobre estas continuas idas y venidas han sido suficientes y la serie va a ganar gracias a la introducción del resto de familiares en las aventuras sobrenaturales de Márquez y El Enlace. Ya no son solo ellos, ni ellos dos junto a Sebas, en esta cuarta temporada vamos a ver a toda la familia unida, como nos han demostrado en los casi 40 capítulos que llevan a sus espaldas, convirtiéndose en "Los Vengadores de Vallecas". Se acabó actuar en secreto.

Ampliando el universo paranormal

El detonante de la temporada 4 de 'Estoy vivo' es un apagón en todo el mundo que corta las comunicaciones con la Pasarela. El Enlace se ha quedado en tierra, mientras que Susana y su hija están arriba, de modo que no hay forma de acceder de nuevo ni de recibir noticias de la Directora. Para tratar de solventarlo, Carlota regresa a Madrid para ayudar a Iago, una gran elección dado el buen tándem que forman Laia Manzanares y Alejo Sauras. En este primer episodio se desconocen las graves consecuencias que va a tener ese apagón, pero sí que se descubre la que parece ser su primera consecuencia: un autobús en el que todos sus pasajeros han desaparecido en una carretera que debería estar a rebosar de vehículos a esa hora.

El corte de comunicaciones de la Pasarela es una buena excusa para dejar en stand by al personaje de Anna Castillo, quien no se encuentra en la serie en esta temporada. Sin embargo, es una pena que Susana no trabaje junto a su familia y, especialmente, con Márquez ahora que ha descubierto que es su padre. Sin embargo, a raíz de esto, el equipo capitaneado por Daniel Écija nos ofrece el gran giro del final del episodio y que engrosa el universo de lo paranormal ofrecido por la ficción. Lo que se viene en los próximos episodios va a suponer varias tramas interesantes hasta dar con el origen en algo que podría cambiar el núcleo de la serie y que ya nos advirtieron en la tercera tanda.

El costumbrismo español, uno de sus grandes alicientes

Como ha quedado expresado, las tramas sobrenaturales y de thriller siguen muy presentes en esta cuarta temporada, y es que 'Estoy vivo' no ha perdido ni un ápice con su regreso en lo que respecta a los giros de guion que ya se han convertido en un sello de la casa. Tampoco ha dejado de lado el costumbrismo español y esas escenas de cotidianidad tan propias, como la pachanga de fútbol que juega el equipo de la comisaría sumado al guiño a Luis Aragonés. Precisamente aquí nos encontramos con uno de sus puntos fuertes: mostrar el día a día de una familia normal cuya única "peculiaridad" es que salva al mundo.

Y siguiendo con este hilo, se adentran en Torrespaña, propiciándonos una de las secuencias más costumbristas y ligadas a su característico humor. Es más, como el propio Javier Gutiérrez ha dicho en varias ocasiones, 'Estoy vivo' se acerca al cómic, y en momentos como este guarda ciertas reminiscencias a las tiras escritas por Ibáñez: personajes muy alejados de los superhéroes de Marvel, pero con realismo y mucha comedia.

'Estoy vivo' nos brinda con el inicio de su cuarta temporada un cóctel ya conocido, pero que funciona. Sigue arriesgando por narrar situaciones increíbles y giros de guion, pero es que la ficción se nutre de ello, pues está abierta a cualquier cambio dado que toda explicación tiene cabida. Ya nos han mostrado en estos años lo que son capaces de hacer, ahora solo queda esperar a descubrir qué nos tienen preparado. Pero visto lo visto, pinta muy bien.