La ficción coreana vivió un auténtica explosión a nivel mundial, consiguiendo que los usuarios globales de Netflix se asomasen a diferentes productos. Es un hecho que 'El juego del calamar' traspasó fronteras, mientras que una serie española seguía creando expectación con sus últimas tandas de capítulos. Este contexto nos trajo un cóctel que apuntaba a ser perfecto: el gigante del entretenimiento se aventuró a poner en marcha la producción de 'La Casa de Papel: Corea'.
En este sentido, la adaptación de la producción de Vancouver Media se enfrentaba a un mayúsculo reto: ejecutar una obra que pudiese estar a la altura de la versión original. Para conseguirlo, el equipo apuntó directamente hacia un horizonte de lo más utópico, poniendo fin a un conflicto político cuyo origen es cada vez más lejano. Las dos Coreas volvían a unirse, en términos económicos al menos, para funcionar como una única potencia.
Al mismo tiempo, el giro argumental de ese contexto idílico llegaba con la apertura hacia un "capitalismo voraz". Curiosamente, 'La Casa de Papel: Corea' bebe directamente de la crítica que los atracadores de la ficción que nació en Atresmedia llevaban por bandera. Los integrantes asiáticos dispuestos a dar el golpe tienen algo claro: este modelo económico no ha hecho otra cosa que acrecentar una brecha social que no debería existir.
En algunas ocasiones, es posible que un efecto recuerdo nos haga pensar que ya hemos visto lo que está ocurriendo. No obstante, el equipo creativo ha sabido guardarse algún as en la manga para intentar sorprender a los más fieles de la ficción. Es cierto que estas pequeñas novedades te hacen volver a interesante y centrarte en el argumento, aunque sea para estar pendiente de cómo afectan esas diferencias al desarrollo de la historia principal.
Una buena adaptación es fiel a su origen, pero debe arriesgar
Los nuevos espectadores que atrape 'La Casa de Papel: Corea' podrán disfrutar de ese ritmo pausado en ocasiones que se convierte en adrenalina pura cuando el asunto lo requiere. Sin embargo, la sensación de haber visto antes lo que está ocurriendo en pantalla vuelve a ser demasiado recurrente con cada episodio.
'La Casa de Papel: Corea'
A pesar del golpe épico que pretenden dar, muchos dirán que "no es nada nuevo". Si somos fieles a la más pura objetividad, lo cierto es que la adaptación está rodada de manera impecable y cuidando los detalles al milímetro. También merece la pena pararse a apreciar las buenas labores de su elenco de actores y actrices, quienes dan la talla con creces.
De hecho, la quinta parte de la versión original narraba las aventuras de la banda de El Profesor en cincuenta y cuatro minutos de media. Una vez acostumbrados a este modelo de producción, algunos capítulos pueden resultar "demasiado largos", teniendo en cuenta que los seis primeros episodios cuentan un promedio de casi setenta minutos cada uno.
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Mucho camino por recorrer
Ante la pregunta: ¿Merece la pena ver 'La Casa de Papel: Corea'? La respuesta es un sí, pero sin elevar demasiado las expectativas. La ficción ha elegido un camino seguro para iniciar su andadura, aunque quizás quedándose demasiado corta y sin explotar grandes filones que podrían haber dejado boquiabiertos a los espectadores. Eso sí, una vez puesta la primera piedra, queda un largo recorrido para conseguir un nuevo hito en lo que se refiere a la ficción del país asiático.