OPINIÓN

Crítica de 'Tales from the Loop', el 'Black Mirror' de Amazon en el que cada día es San Junipero

La ambiciosa apuesta de Prime Video convierte la ciencia ficción en un elemento mundano, supeditado a las emociones de los personajes que lo habitan.

Por Alejandro Rodera El 27 de Marzo 2020 | 11:10

'Tales from the Loop' es una serie inusual, tanto por su punto de partida como por su enfoque. La nueva producción original de Amazon Prime Video adapta las fascinantes ilustraciones de Simon Stalenhag, que aúnan bellos y decadentes paisajes con espeluznantes creaciones tecnológicas, y lo hace desde una ciencia ficción intimista, propulsada por relatos humanos que exploran temas tan universales como la maternidad, la mortalidad o la soledad. Estas cuestiones conviven en un espacio futurista pero cotidiano, en el que el concepto de "imposible" no tiene cabida, ya que las realidades alternativas, los viajes en el tiempo y las construcciones revolucionarias están a la orden del día. En 'Tales from the Loop' lo insólito es un hábito, y los destellos de excelencia se alcanzan a través de los pequeños detalles.

Jonathan Pryce y Duncan Joiner en 'Tales from the Loop'

El elemento central de la serie es el Loop, una pionera instalación científica construida bajo un pueblo de Ohio. En ese enclave de investigación se pretende dar respuesta a los interrogantes más profundos del universo, pero lo verdaderamente interesante ocurre al aire libre, ya que cada episodio de 'Tales from the Loop' sigue a personajes diferentes, vecinos de este inclasificable entorno conscientes de que los sucesos más extraños forman parte de la rutina. De esta manera, la ciencia ficción se convierte en realidad, favoreciendo la normalización de lo fantástico en detrimento de la grandilocuencia que suele acompañar al género.

Joiner y Abby Ryder Fortson investigan sobre el Loop

Repertorio de prismas

Como toda antología capitular, el impacto de 'Tales from the Loop' varía de episodio en episodio, pero lo que tienen en común las tres entregas a las que hemos tenido acceso es un apartado visual espectacularmente cuidado. El piloto, que sienta las bases de la hermosa estética de la serie, corre a cargo del cineasta Mark Romanek, que ya se zambulló en la ciencia ficción más humana con "Nunca me abandones" a partir del guion de Alex Garland, todo un referente de esta corriente con títulos como "Ex Machina" o la reciente 'Devs'. Este primer episodio es una declaración de intenciones, tanto de las positivas como de las menos efectivas. Para no destripar su argumento no vamos a comentar nada de su contenido, más allá de que lo previsible de su giro no tiene mayor relevancia, ya que va en consonancia con esa normalización de lo sobrenatural. Lo mismo sucede en el resto de capítulos, que no se esfuerzan tanto en sorprender a base de volantazos sino en emprender un viaje, y aunque al piloto le cueste arrancar, ese concepto va ganando fuerza con el paso de los episodios.

Ato Essandoh busca compañía en 'Tales from the Loop'