'Paraíso' llega a su fin. La ficción producida por Movistar+ en colaboración con The Mediapro Studio se despide de la audiencia con su segunda y última temporada. Después de la renovación, que se anunció tan solo un día después del estreno de la primera tanda, la plataforma decidió que era el momento de cerrarla. Sin embargo, vistos todos los episodios, da la sensación de que este final ha llegado demasiado rápido y que todavía quedaba mucho por contar.
León Martínez, Cristian López, Pau Gimeno y Héctor Gozalbo en la segunda temporada de 'Paraíso'
La segunda temporada de 'Paraíso' podría ser considerada realmente como dos. Los primeros cinco episodios narran un nuevo suceso ocurrido en Almanzora con los No Muertos, en este caso a través de las Novavis, mientras que los tres últimos se adentran en una continuación de la historia más relacionada con el punto de partida de la serie. Es por ello que la épica del quinto episodio resulta confusa, pues bien podría ser un final de temporada. Sin embargo, cuando pasas al siguiente capítulo, se entiende todo.
Por todo esto, la sensación que transmite al espectador es que el equipo liderado por Fernando González Molina tenía en mente una historia diferente a la que finalmente ha quedado reflejada en los ocho últimos episodios. Los orígenes de Javi (Pau Gimeno), considerado como El Elegido, no terminan de aclararse y su vinculación con los No Muertos, muy interesante por un lado, se queda en una breve narración en donde hay mucho potencial por exprimir. La mitología de la serie ha sido siempre su gran baza y las esperanzas de que la exploraran en la segunda temporada finalmente no se han materializado.
Laura Laprida como Valentina, liderando a las Novavis en 'Paraíso'
Por otro lado, una de las fortalezas de la primera temporada fue el piloto, donde consiguieron dar con la tecla necesaria para atrapar la atención del espectador y asentar las bases. Sin embargo, el arranque de la segunda resulta más flojo con dos primeros episodios donde se echa en falta que ocurran más acontecimientos, sobre todo teniendo en cuenta la inmediatez con la que se resuelven algunas de las tramas de esta primera parte de la segunda temporada. Sin embargo, a partir del tercero, y especialmente con el giro del cuarto, la serie emprende un buen rumbo que mantiene hasta su final. Eso sí, el segundo tramo es mucho más rápido y directo, quizá porque va al meollo de lo que tiene que contar y no le da tiempo a perderse por el camino.
Begoña Vargas brilla entre varios fichajes desaprovechados
Esta temporada cuenta con el fichaje de varios intérpretes, entre los que destaca Begoña Vargas, quien realiza un gran trabajo como Evelyn y eleva el nivel de la serie. Carla Domínguez, como Anabel, ayuda a dinamizar las tramas del reparto más joven al unirse a ellos como un fantasma enviado por La Mortaja (Ana Marzoa). En el otro lado de la moneda se sitúan Álvaro Mel y Laura Laprida, quienes no tienen mucho espacio para explorar sus personajes al ser estos un mero impulso de otros. Sin embargo, la argentina se gana la cámara en los momentos en los que aparece únicamente por su juego de miradas y gestos.
Mención aparte merece Iván Pellicer, pues da vida a uno de los personajes más interesantes de la serie y cuya relevancia, en cambio, resulta muy precipitada al no haberse tratado mejor y de manera más dosificada en la primera mitad de la temporada. En este punto, es necesario añadir que hay ocasiones en donde cuesta creerse la interpretación de los más jóvenes, quizá siendo una posible causa la manera forzada en la que se introducen algunas referencias y guiños en el modo de hablar de mediados de los 90 y que chirría y vuelve los diálogos poco naturales.
Begoña Vargas e Iván Pellicer protagonizan un enfrentamiento en 'Paraíso'
Siguiendo con el tema de los personajes, Olivia (Patricia Iserte) es uno de los grandes descubrimientos. Después de que en la primera tanda pasara un poco más desapercibida, en la segunda han sabido extraer todo el jugo como sustituta de su abuela, siendo el principal nexo entre los vivos y los muertos. Se agradece su mayor presencia, dado que potencia el componente fantástico y se exploran mucho sus problemas e inseguridades. Es más, estamos ante el personaje mejor desarrollado de toda la serie.
El apartado visual sigue siendo espectacular
'Paraíso' propone en esta segunda temporada un juego de ilusiones y realidades muy interesante que casa a la perfección con su universo y su mitología. Además, navega en la ciencia ficción de cara al segundo tramo, jugando con el espacio y el tiempo y potenciando una mezcla de géneros que le sienta muy bien. A nivel visual sigue teniendo sus mejores bazas en los efectos especiales, que mantienen la estela de la primera temporada con esa mezcla de sencillez pero resultar llamativo al mismo tiempo. En suma, el trabajo de dirección de González Molina sigue deslumbrando con el modo en el que ha reunido todos los elementos para narrar los hechos de la temporada.
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La segunda temporada de 'Paraíso', que se estrena al completo el 16 de junio en Movistar+, supone una digna continuación de la primera tanda. Resulta muy entretenida y sigue cumpliendo como una gran apuesta por el género fantástico en España, algo que no suele verse con facilidad y menos con tanta solvencia y buen hacer. Sin embargo, da pena que transmita la sensación de haber sido una temporada atropellada en ocasiones, que quería contar muchas cosas para el poco tiempo que tenía, y una temporada tan lenta en otras, donde se podrían haber reestructurado mejor las tramas. Ojalá 'Paraíso' abra la ventana a la apuesta de más proyectos de corte similar.