Cuando Mediaset España, Prime Video y Contubernio llegaron a un acuerdo para prolongar 'La que se avecina' con nuevos decorados y, por tanto, un cambio de edificio, lo hicieron por tres temporadas. Este 18 de noviembre se estrenan en Prime Video los tres primeros episodios de la decimoquinta tanda, justo la última que recibió esa renovación. Sin embargo, a la serie todavía le queda vida, pues hace unas semanas recibía luz verde para otras dos temporadas más.
Sostener una serie como 'La que se avecina' no es tarea sencilla, y es que lleva 17 años en emisión. Si a las vueltas en la historia que ha tenido que dar el equipo capitaneado por Alberto y Laura Caballero le sumas la exigencia de ser una de las series más exitosas del catálogo español, la renovación de tramas es algo fundamental. No obstante, no hay nada como conocer a tus personajes para saber seguir exprimiéndolos y que una ficción de 70 minutos por episodio no se desplome.
Un arranque flojo que va cogiendo forma
El primer episodio de la temporada 15 no es el mejor arranque para esta tanda, puesto que se centra principalmente en servir de nexo entre esta temporada y la anterior. Después de quedar en el aire el caos en la comunidad por el atasco del intercambio de viviendas y sufrir un coma la marquesa tras su caída por las escaleras, el inicio de temporada trata de darle una solución a todo esto para, a partir de ahí, arrancar las nuevas tramas.
Nuevas alianzas vecinales
Los nuevos lazos que se entretejen entre vecinos funcionan a la perfección, y eso que en ocasiones se generan unas relaciones que no podrían resultar más alejadas de cualquier lógica. Sin embargo, los guionistas consiguen que unir a personajes tan antagónicos no chirríe, sino que ayude a mostrar otra faceta de ellos que hasta ese momento se había mantenido oculta. En este punto, es interesante ver a Greta (Rocío Marín) soltarse un poco la melena o disfrutar de más interacciones de Noelia (Inma Pérez-Quirós), que había gozado de muy poco protagonismo hasta ahora. Y si mencionamos a la aristocracia de Contubernio 49, es necesario hablar de Logi (Margarita Asquerino), que sigue dando en la clave con cada una de sus intervenciones.
Carlos Areces y Macarena Gómez en 'La que se avecina'
Estos movimientos en el edificio han acabado separando a Agustín (Carlos Areces) y Amador (Pablo Chiapella), que en los últimos capítulos compartían piso y la mayor parte de las tramas. Su separación les ha sentado muy bien y les permite explorar nuevos territorios, especialmente al hombre de las mil caras, cuya trama en esta temporada es una de las más cómicas que hay. Pero el que ha salido ganando es Bruno. El personaje de Luis Merlo había formado tándem o bien con Enrique o bien con Fermín, pero la ausencia del segundo en esta temporada, le permite volar libremente. Vemos a un Bruno que evoluciona y explora nuevas facetas de su ser gracias a la soledad de su piso.
Inma Pérez-Quirós y Margarita Asquerino en 'La que se avecina'
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'La que se avecina' regresa en su temporada 15 con un primer episodio flojo al que se le nota cuál es su misión, pero rápidamente coge energía, especialmente gracias a la frescura de las nuevas uniones de personajes y a los cambios de viviendas. Supone un gran trabajo que, 17 años después, sepan seguir sacándole partido a la serie y parte de esto se debe a la mudanza de edificio que ya ocurrió dos años atrás. Pero el gran enemigo de la ficción sigue siendo el mismo: su excesiva duración. Los 70 minutos por capítulo muestran en ocasiones las costuras con secuencias que se podrían haber recortado sin ningún problema. Lo más gracioso de esto es que la duración corresponde a una decisión de Mediaset, pero en lo que Prime Video lanza la decimoquinta temporada, seguiremos a la espera de ver si Telecinco se decide en algún momento por estrenar la 14.