Serie relacionada
Popularidad: #237 de 3.495
- 87
- 115
Nick y Charlie ya se han convertido en parte de la vida de muchos lectores de las novelas gráficas, pero también de muchos espectadores que han disfrutado la tierna historia de amor de la icónica pareja en Netflix. Poco más de un año después del lanzamiento de la segunda tanda, 'Heartstopper' llega con su tercera temporada en la que muestra un salto de madurez a través de la importancia de la salud mental.
El final de la segunda temporada fue un auténtico disparo al corazón, con Charlie (Joe Locke) abriéndose en canal a Nick (Kit Connor) para explicarle cómo el TCA le afecta hasta el punto de autolesionarse. Esto ya nos dejaba entrever que la tercera parte iba a ser mucho más cruda; y así ocurre. La oscuridad que rodea a Charlie no disminuye, sino que va en aumento y termina por escapar de la ayuda que Nick o Tori (Jenny Walser) le pueden ofrecer. Aquí radica la primera lección de la temporada: el amor no lo cura todo y cuando se trata de salud mental, es necesario contar con especialistas.Joe Locke y Kit Connor en la tercera temporada de 'Heartstopper'
Sin embargo, 'Heartstopper' no se regodea en esa oscuridad, pues siempre deja abierta una rendija de esperanza. Por muy mal que esté Charlie, ahí está su círculo cercano para sostenerlo y tejer una red de apoyo que lo anime a seguir adelante y hacer frente a la anorexia. Sin embargo, es interesante el doble foco con el que juega 'Heartstopper', ya que no muestra únicamente el proceso de superación de Charlie, que es la trama principal de la temporada que articula sus ocho episodios, sino que, además, nos pone en el lugar de Nick. Gracias a su visión vemos cómo las enfermedades mentales también tocan de cerca a los seres queridos de quienes las sufren y estos tienen que experimentar un importante proceso de entendimiento que, en ocasiones, escapa a su control.
Crecen las historias del squad de París
Hace unos meses, Alice Oseman, escritora de la saga y creadora de la serie, ya avisó de que la tercera temporada iba a incluir cambios respecto a los libros. Sin embargo, no hay que alarmarse, ya que estas modificaciones corresponden principalmente a los personajes secundarios. La adaptación a la pantalla ha permitido hablar más de la pandilla que rodea a los protagonistas y, como es lógico, su recorrido se ha ido ampliando con cada temporada, por lo que en esta su presencia es mayor.
El círculo de amistad de Nick y Charlie es la herramienta ideal para no solo tocar las letras G y B del colectivo, sino para convertir 'Heartstopper' en un escaparate de diversidad y un safe place para todes aquelles que se sientan representades. Empezando por Elle (Yasmin Finney), con quien ya habíamos navegado sobre la realidad de la juventud trans, su trama pasará por aspectos como superar la disforia en un momento tan íntimo como el sexo o un golpe de realidad sobre el cuestionamiento a las personas trans. Además, también se habla del ansia social por crear representantes del colectivo en jóvenes que todavía se están descubriendo y que no tienen un discurso formado, algo que, curiosamente, vivió Kit Connor de primera mano.
El squad de París en la tercera temporada de 'Heartstopper'
Sin embargo, la mayor novedad la ofrece Darcy (Kizzy Edgell), con quien aprendemos que estamos en constante conocimiento de uno mismo, pues las identidades y orientaciones responden a una evolución personal que puede darse a lo largo de la vida. En este sentido, 'Heartstopper' construye su relato desde la confianza y la seguridad, permitiendo a sus personajes explorarse y lanzando el mensaje de que todas esas personas que están viendo la serie y se pueden sentir identificadas con las tramas no están solas ni son raras por, tengan la edad que tengan, seguir descubriéndose.
Pese a que este mensaje de diversidad es uno de los pilares de 'Heartstopper' y que ayudan a convertir la serie en mucho más que un relato de una pareja de chicos, hay tantos temas que se quieren tocar que no hay tiempo suficiente para abarcarlos. Todo queda en un pequeño atisbo a sus vidas y se echa en falta más tiempo para conocer sus realidades, especialmente en el caso de Darcy.
La ausencia de Olivia Colman
Como decía, esta tercera temporada se desliga en algunos aspectos de los libros y ayuda a aumentar la presencia de algunos personajes. Este caso es el de Tori, cuyas apariciones previas habían sido anecdóticas y en esta tanda conseguimos ver esa preocupación por su hermano a raíz de su anorexia. La relación que se forja entre ellos es muy especial, sobre todo viendo la personalidad de Tori y cómo ella se enfrenta a sus propias relaciones.
Y mientras que unos personajes cogen fuerza, otros desaparecen. Los fans de las novelas nos echamos las manos a la cabeza cuando Olivia Colman anunció que no iba a estar presente en esta temporada, y es que la madre de Nick protagoniza una de las escenas favoritas de los lectores y que, por tanto, más ganas había de ver representada en pantalla. En lugar de sustituir a la actriz, algo que estaba descartado desde el principio, los responsables de la serie han optado por dar más relevancia a la tía Diane, un personaje que aparece de fondo en los libros y que aquí se convierte en un gran apoyo para Nick.
Imagen de la tercera temporada de 'Heartstopper'
Hayley Atwell realiza un gran trabajo, y eso que no lo tenía nada fácil porque la sombra de Coleman es muy alargada. Desde guion se ha construido el personaje de Diane de tal forma que pueda generarse esa confianza entre Nick y su tía para que la escena más esperada mantenga la emoción que requiere. Sin embargo, hayas leído o no los cómics, se sigue echando en falta la presencia de la madre de Nick.
Primeras experiencias sexuales
Además de la salud mental, el otro tema del que se habla en la tercera temporada de 'Heartstopper' es el sexo. Este ya se había apuntado en el viaje a París de la segunda parte, pero aquí desde el principio va cogiendo forma. La anorexia de Charlie ocupa la mayor parte del metraje, pero han sabido cómo introducir las relaciones sexuales y la presión por la primera vez desde los primeros episodios. De este modo, el tema del sexo no queda como un bloque que se experimenta hacia el final, sino que se van dejando pequeños retazos que se acumulan y terminan por culminar de una forma orgánica.
Cuestiones tan arcaicas como la pérdida de la virginidad o considerar sexo únicamente a la penetración entran en debate en esta temporada de 'Heartstopper'. Una vez más, la serie se convierte en un referente para todos esos jóvenes que están relacionándose por primera vez y sufren los miedos y preguntas de la inexperiencia. Obviamente no es 'Sex Education', ni lo pretende, pero sí que consigue echar por tierra varios de los falsos mitos construidos en nuestra sociedad.
Las grandes herramientas de 'Heartstopper'
Desde su lanzamiento en 2022, 'Heartstopper' ha evolucionado y ya no es la misma serie que era en su primera temporada. Ese amor inocente de la primera vez ha dado paso a una relación más consolidada donde han entrado en juego factores muy complicados y que, en ocasiones, son demasiado duros para un adolescente de 17 años. Sin embargo, 'Heartstopper' lanza un mensaje de esperanza para hacer ver que, pese a los momentos más duros en los que parece que no hay solución, se puede salir del pozo. Eso sí, dejando claro que es necesario contar con ayuda de profesionales y con una red de apoyo que te sostenga. El camino no es sencillo, pero no imposible.
La serie ha evolucionado mucho y es de agradecer porque ha conseguido mostrar mucha madurez en estos años y profundizar en la definición del amor al pasar por diferentes etapas. Nick y Charlie han crecido a lo largo de los episodios y han mostrado la complejidad de estos personajes, pero con la misma luz e inocencia del primer capítulo. 'Heartstopper' sabe hablar a los espectadores desde la empatía y la comprensión, y esas son sus grandes armas para demostrar el referente en el que se ha convertido.