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Parte 4 de 'La Casa de Papel' 12 fotos
'La Casa de Papel' ya no necesita presentación previa. Ni "La Macarena" ni el futbol, España es conocida mundialmente por este auténtico fenómeno internacional con denominación de origen. La serie, creada por Álex Pina y producida por Vancouver Media, se ha convertido en la ficción de habla no inglesa más vista de la plataforma Netflix y ha ganado un Emmy Internacional a Mejor Drama. Una historia totalmente cerrada que ha acabado reabriéndose tras cosechar este enorme éxito. Sin duda, un reto de proporciones épicas que podría hacer peligrar los logros alcanzados con su primera etapa.
El Profesor (Álvaro Morte) en la cuarta parte de 'La Casa de Papel'
Un excesivo pacto con el espectador
La cuarta parte intenta mantener las características señas de identidad que nos atraparon en su primera etapa pero empiezan a ser evidentes sus síntomas de desgaste. Aunque sigue cargada de efectismo y acción con giros inesperados, hay que pagar un peaje por reabrir una historia inicialmente autoconclusiva. Para empezar, las situaciones se tornan menos orgánicas y más inverosímiles. 'La Casa de Papel' nunca ha intentado abrazar al realismo, rindiéndose al puro espectáculo con ciertas concesiones pactadas con el espectador. Pero cada vez va exigiendo más y más, obligando a la audiencia a esforzarse en aceptar ciertas licencias que juegan al límite con la verosimilitud. Tal vez ha llegado el momento de dar el paso que dio la saga "The Fast and the Furious" y lanzarse directamente al barro con una historia casi fantástica. Solo espero que no acabe siendo una parodia de sí misma como 'Prison Break'.
No es la primera vez que les perdonamos ciertas licencias en favor del entretenimiento en estado puro. Pero, ¿y si tampoco se está logrando entretener al espectador? La decisión de partir el nuevo atraco en dos partes, 3 y 4, no ha favorecido que el arranque de esta última sea igual de potente que su predecesora. Una cuarta parte que parece estar estancada con una trama que no termina de avanzar, generando la sensación de estar viendo capítulos de relleno que guardan toda la pirotecnia para el final.
Berlín (Pedro Alonso) y Palermo (Rodrigo de la Serna) en la cuarta parte de 'La Casa de Papel'
Algo parecido ocurre con la narración desestructurada que plantea la serie, con ese puzzle de cinco capas de tiempo que se suceden en un flujo continuo. A pesar de resultar interesante en el arranque de la tercera parte, aunque solo fuese para poder recuperar al icónico Berlín (Pedro Alonso), la propuesta comienza a hacer aguas. Lo que inicialmente parecía llevarnos a algún sitio, se está convirtiendo en un elemento casi de relleno para ganar minutos de metraje. Por el momento, se desconoce si los flashbacks acabarán conectando de algún modo con la historia del presente o si simplemente sirven para explicar ciertas decisiones con cameos fanservice. Aunque todo apunta a la segunda opción.
Atracón sentimentaloide
Los primeros cinco capítulos nos ofrecen un atracón sentimental que casi nos hace olvidar que estamos en pleno atraco a un banco. La temporada apuesta por el culebrón de las relaciones amorosas y personales de los atracadores en detrimento de la acción, haciendo que Palermo (Rodrigo de la Serna) brille especialmente con sus luces y sombras dentro del conjunto. Si en 'Élite' el misterio simplemente es un vertebrador de la temporada y lo interesante son los salseos y el mamarrachismo, a 'La Casa de Papel' le pido justo lo contrario. No me creo las matrimoniadas dentro del caos del atraco. ¿Nadie se acuerda ya de su cometido dentro del Banco de España?
Lisboa (Itziar Ituño) y Alicia Sierra (Najwa Nimri) en la cuarta parte de 'La Casa de Papel'
Por su parte, el bando de personajes de la policía desprende cierto resgustillo estereotipado que bien podría formar parte del cine de los noventa, con unos trazos demasiado simples que pueden llegar a rozar lo absurdo. Se notan las costuras de una trama que está destinada al lucimiento de unos atracadores en contra de unos policías, los malos de la película, que les ponen retos demasiado fáciles. Pero no serán los únicos villanos para las atracadores, un enemigo dentro del banco nos hará viajar a "Jungla de Cristal" con un personaje que podría ser la versión opuesta de John McClane. Eso sí, mención especial para la genial Najwa Nimri y su personaje inspectora Alicia Sierra, que es capaz de robar cualquier escena incluso al mismísimo Profesor.
¿Un final de infarto?
Si eres un incondicional de 'La Casa de Papel', lo más probable es que sigas disfrutando de las aventuras de El Profesor y su banda de atracadores. La serie continúa manteniendo una factura impecable con un presupuesto digno de una superproducción estadounidense. No es que sea una caída en picado, simplemente la reapertura de su historia comienza a pasar factura con cierta sensación de repetición y estancamiento.
Aunque no me cabe duda de que en los tres últimos capítulos, a los que no hemos tenido acceso, nos volverán a atrapar con un chute de adrenalina, acción y giros que nos dejarán sin habla y con ganas de más. Entonces, llegará el momento de realizar un reflexión personal, ¿compensa una temporada en la que hay que esperar hasta el final para disfrutar de la trama? Evidentemente, la respuesta de cada espectador será diferente. Por el momento, tendremos que esperar hasta el 3 de abril para disfrutar de la parte 4 de 'La Casa de Papel' en Netflix.