En un mundo en el que el sexo se abre hueco en cada pequeñez de nuestra rutina sorprende ver cómo mantiene su halo de territorio inexpugnable. Los jóvenes creen saberlo todo en base a impactos puramente sexuales que reciben a diario (cuando, en realidad, acumulan montones de concepciones erróneas a menudo procedentes de la pornografía) y evitan conversar sobre el tema con los adultos; quienes, a su vez, agradecen no ser puestos entre la espada y la pared en según qué cuestiones.
Sin embargo, Otis (Asa Butterfield) está dispuesto a esclarecer todas las dudas sobre sexo a sus inexpertos compañeros. Es inseguro, tiene problemas para relacionarse y arrastra su virginidad en el más estricto sentido de la palabra (digamos que su mano derecha no es capaz de hacerle compañía), pero cuenta con una guía sexual de primera mano (sin relacionar esto con lo anterior, por Dios) y en su propio hogar: su madre, Jean (Gillian Anderson), es una liberada sexóloga que vive con total naturalidad su vida íntima. O lo que es lo mismo, de cualquier forma menos íntima.
Asa Butterfield y Gillian Anderson, protagonistas de 'Sex Education'
Aprovechando los consejos que escucha en su propio hogar, y a cambio de un módico precio, Otis decide asesorar a los alumnos de su instituto en sus primeras experiencias sexuales. El tamaño del pene, la dificultad para encontrar satisfacción, problemas de eyaculación, inseguridades a la hora de desnudarse delante de otra persona... a lo largo de los ocho capítulos que componen la primera temporada de 'Sex Education' muchos conectarán con los miedos de las primeras veces mientras otros verán cómo hay ciertos problemas que se arrastran en la vida adulta. "Será que sigo teniendo alma de joven", se consolarán.
El universo del protagonista se complementa con otros personajes que no le van a la zaga en surrealismo. Con un afinado sentido empresarial y dispuesta a todo por sobrevivir, Maeve (Emma Mackey) es la cabecilla del negocio del sexólogo adolescente. Su completa impopularidad en las aulas hace que sea la chica más popular sin siquiera pretenderlo.
Eric (Ncuti Gatwa), por su parte, es el excéntrico mejor amigo de Otis. La naturalidad con la que vive su homosexualidad y la relación entre ambos, un blanco heterosexual y un negro gay, es posiblemente uno de los aspectos más interesantes de la serie de Netflix. Por desgracia no es lo que ocurre en todos los colegios, pero sí es un buen indicio de cómo la sociedad avanza y, con ella, la narrativa sobre la diversidad.
Maeve, tan impopular que es la más popular
Además de educación sexual, 'Sex Education' enseña a los adultos el nuevo orden adolescente. Lo hace mediante el humor, sí, pero lejos de plantear personajes estereotipados transmite la total libertad con la que cada uno lucha por ser quien realmente es. Los populares son ahora un grupo de potenciales snobs que utilizan la alimentación carnívora como arma arrojadiza. Aunque se mantiene la hegemonía de gamberros y deportistas, ya no campan a sus anchas. "La homofobia pasó de moda en 2008", le recuerdan a Adam (Connor Swindells) cuando intenta hacer bullying a Eric. Mientras, su novia Aimee (Aimee-Lou Wood) se avergüenza de un comportamiento que en otro tiempo le habría convertido en el rey del instituto.
Una serie con varias capas de lectura
Pese a gozar de este contexto, Otis y Jean siguen siendo incapaces de mantener una conversación sobre sexo, como tradicionalmente ha ocurrido a padres e hijos. El pequeño Butterfield ha crecido desde "El niño del pijama de rayas" hasta dar vida a un adolescente con el que muchos se sentirán identificados. Anderson, por su parte, olvida los misterios de Scully con un personaje poco frecuente que es todo un regalo para una actriz adulta. En la piel de Jean aborda un 'expediente X' no menos sobrenatural y se sumerge en una ficción que desprende sexo en cada uno de sus fotogramas.
Eric, el mejor amigo de Otis
Porque, si algo es 'Sex Education', es sexo. Afortunadamente su título no se queda en un mero reclamo y hace honor a la naturaleza de la serie. Puede que haga falta algo de 'mente sucia' para percibirlo (que puede ser el caso), pero Laurie Nunn ha creado una ficción repleta de connotaciones sexuales que encaja a la perfección entre las historias más atrevidas propias de la ficción británica. Los desnudos no son un problema para los actores, el montaje se acelera por momentos como si de un salvaje revolcón se tratara y en la composición de planos no faltan alusiones a pechos y formas fálicas. La serie huele a sexo, a sexo con humor y sin remilgos. Es una celebración sexual y una invitación a conocernos a nosotros mismos.
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Mientras Otis inicia su camino de autodescubrimiento mediante la ayuda a los demás, Jean comprende que su total liberación no es suficiente para acercarse a su hijo y ser todo lo buena madre que le gustaría. La química que desprenden en su relación de madre e hijo es uno de los puntos fuertes de la ficción. ¿Será suficiente para romper definitivamente los tabúes... y encontrar la verdad ahí fuera? 'Sex Education' se estrena el viernes 11 de enero de 2019 en Netflix y, como las mejores historias, viene con varias capas de lectura pero igualmente entretenida para adolescentes y adultos.