Con su desembarco en España el pasado 26 de octubre, HBO Max sigue ampliando su catálogo de producciones originales. Después de la dramedia de 'Todo lo otro' y de adentrarse en el género documental con 'Dolores: La verdad sobre el caso Wanninkhof', 'Sin novedad' aporta la comedia más pura a la plataforma de Warner Bros. Para este trabajo, han contado con la escritura de Álex Mendíbil ('Camera café') y Rodrigo Sopeña ('La hora de José Mota'), quien además dirige los seis episodios.
Toni Acosta y Omar Banana en 'Sin novedad'
La ficción de HBO Max resulta muy sencilla, con tres escenarios fijos que pocas veces varían y sustentada en el guion por encima de la acción. Salvo el caso del segmento protagonizado por Toni Acosta y Omar Banana, los otros dos son prácticamente invariables, con conversaciones sentados en donde la acción es mínima. En este punto, recuerda a algunas series cómicas como 'La tira', donde la importancia estaba en los chistes y en la comicidad del diálogo. Sin embargo, deja de lado los sketches para apostar por tramas de continuación, lo que supone un acierto para este subgénero.
Justo en el lado contrario está el caso de Adriana Torrebejano y Pilar Castro. Aunque ambas se mantienen correctas, no se percibe una cohesión suficiente entre ellas como para sustentar una conversación cargada de irreverencias y situaciones surrealistas. Al no lograr esto, el inmovilismo del segmento resulta aburrido y poco interesante. En medio de estos dos extremos se sitúan Carlos Areces y Arturo Valls, quienes fijan un punto más mediocre, pues, pese a que la química entre ellos sí resalta, sumado al buen hacer de Areces, las situaciones que cuentan no aportan nada relevante ni ayudan a provocar la risa.
Adriana Torrebejano en 'Sin novedad'
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'Sin novedad' plantea una premisa interesante, como es una serie de policías alejada de la acción y en donde se tratan las largas esperas. Sin embargo, no consigue dar con la clave para acertar y llevarlo a buen término. Toni Acosta y Omar Banana son lo mejor de esta ficción y lo único capaz de mantener la atención en un metraje que, en ocasiones, se hace poco llevadero. Sostener una producción en el guion es muy interesante en un momento en donde la industria televisiva se nutre de planos cada vez más rápidos y un movimiento constante para entretener al espectador. El problema está cuando ese guion, más importante que nunca, no cumple con los mínimos.