Crítica de 'La maldición de Hill House': Una bien tejida atmósfera terrorífica en un confuso juego temporal

Llega el terror a Netflix y lo hace de la mano de 'La maldición de Hill House'. La serie, que nace como adaptación de la novela homónima de Shirley Jackson publicada en 1959, cuenta la historia de una familia que en el pasado sufrió varios episodios paranormales al vivir en esa casa encantada. Sin embargo, su presente no se atisba más favorable, y es que un extraño y trágico suceso les hará revivir todo aquello que les gustaría haber olvidado.

'La maldición de Hill House' cuenta con un planteamiento interesante en un comienzo, y es que sus primeros minutos ya te introducen en la atmósfera terrorífica que quieren darle a toda la serie a través de un flashblack. Sin embargo, este recurso es parte característica del formato de la ficción. La narración se cuenta a dos bandas, teniendo, por un lado, las vivencias de la familia Crain en el pasado y, por otro, el discurrir del presente de estos personajes.

Ritmo lento y falta de identificación

Sin embargo, esta doble narración puede jugar en su contra. Aunque sí que ayuda a conocer detalles del germen del problema, así como dar las principales pinceladas de terror, no favorece la identificación con los personajes. Se queda a medias tintas en este asunto, puesto que salta continuamente de un tiempo a otro, pero, al dedicarle cerca de medio capítulo al presente, los hechos transcurren con mucha lentitud y la serie aqueja una clara falta de ritmo.

El detonante de la trama se exprime durante varios episodios, lo cual se relaciona con la lentitud mencionada con anterioridad, casi como si el espectador viviera el duelo que sufren sus protagonistas. Probablemente se podría haber jugado de otra manera y llevar a los personajes a un límite que facilitara historias y giros relacionados con la casa, es decir, ponerlos en esa tesitura para llevar el terror al espectador también en esa narración desde un principio. Además, así se daría completo protagonismo a la casa, que, en término final, funciona como un personaje más.

Consigue llevar el terror a buen puerto

'La maldición de Hill House' puede tener algún aspecto negativo, pero lo que no se le puede reprochar es el buen uso que hace del terror. Si estás buscando una serie con la que sufrir, esta es la tuya. Netflix ha conseguido llevar a cabo una adaptación en la que los ingredientes que forman el terror están introducidos en su justa proporción, surgiendo en los momentos necesarios y sin llegar a acaparar toda la serie. Precisamente este es uno de los puntos a favor, pues logra incrementar los momentos de tensión.

Desde apariciones fantasmales hasta monstruos, la mansión de Hill House da para varios seres sobrenaturales que conviven ahí. Eso sí, no es un terror del susto por el susto, sino que su virtud radica en que sabe construir la atmósfera, tejiendo poco a poco una red en la que el espectador cae sin darse cuenta y en donde se descubre aguantando la respiración. La ficción de Mike Flanagan lograr ambientarlas a la perfección y crear esa tensión necesaria para sufrir a la vez que los personajes, un patrón de identificación que bien podría repetirse en el resto del transcurso de la serie.

Netflix ha logrado elaborar un producto con una factura cuidada e interesante que gana mucho con su ambientación y sus dotes de terror. El miedo es su gran aliado, logrando que el principal objetivo de la serie se cumpla, en parte también por un plantel actoral bien elegido y dirigido. Sin embargo, en un principio cuesta ya no solo entrar en el rol de los personajes, sino identificar quién es quién en el pasado y en el presente. El gran uso de las dos líneas temporales ralentiza la acción y, en ocasiones, da la sensación de que el pasado solo se introduce para generar las escenas de miedo, sin contar con una mayor profundidad en lo que buscan narrar.