'Madres. Amor y vida' continúa adentrándose en las historias médicas en Amazon Prime Video. La cuarta temporada de esta producción de Alea Media, que forma parte del acuerdo de Amazon Studios con Mediaset España, se estrena el 8 de abril y lo hace con un lavado de cara absoluto. Hasta el punto de que, a excepción de una trama, dos personajes y un hospital, todo es totalmente diferente. Bienvenidos y bienvenidas a una nueva serie.
Júlia Molins, Álvaro Rico, Aida Folch y Belén Écija interpretan a los nuevos residentes de 'Madres. Amor y vida'
Pero entonces, ¿qué queda de 'Madres'? Una de las justificaciones que se le encuentra al título es el hecho de que Olivia es madre, como ella bien recalca al principio, y que una de las tramas principales es la custodia de su hija. La otra está relacionada con Nuria Roca, quien da vida a Blanca Robledo, la severa jefa de servicio. Esta tiene un problema con su hijo y es ahí donde se vuelve a apreciar un hilo con las temporadas anteriores. Por lo demás, no hay ninguna conexión, puesto que la ficción aleja el foco de las historias de los pacientes para centrarse casi en exclusiva en las idas y venidas del equipo de médicos y enfermeras. La óptica ya no está puesta en cómo estos viven sus días de ingreso, sino en cómo los sanitarios se relacionan con ellos y entre ellos.
Esto puede parecer un giro muy arriesgado, pero, en verdad, es lo que necesitaba la serie. La decisión de haber cambiado por completo 'Madres. Amor y vida' es la más acertada que han podido tomar. Le sienta muy bien esta nueva etapa y demuestra que, sabiendo explotar el interés suficiente, un proyecto puede cambiar prácticamente en su totalidad de reparto y seguir a flote en plena forma.
Sigue apostando por temas sociales
Con su regreso a la residencia, Olivia comienza a relacionarse con nuevos médicos. En su mismo año están Almu (Belén Écija), Gabriel (Álvaro Rico) y Sandra (Júlia Molins), pero también mantiene relación con Mikel (Eric Masip) y Luigi (Jordi Coll), de años superiores. El nuevo reparto ayuda a traer nuevos perfiles, aunque estos adolecen de estar estereotipados, uno de los principales problemas de la serie. Sin embargo, en general funcionan muy bien, destacando la llegada de Écija y Masip a nivel interpretativo. Además, Almu, en apariencia la chica con novio rico que lo tiene todo, es quizá el personaje más interesante.
Jordi Coll y Eric Masip son residentes de Cirugía en 'Madres. Amor y vida'
En su cuarta temporada, 'Madres. Amor y vida' sigue apostando por dar voz a temáticas importantes para la sociedad. Este es un camino que han recorrido en el pasado y que incentivaron en la tercera tanda con la violencia obstétrica y el colectivo trans. En esta ocasión, se ponen sobre la mesa el VIH y el estigma creado a su alrededor y la presencia de médicos en los medios de comunicación, pero lo que más fuerza coge es la precariedad del sistema sanitario. La pandemia ha hecho evidente que no gozamos de la mejor Sanidad, lo que es muy diferente a sí tener grandes sanitarios en centros de salud y hospitales.
Mantiene los mismos errores del pasado
No obstante, como ha quedado mencionado previamente, vistos los tres primeros capítulos de la cuarta temporada se atisban algunos de los errores más comunes de la serie. Pese a esa bocanada de aire fresco, no todo ha supuesto una completa renovación y los principales fallos siguen repitiéndose. Entre estos se encuentran las situaciones más que predecibles que viven los personajes, donde se echan en falta giros potentes más allá del entremezclado de tramas y relaciones. En algunas ocasiones, se incide mucho en enseñar según qué cosas, lo cual es casi más un problema de dirección. Da la sensación de que se da todo muy masticado para que el espectador se encuentre cómodo y sin hacer esfuerzos mientras ve la serie.
Nuria Herrero, fichaje de 'Madres. Amor y vida', junto a Álvaro Rico y Belén Écija
'Madres. Amor y vida' ha sabido renovarse para resurgir. Cada temporada de esta serie mejora, pues ya la tercera tanda tuvo bastantes alicientes respecto a las anteriores. El hecho de contar con los MIR ayuda a que de cara al futuro tenga un mayor recorrido de los personajes y una evolución, pues tienen mucho que aprender y que desarrollarse en su profesión, lo cual es interesante de ver ligado a las relaciones sentimentales.
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No obstante, sigue fallando en cosas básicas que trasladan la sensación de que no está pulida, como si el contenido estuviera en bruto. Los personajes estereotipados o las escenas previsibles son algunos hechos en donde todavía tienen un amplio campo de mejora. No obstante, 'Madres. Amor y vida' se ha consagrado como una serie interesante, haciéndose un hueco en el drama médica cuando este subgénero parecía muerto en España.