Las telefonistas más famosas de la pequeña pantalla están de vuelta, aunque por penúltima vez. Netflix y Bambú Producciones estrenan el viernes 14 de febrero la primera parte de la quinta y última temporada de 'Las chicas del cable'. La que fuese la primera serie española de la plataforma de streaming se despedirá este 2020 y lo hará con diez episodios en los que se cerrarán todas las tramas pero en los que antes conoceremos a nuevos personajes e historias en las que las cinco protagonistas de la ficción se verán involucradas de lleno. Bambú y Netflix cierran un ciclo pero antes han preparado una tanda de episodios que sí, van a gustar a sus fans.
Protagonistas de 'Las chicas del cable'
La serie creada por Ramón Campos y Gema R. Neira ('Gran Hotel', 'Alta Mar', 'Velvet'), producida por el propio Campos junto a Teresa Fernández-Valdés, que cuenta con guiones de Ramón Campos, Teresa Fernández-Valdés, Gema R. Neira, María José Rustarazo, Flora González Villanueva, Fran Navarro, Alberto Grondona, Estíbaliz Burgaleta, Paula Fernández, Curro Serrano y Javier Chacártegui y que está dirigida por Kevin Jiménez, inicia su quinta y última temporada con un importante salto temporal. Tras el trágico final de la cuarta tanda en la que nos tuvimos que despedir de Ángeles (Maggie Civantos) y en el que cada una de las chicas se marchó a un lugar distinto escapando de las autoridades, la temporada final arranca siete años después. Lejos de encontrarnos una situación mejor, España se encuentra en uno de sus peores momentos y es que está sufriendo la Guerra Civil. Todo el país está completamente dividido y en él, los bombardeos y las muertes están a la orden del día; la situación es completamente dramática. En ese momento, Lidia volverá de Estados Unidos con un objetivo: salvar a Sofía (hija de Ángeles) con la ayuda del resto de chicas del cable. Una vez más, lo harán juntas.
Un salto temporal que funciona
A la serie le beneficia, y mucho, este salto temporal. Las tramas de la misma necesitaban este "reseteo" que aporta el cambio de época y es que no eran pocas las historias que estaban ya estancándose de una forma muy peligrosa; no tenía demasiado sentido seguir dando vueltas sobre algunas de ellas. Saltando así, la acción sitúa a absolutamente todos los personajes en puntos muy distintos. Sus conflictos ahora son diferentes y sus puntos de partida en el arranque de la temporada, también. Nos encontramos ante personajes más maduros, con tramas diferentes, que evidencian la evolución que han vivido y que los introduce en entornos muy distintos.
Nico Romero en 'Las chicas del cable'
De esta forma, 'Las chicas del cable' se permite explorar a sus protagonistas en unas perspectivas muy diferentes, logra en esta andadura final el mirar al futuro y seguir dando vueltas a sus personalidades e historias y además consigue no repetir en exceso lo que hemos visto en las últimas temporadas. Además, este salto facilita eliminar a personajes que ya no tenía sentido mantener, e incorpora de una forma más orgánica a otros que puedan alterar la tranquilidad de las protagonistas de esta historia. En definitiva, 'Las chicas del cable' juega bien en este salto para salvar algunos de sus problemas.
La trama histórica, más protagonista que nunca
Mientras que en la cuarta temporada se empezó a hablar más de política con la trama que protagonizó Carlota en su lucha por la alcaldía de Madrid, en esta ocasión la serie profundiza todavía más en ese terreno al poner en el centro de la historia a la Guerra Civil. A diferencia del resto de temporadas, esta vez el contexto histórico coge más peso que nunca y se convierte en un punto central de la historia. El conflicto bélico sufrido en nuestro país afecta a todos los personajes de la misma y se convierte en detonante de muchos de sus nuevos conflictos. Además, es causante del nuevo tono que coge la ficción, ganando en dramatismo y oscuridad.
Pese a ello, 'Las chicas del cable' no se convierte en 'Cuéntame cómo pasó'. No, no pasa a ser una serie histórica, sigue siendo ese cuento de hadas en el que pase lo que pasa, los conflictos amorosos, los celos y las luchas internas siguen siendo fundamentales. La serie de Bambú no se convierte ahora en una serie realista, ya que nunca lo ha pretendido. Eso sí, en esta ocasión juega mucho más con la historia de nuestro país, la introduce en su propia trama y aprovecha algunos de los conflictos reales que se vivieron en ese momento para poner a sus personajes en puntos vitales bien distintos. La ficción mantiene su surrealismo y superficialidad pero jugando mejor con la historia real.
Denisse Peña en 'Las chicas del cable'
Denisse Peña, la gran protagonista
Una de las sorpresas es el gran protagonismo que tiene el personaje de Sofía, encarnado por la joven actriz Denisse Peña. La hija de Ángeles decide volver a España para luchar por sus ideales en la Guerra Civil, una decisión que provoca el regreso de Lidia a nuestro país para salvarla. Ese es el punto de partida de una temporada en la que este personaje tiene un gran peso. La vemos prepararse para luchar, tener sus primeros acercamientos con chicos, vivir inseguridad, miedo pero también demostrar su fuerza y tesón. Posiblemente, con ella se ha querido representar el que podría ser el inicio de una nueva generación de "chicas del cable", reflejando que las nuevas generaciones iban a mantener esa lucha y reivindicación de Lidia, Marga, Carlota, Ángeles y Óscar. Y esto es un claro sí; Sofía funciona, encaja bien en la trama y no chirría su gran peso.
Blanca Suárez y Martiño Rivas en 'Las chicas del cable'
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Paralelamente, la ficción sigue pecando de exagerada en muchos momentos y de poco realista en otros tantos. Obviamente, nadie busca en 'Las chicas del cable' una serie extremadamente profunda ni que aporte nada nuevo a la ficción nacional, pero sí hay momentos de la ficción que hubiesen agradecido una vuelta de tuerca, son inconcebibles en la ficción de hoy en día. Pese a ello, y llegados a esta temporada final, si la ficción te gusta, te va a seguir enganchando esta temporada. La serie mantiene sus cliffhangers y sigue siendo un claro "guilty pleasure" del catálogo de Netflix. Una ficción adictiva que no busca ir más allá.