Navegar por el multiverso es complicado, y lo es más todavía si lo haces con tu peculiar familia. La tercera temporada de 'The Umbrella Academy', que se estrena el 22 de junio en Netflix, arranca en el momento exacto en el que termina la segunda: el primer encuentro entre los Umbrella y los Sparrow en la Academia.
Tras casi dos años esperando desde el estreno de la segunda tanda de capítulos, Steve Blackman, showrunner de la ficción, nos presenta a los seis (o siete si contamos a una extraña caja de energía que se llama Christopher) superhéroes criados por el misterioso y turbio Sir Reginald (Colm Feore), que en esta realidad se muestra algo diferente.
Colm Feore es Reginald Hargreeves de 'The Umbrella Academy'
Los primeros episodios de esta tercera temporada de 'The Umbrella Academy', mucho más emotiva que cualquiera de las dos anteriores, sirven para que los Umbrella se laman las heridas tras conocer a los poderosos, aunque sin corazón, Sparrow. De esta manera, en el primer tramo de la serie, el espectador va entendiendo, al mismo tiempo que lo hacen los protagonistas, la situación y la paradoja en la que están metidos, allanando así el terreno de la que podría ser su mejor temporada por varios motivos.
Misma importancia
Uno de ellos es la manera en la que todos los hermanos Hargreeves tienen sus propias tramas y sus propios dilemas, sin dejar a ninguno algo desconectado, algo que sí ocurría en temporadas anteriores con Diego. De hecho, el personaje interpretado por David Castañeda tiene un arco de lo más divertido, que consigue darle mucho más sentido a Diego y a la personalidad de este.
Por otra parte, Klaus (Robert Sheehan) también tiene mucho más peso, aunque su historia parece estar algo desconectada del resto en algunos momentos. Incluso Luther (Tom Hopper), el torpe y enamoradizo Número 1, tiene una trama romántica que consigue que el personaje pase de ser un poco molesto a alguien entrañable. El pequeño, y la vez viejo, Número 5 sigue sin tener un nombre, pero su principal motivación continúa siendo salvar el mundo.
Elliot Page y Emmy Raver-Lampman en 'The Umbrella Academy'
Respecto a Vanya, deja de llamarse así para ser Viktor, tratando de una manera de lo más natural su transición, al igual que Elliot Page. Él, junto a Allison (Emmy Raver-Lampman) protagonizan una de las relaciones que más evoluciona y que más presencia tiene en la tercera temporada de 'The Umbrella Academy', siendo uno de los claros ejemplos de la emoción que derrochan estos episodios.
Al borde del apocalipsis
Así pues, la familia, la mortalidad, el amor, la identidad de género, el abandono, el perdón y la confianza son algunos de los temas que se exploran en la serie basada en los cómics homónimos escritos por Gerard Way. Todo esto, intentando evitar un tercer apocalipsis global, planteando muchas preguntas y pocas respuestas al respecto.
Emmy Raver-Lampman, David Castañeda y Robert Sheehan en 'The Umbrella Academy'
A pesar de todos estos puntos positivos de la temporada 3, hay también varios negativos que es necesario señalar. El primero de ellos es algunos de los efectos especiales. Con el ritmo de las peleas, que no son pocas, en muchas ocasiones no los percibes, en otras, ciertos CGI, imágenes creadas por ordenador, chirrían un poco. Otro de los aspectos que no me ha gustado ha sido la forma de desaprovechar los personajes de Pogo y Grace. Por último, y no tiene por qué ser algo negativo en realidad, es que el antagonista de la tercera temporada no está tan definido como en las dos anteriores.
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En definitiva, los 10 capítulos de la tercera temporada de 'The Umbrella Academy' consiguen que diversos géneros coexistan y vale la pena dejarse llevar por las energías del Hotel Obsidian, lugar donde transcurre casi toda la historia, recogiendo así la esencia de los Umbrella en un punto, sin perdernos en diferentes localizaciones o líneas temporales.