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El thriller 'Parot', en imágenes 12 fotos
En el año 2013, España era testigo de cómo caía la doctrina Parot, lo que significaba que decenas de presos que se encontraban cumpliendo condena quedaban en libertad. Este es el punto de partida de 'Parot', la serie de Amazon Prime Video en colaboración con RTVE y Onza y que cuenta con Adriana Ugarte como su protagonista, dando vida a Isabel Mora, una agente de policía a la que le toca investigar una serie de crímenes en donde las víctimas son los excarcelados. Sin embargo, Isabel se encuentra muy vinculada a este caso, ya que cuando era adolescente fue violada por uno de ellos.
Adriana Ugarte es Isabel Mora en 'Parot'
La identificación con Isabel está lograda hasta tal punto que necesitas que Haro ponga fin a su sed de venganza. Y parte de esto se debe a la representación de la luz de gas, una de las formas de violencia machista más desconocidas por el público general, pero de las más terribles, puesto que tratan de afectar psicológicamente a la víctima alterándoles su realidad y negándoles las evidencias hasta el punto de que lleguen a dudar de su propia salud mental y acaben rompiéndose.
La importancia de representar otras formas de violencia
En un contexto actual en el que se está comenzando a dar visibilidad a las diferentes vertientes de violencia machista, más allá de las agresiones y asesinatos que lamentablemente se producen con frecuencia, es muy importante que las ficciones apuesten por mostrarlas para que lleguen a un público mayoritario. Lo hemos visto recientemente con 'Alba', donde la violación centra la trama principal, pero también con 'Rocío, contar la verdad para seguir viva', un relato en donde una mujer comparte diferentes formas de violencia machista y que ha conseguido llegar a un público que hasta ese momento desconocía que también era víctima. Gracias a 'Parot', otras tantas mujeres, y hombres, pues la violencia machista es cosa de todos y todas, podrán entender un poco mejor la realidad que se oculta bajo la punta del iceberg. La grandeza de 'Parot' se encuentra en que, a diferencia de otras ficciones, no se recrea en la violencia explícita, sino que pone el foco en otros temas de gran importancia y menos tratados.
Adriana Ugarte y Javier Albalá en 'Parot'
Pilar Nadal, responsable de 'Águila Roja' y 'Un paso adelante', es la showrunner y una de las creadoras junto a Luis Murillo Arias, Luis Murillo Moreno y Alonso Laporta. Una serie de estas características necesita de una mujer al frente para poder expresar con acierto la violencia de género y Nadal lo consigue gracias a los toques que le ha dado a la protagonista. No solo se adentra en el presente y en cómo Isabel vuelve a ser víctima, sino en cómo una mujer que haya sufrido lo mismo que ella no se recupera nunca, sino que ese trágico episodio de su vida la acompañará para siempre. Esto se potencia en un personaje que ha negado sentirse mal en los últimos años, pero que realmente sufre ese miedo y lo traspasa a otros, como ocurre durante su relación con Nieto o con la sobreprotección hacia su hija Sol.
La doctrina Parot, a un segundo plano
En lo que respecta a los crímenes tras la anulación de la doctrina Parot, aunque esta trama parece ser en un principio la central, lo cierto es que según pasan los episodios acaba quedando en un segundo plano. Es el detonante ideal para que Haro salga de la cárcel y comience a establecer su plan de venganza, pero descubrir quién es la persona que viste una máscara de mono acaba quedando en el olvido, puesto que la relación entre Haro e Isabel coge fuerza. Así, podríamos decir que el thriller policíaco acaba evolucionando a un thriller cuya temática es el dónde, cuándo y cómo el agresor de Isabel va a volver a actuar.
Iván Massagué es Haro en 'Parot'
Siguiendo la estela de esta trama, refleja una cuestión moral muy interesante. A través de Nieto, se pone sobre la mesa hasta qué punto todos merecen una atención justa, independientemente de sus actos. El personaje de Javier Albalá se niega en un principio a formar parte del caso, ya que tiene que ayudar a personas que son criminales. Así, esta dicotomía entre víctima y victimario queda rota, con un justiciero que, al mismo tiempo que comete crímenes, imparte justicia para los familiares de las víctimas. Aunque el hecho de castigar con la muerte a aquellos que han asesinado o violado pueda parecer algo totalmente fuera de lugar, recordemos que todavía hay países en donde la pena de muerte sigue vigente. Pero, al mismo tiempo, también nos encontramos en la sociedad un discurso de venganza que gira en torno a que estas personas mueran el mismo modo que asesinaron a sus víctimas.
En cuanto al reparto, Adriana Ugarte consigue dotar de verdad a su personaje, especialmente en aquellos momentos más complicados, aunque el hecho de interpretarse a sí misma con 16 años no termina de resultar convincente y podría haberse delegado en otra actriz. Por otro lado, merece especial atención Iván Massagué, a quien estamos acostumbrados a ver en proyectos cómicos y, en esta ocasión, retrata a un espeluznante psicópata que, como he expresado anteriormente, consigue que sus acciones lleguen al espectador. El modo de vivir la vida con esa rigidez y frialdad carente de cualquier calor humano quedan tejidos con una gran precisión en el que podría ser uno de los mejores trabajos del actor. Blanca Portillo y Javier Albalá se mantienen a la altura y a Nicole Wallace se le nota la verdad aprendida en 'Skam España', y es que destaca especialmente en las situaciones más cotidianas.
'Parot' no es lo que vende, sino que va más allá. El descubrimiento de la verdad de esta serie podría emularse al que vives a través del personaje de Isabel según poco a poco vas conociendo su profundidad. 'Parot' es un relato donde lo que prima y lo que de verdad importa es la valentía para mostrar con tanta realidad y crudeza, pero desde el respeto, la violencia machista más oculta y desconocida por el público general. La sorpresa que guarda el envoltorio de 'Parot' es mayor. y mejor, de la podríamos haber imaginado.