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'Sagrada familia', en imágenes 3 fotos
La temporada final de 'Sagrada familia' ya está aquí. Quizás llega muy pronto al ser solo dos temporadas, pero bien está lo que bien acaba y, al ser una serie tan rocambolesca, mejor no estirarla hasta perder su esencia. Eso sí, va a dar pena despedirse de esa maravillosa Gloria y entorno, así como de este tono tan particular que nos presentaba Manolo Caro en este culebrón moderno fusionando el thriller con la comedia negra.
La primera temporada tuvo un final que si era el definitivo, podría valernos, pero que si continuaba, podía hacerlo perfectamente. Ante la duda de si ahora se ha creado la segunda a partir del éxito de la primera, Caro confirma que no, que cuando presentó la serie a Netflix ya lo hizo con la estructura cerrada de dos temporadas. Y eso es un alivio como espectador, saber que toda la historia y todas las tramas ya estaban pensadas desde un inicio encauzado hacia el final que está a punto de producirse.Najwa Nimri, en 'Sagrada familia 2'
De este modo, arranca la segunda muy poco después del final de la primera. Quizás el arranque cuesta un poco y no le habría venido nada mal un pequeño recordatorio inicial. Al final hay muchos personajes, varias identidades, relaciones inesperadas, sucesos sorprendentes... que al arrancar ahora con la segunda hay cosas que podemos no recordar. Pero no importa. Rápidamente vuelves a estar dentro sintiéndote de nuevo un vecino más de Fuente del Berro cotilleando lo que hacen los demás.
Un final a la altura
Las cosas cada vez se van poniendo más feas. Gloria (Najwa Nimri) vive en una encrucijada constante, no ha salido de una y ya se ha metido en otra, y aunque es muy buena solucionando cualquier problema, hay un momento en el que ya se le desbordan y... a grandes males, grandes remedios. Porque todo, TODO, ella lo hace por la familia. Pero claro, hasta un punto ya enfermizo.
Gloria/Julia quiere mantener a la familia unida cueste lo que cueste. Y eso tiene graves consecuencias. "Todas queremos lo mejor para nuestros hijos" o "La familia no se toca" son algunas frases que se escuchan ya en el tráiler. La maternidad, de nuevo, vuelve a ser el tema principal en esta temporada, pero llevada a unos niveles como pocas veces hemos podido ver.
El pasado no se olvida
La 'Sagrada familia' en flashbacks del pasado
Cuando parecía que ya conocíamos todo sobre el pasado, de cuando Gloria era Julia y todavía Santi (Nicolás Illoro) estaba vivo, todavía hay muchos giros que debemos conocer. Natalia (Laura Laprida) no va a quedarse quieta, y su padre Fernando (Miguel Ángel Solá) tampoco, hasta hacerse con el bebé. Pero para ello aún vamos a descubrir algunos hechos de hace un tiempo que nos van a ayudar a conocer más a los personajes. De esta manera, la serie sigue manteniendo su estructura de saltar al pasado en ciertas ocasiones para que veamos a la familia unida cuando todavía era feliz, alejada (o no tanto) de un montón de problemas.
Algunos cambios que eran necesarios
Si hay algo que vayamos a echar de menos en esta temporada son las reuniones de la chupipandi en el parque tomando alguna copa. Eran momentos muy divertidos de la primera pero realmente no tienen cabida en esta segunda. Ahora ha girado más al thriller, es más trepidante y cada una de ellas tiene graves problemas que resolver dentro de sus propias casas como para irse sin más a tomar algo todas juntas.
Macarena Gómez y Fernando Andina, en 'Sagrada familia 2'
El hecho de tener sus propias tramas dentro de las casas hace que podamos conocer más a los maridos, que cobran fuerza en estos capítulos. Es el caso de Pedro (Jon Olivares) y de Ramón (Fernando Andina), a los que ya conocíamos, pero de los que ahora vamos a disfrutar más viéndolos mentidos en grandes conflictos. También podría sumarse aquí Felipe (Pol Hermoso), quien se acerca ahora a Aitana (Carla Campra) sin saberse muy bien con qué intenciones.
La llegada de los nuevos personajes
Además, esta temporada final suma tres nuevos fichajes de los que no diremos nada para no reventar las tramas. Los tres encajan bien en sus historias, alguno mejor que otro, y aunque tampoco interesa que tengan una personalidad arrolladora para no eclipsar a los protagonistas, es verdad que en algún momento parece que les falte esa excentricidad a la que nos tiene acostumbrados 'Sagrada familia'.
Abril Zamora, en 'Sagrada familia 2'
Daniel Grao llega a Madrid porque algo que descubrimos enseguida le exige estar en la capital y arrancar una historia que nos va a tener atrapados; Abril Zamora va a llegar hasta el final para descubrir todo lo que está pasando en ese barrio y Javier Pereira también va a querer encontrar la verdad, pero no por los terrenos legales por los que camina el personaje de Zamora. Y hasta aquí podemos leer.
Pero ellas siguen siendo las reinas
Por decenas de personajes que haya interpretado Najwa Nimri, no hay duda de que este es uno de los mejores. Es una pena despedirnos de esta Gloria y esperemos, que de algún modo, podamos volver a ver a ver a esta mujer. Mención especial también merece Macarena Gómez con esta Blanca, tan diferente a la que vimos en la primera temporada tras lo sucedido con su hijo, interpretando este personaje tan complicado en una situación tan angustiosa. Ella Kweku y Alba Flores reducen bastante su participación, pero ahí están, siendo piezas más que importantes en esta serie.
¡Viva esta familia sagrada!
Nos despedimos de 'Sagrada familia' en un buen momento. Dejándonos con buen sabor de boca y no con la sensación de seguirla viendo porque sí. Ojalá siguiera, pero también da gusto verla sabiendo que es el final, que la serie está cerrada y que ha quedado perfectamente empaquetadita tal y como se había creado con un final a la altura. La serie, como tal, queda cerrada, pero hay varios flecos de los que se podría tirar para continuar con este universo con nuevas vidas alejadas de este barrio o con el cameo que aparece en el último capítulo y que podría dar pie a mucho más.