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'La maldición de Hill House' se convirtió en una auténtica grata sorpresa para Netflix. La ficción fue una de las más comentadas por el público, quienes se quedaron prendados por los misteriosos fantasmas que rodeaban a la familia de los Craine y que se negaban a abandonar aquel viejo caserón. Por esto, no es de extrañar que Mike Flanagan y su equipo se pusieran manos a la obra con una segunda temporada independiente a la anterior y que inicia una serie antológica que bien podría continuar en el tiempo.
Victoria Pedretti es Dani en 'La maldición de Bly Manor'
Sin embargo, los tres grandes protagonistas de 'Bly Manor' son Victoria Pedretti y los jóvenes Amelie Bea Smith y Benjamin Evan Ainsworth. Dani es una joven estadounidense que, tras un suceso de su pasado que la marcó para siempre, se marcha a Londres en busca de una vida. Allí es donde Henry (Henry Thomas) la contrata para cuidar a sus dos sobrinos. Pero lo que parece el trabajo ideal para esta profesora en un entorno idílico acabará empañado por la desgracia que rodea la mansión.
Problemas con la narración según avanza
En los primeros episodios de 'La maldición de Bly Manor' asistimos a un modo de contar la serie diferente a la vista en la anterior temporada. Sin embargo, esto cambiará por completo una vez avance. Uno de los principales problemas de 'Hill House' fue que media serie versaba sobre los hechos previos al detonante, teniendo cada episodio a un protagonista diferente. ¿El problema? Que dificultaba la identificación, ya que no había uno o varios protagonistas claros, pues el peso se lo iban cediendo de uno a otro. Esto no ocurre en la que es objeto de esta crítica, pues Dani toma las riendas de la serie y mientras ella está en pantalla todo funciona.
T'Nia Miller y Amelia Eve, dos nuevas incorporaciones de 'La maldición de Bly Manor'
El problema llega cuando, hacia mitad de la temporada, comienzan a tener mayor peso personajes que apenas han sido vistos en el resto del metraje. Mike Flanagan vuelve a su dinámica de crear episodios protagonizados por un único personaje, paralizando el presente e indagando en el pasado. Pese a que la manera de narrarlo es interesante, con varios saltos temporales muy bien entretejidos, 50 minutos dedicados en exclusiva a un personaje acaban resultando pesados. El mundo protagonizado por Pedretti se pierde hacia mitad de la temporada y no vuelve a coger fuerza hasta el final y es una pena, puesto que la serie comienza con gran intensidad y asentando unas bases muy interesantes.
Un trío protagonista de lujo
No cabe duda de que una de las mejores decisiones tomadas por el equipo de 'La maldición de Bly Manor' fue darle a Victoria Pedretti el protagonismo de la historia. La actriz consigue interpretar a una niñera que rebosa química con sus pupilos y el espectador dejará de echarla de menos después de que en 'Hill House' ocupara una posición secundaria. Son especialmente acertadas las escenas de terror en las que ella está involucrada, sobre todo cuando los pequeños Miles y Flora están implicados.
Amelie Bea Smith es Flora en 'La maldición de Bly Manor'
Los tres forman un trío de lujo que no hace más que alimentar el misterio entre sí. Sobresalen los personajes de los pequeños, muy bien escritos y desarrollados hasta el punto de que resultan perturbadores para el espectador. Y es que el terror en 'Bly Manor' es tan sutil como en 'Hill House'. No es una serie con la que no puedas dormir por la noche, pero sí que teje una atmósfera de misterio e intriga con dosis victorianas que nos dejan algún que otro susto. Esto se debe a ser la adaptación de "Otra vuelta de tuerca", de Henry James, escrita en 1898, y que está presente en la serie, asimilándose muy bien con la ambientación de los años 80 que propone Flanagan. Además, contiene varios elementos propios de finales del siglo XIX, como es la división de clases, la culpa por las relaciones sexuales y, en especial, la represión sexual. Este último componente es muy sutil, pero significativo, en los primeros minutos de la serie.
'La maldición de Bly Manor' es una buena propuesta de terror sutil, llevada con acierto por Victoria Pedretti y con unos prometedores Amelie Bea Smith y Benjamin Evan Ainsworth convirtiéndose en las grandes estrellas de los episodios. Las interacciones entre ellos son magníficas, por eso mismo es una pena cuando la serie los deja de lado para centrarse en personajes del pasado. Comienza con fuerza, con interés y una ambientación muy cuidada, pero según avanzan los capítulos se va perdiendo en su propia espiral narrativa, provocando cierto sopor en algunas ocasiones. Y es que justo lo que le falta a 'Bly Manor' es otra vuelta de tuerca.