Serie relacionada
¡Lo que nos gusta Pol Rubio! Desde el día que lo conocimos, ha sido un personaje que nos cautivó, que conseguía que lo amáramos y lo odiáramos a partes iguales; que queríamos ser su amigo pero a la vez no estar cerca de él; que nos enamoró y que nos abrió los ojos en muchas cosas. Quizás, ser el ojito derecho de Merlí y la carpeta Brunol con su relación con Bruno lo convirtió en uno de los personajes más queridos por el público. Y es que no solo nos aportaba todo esto, sino que Pol Rubio ha dado una visibilidad necesaria al colectivo LGTBI+ al normalizar su bisexualidad, algo muy poco habitual en la ficción española y más todavía en un protagonista.
Pol Rubio, en la segunda temporada de 'Merlí Sapere Aude'
Vamos a pensar que sí, que con esta nueva tanda de capítulos nos despedimos de Pol Rubio. Así nos lo está haciendo ver el equipo y, además, ya nos lo han dicho desde pequeños: todo lo bueno se acaba. Quizás sea el mejor momento de pasar página y dar por finalizado todo lo que ha supuesto 'Merlí'. En caso de ser así, estaremos contentos por el protagonista. El arco que nos ha regalado envuelto en aquello que se llama madurez a costa de ir superando todas trabas a las que ha tenido que hacer frente han conformado un impresionante viaje de aquel adolescente chulito a un joven que cada vez está más cerca de la felicidad.
En busca de la felicidad
Y es que en esta segunda temporada de 'Sapere Aude' podríamos decir que la búsqueda de la felicidad es el tema principal, aunque esta no esté en los lugares que esperábamos. Eso sí, no va a ser nada fácil, pues como ya anuncia la cadena en sus carteles promocionales, Pol "sigue explorando su sexualidad, probando con chicos y chicas, hasta que recibe una mala noticia que le afectará profundamente". ¿De qué se trata? En estos episodios tendrá mucho peso una nueva temática que no es muy recurrente en nuestra ficción. Y no demos más pistas; habrá que ver la temporada, pues esta crítica es sin spoilers.
Esta búsqueda de la felicidad no solo la va a perseguir nuestro protagonista, sino que es algo que le va a anhelar un gran número de personajes, cuyo arcos argumentales de la temporada van a girar entorno a encontrar su mejor lugar. De eso va 'Merlí', de gente que trata de ser una mejor versión de sí mismos. En esta tanda de capítulos, muchos de los personajes que conocíamos van a pasar a un segundo plano para dar paso a la llegada de nuevos personajes como son Axel y Dino. A su manera, ambos se convierten en importantes pilares para Pol, ayudándole frente a esa mala noticia que mencionábamos.
Axel y Pol, en la segunda temporada de 'Merlí: Sapere Aude'
Llegan con fuerza y son interesantes sus personajes. Además, los temas que tratan son tan potentes que las tramas secundarias, lamentablemente, no llegan a estar a la altura. Rai pasa de ser prácticamente coprotagonista a no tener casi peso desapareciendo, además, gran parte de su relación con la familia, Biel experimenta una revolución sexual y Oti se plantea la vida sin pareja. Sus tramas son entretenidas, pero quizás por el contraste con la principal, carecen de bastante interés de cara al espectador.
La emotiva relación de Pol con su padre
Si en 'Merlí' nos podía caer regular Alfonso, el padre de Pol, por ser un cascarrabias, en el spin-off nos mostró su cara más amable, estando enamorado e ilusionado. En esta segunda, el personaje sigue evolucionando a pasos agigantados logrando que la relación padre-hijo sea de las historias más bonitas de la temporada. Que se quieren está claro; que se necesitan, también; que son felices viviendo juntos, también; y que darían lo que fuera el uno por el otro pese a pasarse el día discutiendo, también. Les queda un paso, decirse que se quieren.
La alegría que se respira en la Satanassa
La Satanassa es un local donde nadie es juzgado y puedes ser tú mismo e ir como quieras. Es un club variopinto, donde se respira una paz y una libertad envidiable. Pol ya había estado ahí en la primera temporada, pero, en esta, se va a convertir en uno de los escenarios principales. Ahí conoceremos a Dino (Eusebio Poncela), una persona libre que prefirió ser feliz, y sin olvidar las cosas malas, trata de sacar el lado positivo de todo y disfrutar al máximo de la vida. Gracias a su forma de ser, no solo cambiará la forma de ver las cosas a Pol, sino que también entablará una bonita relación con María Bolaño. ¡Ojalá el personaje de Dino y esta amistad hubiera estado desde la primera temporada! No obstante, es cierto que la fuerza que tiene el personaje de Poncela es gracias a aparecer en este preciso instante. Es ahora cuando es importante para nuestro protagonista.
María Bolaño y Pol, en 'Merlí: Sapere Aude 2'
Y amamos a María Bolaño. Nos sedujo en la primera temporada y estábamos deseando volver a ser un alumno más de sus clases. Su ironía, su humor, su despreocupación por ciertas cosas, su miedo a estar sola y sus ganas de sentirse querida no cambian. No obstante, María parece en un principio no encontrar su hueco durante temporada. Juega a varias bandas: sus tramas con su hija, su relación con Silvia, su amistad con Dino, su trato con Pol... Sin embargo, poco a poco descubrimos que lo que le aporta cada una de estas pequeñas tramas hacen que en su conjunto cambie el personaje. Sí, volvemos a aquello de la felicidad.
La ausencia de Bruno: ¿se le echa de menos?
A Bruno se le echa de menos. Sí. No nos vamos a engañar. Quizás su poca presencia en la primera temporada del spin-off ya nos estaba preparando inconscientemente para esta desaparición, pero es una pena que ya no esté y se nota el vacío que deja el abandono de David Solans, que recordemos que fue por decisión propia. Pol atrajo a la audiencia, pero parte del mérito lo tenía su relación con Bruno. En el momento que eso se nos quita, pues se nota. Es raro que desaparezca de repente, que sea como si nunca hubiera existido en la vida del protagonista y que ni siquiera se le mencione.
Y todo eso, por no hablar de los alumnos del Àngel Guimerà. Cuando se presentó esta nueva serie ya se advirtió que sería una completamente distinta y que los compañeros de la primera etapa no tendrían cabida. Aun así, quedaba la esperanza de que en los momentos más importantes o incluso tomando unas cañas, pudieran aparecer Tania, Joan, Berta, Marc o Gerard. Pequeños regalos que el espectador agradecería, aunque solo fuese a modo de cameo.
Pol Rubio, gracias por venir
En conclusión, gracias Pol Rubio por tanta visibilidad, por tanta normalización y por hacerlo en un tono que llegue a todos los targets. Gracias por seguir llenando nuestra ficción de referentes tan necesarios para hacer una sociedad mejor. Gracias Por Rubio por regalarnos tu viaje interior, tan profundo, tan lleno de dudas, tan lleno de todo. Solamente puedo decir, gracias por venir. ¡Hasta la próxima aventura!