El crimen organizado siempre ha sido atractivo para la ficción. El mundo de los gángsters y la mafia ha dado pie a algunos de los mayores éxitos audiovisuales de todos los tiempos. No en vano, muchos consideran que "El Padrino" en el cine y 'Los Soprano' en la televisión son los mejores exponentes de sus medios. En lo referente a series, el cupo de criminales británicos parecía ocupado por 'Peaky Blinders', pero el estreno de 'Gangs of London' el 15 de noviembre en Starzplay podría disputarle la primacía televisiva irrumpiendo con su violencia en la misma capital de la Gran Bretaña.
El funeral de Finn Wallace, capo de Londres, en 'Gang of London'
Para adentrarnos en su intrincado universo criminal, la serie empieza por un acontecimiento que lo conmociona: el asesinato de su líder, Finn Wallace (Colm Meaney). Tras este traumático suceso envuelto en misterio, el hijo y heredero del imperio, Sean (Joe Cole), está decidido a perseguir a los culpables aunque para ello deba arder la ciudad, mientras que su ayudante y mano derecha del fallecido, Ed (Lucian Msamati), quiere continuar con los negocios para que todo lo que Finn construyó no se venga abajo. En medio de esta tensión aparece Elliot (Sope Dirisu), un misterioso matón de los Wallace que aporta a Sean las respuestas que necesita.
El puñetazo elevado a lo sublime
Tras estas primeras líneas bien definidas, las relaciones entre los personajes se van complicando y el entramado mafioso de Londres se revela al espectador en toda su complejidad. Pese a todo, la amplitud de las tramas en todo momento son más que digeribles gracias a la cuidada labor de dirección. Aunque el creador de la serie, Gareth Evans, apenas se hace cargo de un episodio en su totalidad, su estilo es visible en toda la serie, aportando en todo momento planos originales y juegos simbólicos con la cámara que resultan refrescantes y le dan a la serie un tono propio y espectacular.
Uno de los enfrentamientos más salvajes de 'Gangs of London'
Por supuesto, en este apartado hay que destacar las escenas de acción, que, en sintonía con otros trabajos de Evans, no temen adentrarse en la violencia más desatada y brutal. Una exhibición sangrienta que, de por sí, no sería un aliciente tan marcado para la serie, pero que se pone en escena con una creatividad y una elegancia que la encumbran. Las maquiavélicas torturas y asesinatos premeditados tienen una artística imaginación volcada en ellas, mientras que los frenéticos y duros enfrentamientos entre gángsters cuentan con una escenificación y unas coreografías que los convierten en hipnóticos. Eso sí, hacen que la serie no sea apta para corazones sensibles.
Una serie de tipos duros
Entre el desfile de cadáveres que estos estallidos violentos van dejando tras de sí, se conforma un elenco de personajes complejo y lleno de matices que se van revelando conforme avanza la serie. Así le sucede a Sean, que no es tan simple como parece en los primeros compases de la ficción, al igual que Ed, que entre sus secretos y el buen hacer de Lucian Msamati se convierte en uno de los grandes protagonistas de la serie. En torno a ellos y a Elliot, el personaje hecho para generar más empatía en el espectador, se encuentran sus familias y las diferentes bandas criminales, las cuales, lejos de ser estereotipos de Europa del Este u Oriente Medio, tienen su propio peso y desarrollo.
Joe Cole y Michelle Fairley son madre e hijo en 'Gangs of London'
Es una lástima que no se haya puesto el mismo empeño por reflejar diversidad a la hora de diseñar a los personajes femeninos. En medio de la testosterona demostrada en los conflictos violentos que articulan la serie, las mujeres de este mundo mafioso parecen relegadas a un segundo puesto y a posiciones subordinadas a los masculinos. Es algo decepcionante el papel que desempeña Michelle Fairley como Marian Wallace, que parece calcado del que tuvo en 'Juego de Tronos', simplemente llevado a otro contexto. Por el contrario, la líder kurda Lale, interpretada por Narges Rashidi, es la esperanza de que haya un personaje complejo y original entre las féminas principales de la serie.
Sorpresas en cada oscuro callejón
Paapa Essiedu y Pippa Bennett-Warner son los hermanos Alex y Shannon en 'Gangs of London'
Eso sí, no hay que descartar que en su desarrollo posterior estos u otros personajes que parezcan secundarios obtengan el tratamiento que merecen, puesto que sólo hemos tenido acceso a los cuatro primeros episodios de los nueve que conforman la primera temporada. Y es que es una constante en 'Gangs of London' que los personajes o las tramas más mínimas acaben recibiendo el foco de manera inesperada, revelando un trasfondo desconocido. Cada una de las piezas de este inmenso rompecabezas parece tener su propia vida y su función dentro de la trama principal.
Esta atención volcada en todas las partes de la vasta red criminal londinense se combina con unos giros argumentales sorprendentes y un manejo de la tensión impecable que hacen del guión de esta serie una atrapante maraña de traiciones, secretos y ambición. Por mucho que esté estructurado sobre pilares de irracional violencia, la trama está pensada al milímetro para captar al espectador y sacar todo el potencial dramático a su material.
No es que el trasfondo de la historia sea algo innovador, puesto que abunda en tópicos del género de gángsters como las luchas por el poder, el valor de la familia, el límite entre la justicia y el delito o la confrontación entre lo personal y el deber. No obstante, se presenta en un contexto inusual y atractivo y, partiendo de esos mimbres, sí toma algunas decisiones arriesgadas que devienen en situaciones inesperadas.
Mucho Londres por descubrir
Sope Dirisu se sumerge en los bajos fondos londinenses como Elliott en 'Gangs of London'
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Con eso, sumado al uso tan original de la violencia y a la complejidad de sus personajes, le sobra a 'Gangs of London' para hacerse con un hueco entre las ficciones más relevantes de la temporada. Y, dado el amplio universo que presenta en lo que apenas es su inicio, también podría ser una de las que más futuro tenga. De momento, tras su inconmensurable éxito en su país de origen, Sky Atlantic ya ha dado luz verde a una segunda temporada que tiene todo el potencial de superar la más que notable calidad de ésta.