Nadie tiene duda de que la serie del verano de 2018 fue 'La casa de las flores'. Todo el mundo hablaba de ella, la gente dejó de usar la palabra floristería para empezar a decir florería y no había ni un solo espectador que no hubiese hablado imitando el acento de Paulina de la Mora (Cecilia Suárez). Fue un fenómeno indiscutible. Sin embargo, Netflix se hizo de rogar a la hora de confirmar su renovación pero la espera valió la pena, ya que se confirmó al mismo tiempo la segunda y tercera temporada.
Paulina de la Mora (Cecilia Suárez), en 'La casa de las flores'
Más de un año después de su lanzamiento, la gran plataforma de streaming estrena la segunda temporada el 18 de octubre y lo hace dispuesta a seguir viciando a los espectadores con todas las aventuras telenovelescas de la familia De la Mora. Porque si algo ha conseguido Manolo Caro con esta ficción es enganchar a una tremenda cantidad de público que no suele ver culebrones, dándole todos los ingredientes del género, pero en un envase que nadie puede rechazar.
De luto y con sed de venganza
La campaña de promoción de esta segunda tanda de capítulos ha sorprendido a todos sus seguidores mostrado dos de los puntos más importantes de lo que está por llegar: Virginia de la Mora (Verónica Castro), la matriarca de la familia, ha fallecido y Paulina busca vengarse de Diego (Juan Pablo Medina), que les estafó en episodios anteriores. No, no son spoilers, ya que la serie lo ha mostrado en sus promos y la temporada arranca dándose por conocida esta información.
Esta sed de venganza por recuperar lo que es suyo, pero sobre todo su florería y su cabaret, será lo que una a la familia De la Mora mientras pasa su tiempo de luto por la pérdida de Virginia. El trío de hermanos estará capitaneado por Paulina, que parece ser quien más tiempo libre tiene, pues dos sucesos muy importantes van a ocurrirles a Elena (Aislinn Derbez) y a Julián (Darío Yazbek Bernal). Ambos estarán más centrados en sus nuevos problemas y dejarán a un segundo plano este fundamental asunto familiar.
Julián, Elena y Paulina, en 'La casa de las flores'
Sin Virginia de la Mora, los tres hermanos cogen prácticamente todo el protagonismo de la serie y a quien mejor le viene es a Elena, que llega con una nueva trama profesional que le eleva su peso en la serie. Quizás la peculiar manera de vivir de Paulina y la vida amorosa y sexual de Julián hacían que Elena quedara eclipsada y en un papel más secundario, algo que, desde luego, no va a seguir ocurriendo en la segunda.
Un regalo para el público español
Tras el éxito de la primera temporada de la serie mexicana en España, el creador quería mostrar su agradecimiento a este país y trasladar partes de sus tramas a Madrid, contando, además, con actores de aquí. No quedaría nada forzado, pues María José, el personaje de Paco León, es española y la primera tanda de capítulos finalizó con ella despidiéndose de México y volviendo a su tierra.
Purificación (María León), en 'La casa de las flores'
El regalo que Caro hace al público español va a gustar a los espectadores. ¿Para qué engañarnos? Nos encanta que en una serie latinoamericana podamos ver las calles de un barrio que podría ser Chueca o Lavapiés, así como vistas del viaducto de Segovia. Además, los tres principales nuevos fichajes resultan bastante interesantes, sobre todo el de María León, hermana de María José, dispuesta a hacerle la vida imposible a Paulina. Pero también veremos a dos Eduardos que están impecables: Casanova, como vecino de los hermanos; y Rosa, que parece tener un vínculo muy especial con un importante personaje.
El estilo inconfundible de Manolo Caro
Si algo nos impresionó (y fascinó) de la primera temporada de 'La casa de las flores' era que tenía momentos que eran pura fantasía, como cuando Julián sale del armario cantando "A quién le importa", o las frases de Paulina invadidas de dolor y humor al mismo tiempo olvidando cancelar el mariachi o pidiendo saludos para el Cacas. La estética, con esos colores brillantes y con purpurina; la música, que juega un papel fundamental en muchas secuencias; y las tramas, repletas de sexo, infidelidades, venganza, muertes y muchos secretos siguen en estando en la segunda temporada.
Imagen promocional de la segunda temporada de 'La casa de las flores'
En definitiva, se nota que han dejado que Manolo Caro siga ideando este universo maravilloso, dándole total libertad, dejando que siga poniendo todo su estilo, su arte y su peculiar manera de ver las cosas en esta serie. Solo de esta manera, consigue mostrar en pantalla un jardín en el que te quedarías a vivir (como espectador) repleto de flores regadas con una buena dosis de mamarracheo.
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Y este jardín de flores seguirá estando. Como ya hemos comentado, la segunda temporada de 'La casa de las flores' no será la última en la que sigamos las aventuras de esta familia con dos importantes negocios. Sin embargo, es más que posible que con la tercera se ponga punto final a la ficción. O, al menos, ese era el deseo de Manolo Caro. Nada confirmado, pero con una temporada 3 ya grabada (todavía sin fecha de estreno pero presumiblemente sea en 2020), y con muchas posibilidades de que sea el desenlace definitivo, solo nos queda seguir enganchados a esta serie que continúa floreciendo y todavía está lejos de marchitar.