Como sucesora de 'The Good Wife', probablemente una de las mejores series de los últimos tiempos, a 'The Good Fight' le ha pasado un poco como a la sociedad que intenta reflejar: le ha costado adaptarse a los nuevos tiempos. Mientras la serie madre coincidía completamente con la era Obama, aquellos tiempos de relativa normalidad civil y democrática, 'The Good Fight' tuvo que rehacer parte de su piloto tras la victoria de Donald Trump porque todo el comienzo de la serie se había escrito con la victoria de Clinton en mente.
Desde entonces, y a lo largo de tres temporadas, la serie ha tenido que ir avanzando a un ritmo en el que la realidad más absurda siempre iba por delante de la ficción más imaginativa. Y esto, con el tiempo, había dado lugar a una tercera temporada que más que una crítica de situación que nos estaba tocando vivir, se había convertido ya en una parodia.A esto hay que sumarle el traspiés inicial de intentar plantear este spin-off como una serie coral de abogados cuando todo el peso tendría que haber recaído sobre Diane Lockhart. Si Julianna Margulies era capaz de llevar sobre sus espaldas los 22 capítulos de 'The Good Wife', la no menos brillante Christine Baranski podía hacer lo propio con las más reducidas temporadas de 'The Good Fight'. Intentar poner a su altura a Rose Leslie fue un error que, aunque no perturbó la primera temporada, sí ha evitado que la serie haya progresado como debiera.
Christine Baranski gana protagonismo en la cuarta temporada de 'The Good
Pese a todo, 'The Good Fight' ha demostrado ser la niña mimada de CBS All Access, el servicio de streaming de la cadena, y han vuelto a confiar en ella con una cuarta temporada que arranca con un capítulo escrito por sus creadores, Michelle y Robert King. Es difícil saber cómo evolucionará la trama a lo largo de esta cuarta temporada, ya que el primer capítulo es un especial autoconclusivo, pero parece tener la intención de hacer borrón y cuenta nueva.
Cuidado con lo que deseas
Primero, porque este episodio está centrado única y exclusivamente en Diane Lockhart. Con Rose Leslie definitivamente fuera de la serie y Cush Jumbo como un personaje más, parece que 'The Good Fight' por fin ha decidido convertirse en la serie de Christine Baranski. Y nos encanta. Porque se nota que Baranski no solo es buena en su trabajo, también transmite al espectador la sensación de estar pasándoselo bien en la piel de Diane.
Sin hacer demasiados spoilers, el capítulo "The Gang Deals with Alternate Reality" (si en la temporada pasada le copiaron la forma de titular de 'Friends', parece que esta vez se lo van a copiar a 'Colgados en Filadelfia') se sitúa en una realidad alternativa en la que Hillary Clinton ha ganado las elecciones a Donald Trump. Diane, que primero no se lo cree, pronto descubre que todo tiene consecuencias cuando tiene que representar a Harvey Weinstein en el bufete: sin la victoria de Trump, todo el movimiento #MeToo nunca había existido.
El episodio en una pequeña obra de arte por tres motivos: primero, es tremendamente entretenido. Bien rodado y bien imaginado, tiene ese punto de humor distópico y absurdo pero a la vez es bastante fiel de lo que habría sido una victoria de Clinton: gente quejándose por cosas insignificantes comparado con lo que nos está tocando vivir ahora.
Segundo, toda la reflexión que incluye con respecto a cómo un hecho aparentemente insignificante puede cambiar una sociedad es apabullante. El efecto mariposa. En teoría, que una mujer accediese a la Presidencia de los Estados Unidos debería ser un empujón para las mujeres en el mundo pero finalmente acaba siendo lo contrario.
Tercero, la crítica que incluye a la sociedad y al poder sigue tan vigente como siempre. Diane intenta iniciar el movimiento "Me Too" ella misma pero es censurada en televisión. La gente confirma que todo el mundo sabía lo de Weinstein pero siguen decidiendo correr un tupido velo sobre sus escándalos, sobre todo si hay dinero por delante.
Parece pues, que 'The Good Fight' ha vuelto en forma. Con un episodio que sirve como reseteo de tramas pasadas y nos obsequia con una divertida y extraña reflexión por la que casi acabas dando las gracias por la victoria de Donald Trump. Y eso que no les ha dado tiempo a integrar aún al coronavirus... La cuarta temporada de 'The Good Fight' se estrena en Movistar+ este próximo 9 de abril.