OPINIÓN

Crítica de 'SOZ: Soldados o Zombies', una apuesta descerebrada por sus géneros

La serie mexicana de Amazon Prime Video explora una incompleta fusión entre tópicos del narco y de los zombis, con el español Sergio Peris-Mencheta liderando un reparto internacional particularmente inspirado.

Amazon Prime VIdeo

Por Óscar Arenas El 20 de Agosto 2021 | 11:02

A lo largo de la década de 2010, el fenómeno de 'The Walking Dead' inició una moda de lo zombi en la cultura popular que parecía imparable. A mediados de esa década, 'Narcos' establecía otro subgénero como tendencia, en este caso el criminal centrado en el narcotráfico. En pleno 2021, ambas modas parecen estar algo cuestionadas. Aunque ha generado todo un universo de spin-offs, el filón de 'The Walking Dead' va a llegar a su final tras 11 temporadas y 'Narcos: México', secuela del éxito de Netflix, no ha tenido el impacto de su predecesora. Así las cosas, 'SOZ: Soldados o Zombies' pretende cabalgar lo que podría ser el final de estas dos olas a la vez, sin innovar en ninguno de sus géneros pero sin tampoco fallar a la hora de replicar sus aciertos, al menos en lo estético.

Sergio Peris-Mencheta es el narco Alonso Marroquín en 'SOZ'

Ni mucho soldado, ni mucho zombi

Un ataque zombi se desata en 'SOZ'

Al no ser tanto una mezcla de géneros como una serie de un género que comienza a darse la vuelta hacia otro, las tramas acaban por no casar demasiado. Todos los planteamientos interesantes de la historia de narcos inicial son atropellados y difuminados por la amenaza posterior de los muertos que caminan. Esto se percibe de forma muy notoria con el errático arco de Lucas, el hijo de Marroquín, encarnado por la inspirada y sorprendente interpretación infantil de Nery Arredondo. El personaje comienza teniendo unos conflictos con su padre que van en múltiples direcciones, pero que se enraizan en cuestionar sus actividades ilegales y las consecuencias que han tenido para su familia. Sin embargo, al final acaba asumiendo el rol típico del listillo que alerta sobre la amenaza zombi y no se le hace demasiado caso hasta que es demasiado tarde, sin abordar esas inquietudes iniciales que, por como finaliza la historia, no parece que tuvieran importancia ni en una hipotética segunda temporada.

Carlos Valencia como el desaforado Romeo en 'SOZ'

Menos mal que los zombis hablan poco

Fátima Molina interpreta a Lilia, la voz de la conciencia de 'SOZ'

La intención declarada del productor y principal impulsor de esta serie, el argentino Nicolás Entel, era lanzar su mensaje sobre lo que ha aprendido en torno al problema del narcotráfico en la frontera entre México y Estados Unidos. Eso y, por supuesto, crear una entretenida ficción de género con tintes de serie Z. Lo segundo lo ha conseguido, merced de la dirección del realizador mexicano experto en gore Rigoberto Castañeda. Lo primero está menos claro, ya que el tratamiento de la realidad del narco no parece el mejor para alejarla de estereotipos y del desvergonzado blanqueamiento de su figura que en muchas ocasiones se hace en el entretenimiento.

Y de segundo... ¿más zombis?

Uno de los muertos vivientes de 'Soldados o Zombies'

De todas formas, no es ésta una serie para la reflexión, precisamente. Sus ocho episodios de en torno a media hora apenas dan para ello, especialmente con tanto personaje aguardando su momento. Sobre todo, esta es una serie para disfrutar con la acción de los zombis que, aunque tarda algo en llegar, puede resultar muy satisfactoria para los fans de estos monstruos. Es verdad que el CGI en muchas ocasiones roza lo aceptable para la credibilidad, pero sí que están muy logradas las caracterizaciones de los muertos vivientes y su planteamiento, que logran construir una amenaza a un tiempo terrorífica y fascinante.