Crítica de 'Toy Boy': El calentón de una Antena 3 que vira a lo comercial

La inauguración más esperada de la temporada está a punto de producirse. Antena 3 lo tienen listo para abrir las puertas del Club Inferno, su nuevo local de striptease. Sí, no me he vuelto loco, la cadena se va a ver invadida por strippers este otoño y es que ha llegado el momento de que vea la luz 'Toy Boy', la nueva serie original de Atresmedia, que llega de la mano de Plano a Plano y que une sexo, política, amor, ambición y celos. La cadena apuesta por un producto muy comercial, que no tiene pretensión ninguna y que evidentemente no se va a llevar ningún premio por la calidad de sus guiones o de algunas de sus interpretaciones. Eso sí, posiblemente tampoco lo pretenda.

César Benítez, Juan Carlos Cueto y Rocío Martínez son los creadores de esta serie dirigida por Iñaki Mercero y Javier Quintas y que cuenta con un guion de Juan Carlos Cueto, Rocío Martínez, Almudena Ocaña, Fernando San Cristóbal, Pablo Roa y Ramón Tarrés. María Pedraza, Jesús Mosquera y Cristina Castaño son los protagonistas de la serie, la última con episodios de 70 minutos. Y precisamente ahí reside uno de sus problemas porque al primer episodio le sobran minutos. Posiblemente este proyecto hubiese ganado con un capítulo más corto y directo; nos encontramos con decenas de momentos prescindibles que no hacen más que entorpecer el ritmo de la historia.

Una serie a la que le sobran minutos

¿Es una serie lenta, entonces? No. La trama se desarrolla con ritmo, abre muchas historias de forma paralela y estas avanzan durante todo el piloto, pero sobran minutos. Se echa de menos un episodio mucho más ágil, sin historias secundarias que son completamente prescindibles y que no aportan nada a la trama central. 'Toy Boy' debería ser una serie mucho más directa, en la que no de tiempo ni a respirar, con giros y sorpresas constantes pero no, no sucede así. Se nos permite salirnos de la historia central en infinidad de ocasiones, algo que no tiene demasiado sentido.

Pese a todo, 'Toy Boy' da lo que promete: cuerpos desnudos, hombres muy guapos y erotismo por los cuatro costados. Eso sí, si buscas desnudos integrales o escenas que rocen el límite de poder emitirse en televisión en abierto, en 'Toy Boy' no lo encontrarás. Esta es una serie que juega mucho más con el erotismo, la provocación y la sensualidad, que con el puro sexo. Es un thriller erótico, en el que se insinúa, en el que se quiere dejar al espectador con la miel en los labios. En una serie en la que no faltan abdominales ni slips y en la que se ha invertido poco en tela, es una serie que da al espectador esa provocación que vende en sus avances y tráilers. Pero debería haber ido mucho más y es que no tiene demasiado sentido no llegar al límite, no jugar mucho más dejando al espectador con la boca abierta.

¿Es demasiado básica, entonces? No en exceso. Cuenta con una potente trama política y empresarial que sin duda le da una profundidad necesaria (tampoco demasiada, no exageremos). Eso sí, también encontramos tramas que son de todo menos creíbles y complejas y es que, ¿realmente alguien puede creerse la historia de amor que veremos entre Hugo o Triana? ¿O la relación entre Macarena y el stripper? No. Tampoco brillan demasiado las historias protagonizadas por los diferentes "toys" y es que ni ellos convencen ni sus tramas son excesivamente relevantes y con gancho. En definitiva, 'Toy Boy' tiene un gran problema y es su gran desequilibrio entre sus tramas protagonizadas por todo el reparto más adulto y las que lideran los toys y personajes que les rodean.

María Pedraza no convence

Este era sin duda uno de los proyectos más importantes para la carrera de María Pedraza, y es que pasa de interpretar a una adolescente alocada en sus proyectos anteriores para ponerse en la piel de una joven (e intensa) abogada que no dudará en luchar por demostrar la inocencia de Hugo. ¿Cumple el reto? En absoluto. La vemos completamente sobreactuada, exagerada y fuera de lugar. Nos cuesta creernos su papel y siendo una de las grandes protagonistas, esto es un grave problema para 'Toy Boy'. Pedraza demuestra aquí alguna de sus carencias interpretativas. Viendo el capítulo, nos damos cuenta que quizás no ha sido buena idea ponerla al frente del proyecto.

Tampoco despunta Jesús Mosquera y es que su nula experiencia en el mundo de la interpretación queda patente durante el episodio. Está sobreactuado y exagerado en algunos momentos de la ficción. Aunque pese a ello, el interpretar a un personaje enigmático que no tiene excesivas líneas de guion y con una personalidad cercana a la suya hace que no desentone tanto en el papel. La que no lo hace y es que lo borda es sin duda Cristina Castaño. Este es un personaje hecho totalmente a su medida y es que Macarena es una mujer muy fuerte, de carácter, líder de su familia y que no duda en luchar para conseguir sus objetivos. Vemos a una Castaño totalmente cómoda, creíble y que sobresale (y mucho) por encima de sus compañeros. 'Toy Boy' es sin duda su serie, ella aporta fuerza, veracidad y también mucha sensualidad al proyecto.

Los veteranos de la serie, lo mejor de la serie

¿Y los toys? En la serie les vemos más bailando sin ropa que hablando. Pese a ello, no despuntan pero tampoco hacen unas interpretaciones fatales. Ellos están correctos pero la serie no sabe explotar bien sus respectivas tramas y es que no abre todas sus historias para que se desarrollen durante la temporada. Posiblemente, marcar mucho mejor sus roles en la serie hubiese sido mucho más interesante e inteligente de cara a enganchar al espectador. Unos roles que sí marcan los personajes más adultos, que sin duda funcionan muy bien, que aportan mucha veracidad a la historia y que demuestran que con un buen elenco, esta serie gana enteros. María Pujalte, Pedro Casablanc, Álex Gadea, José Manuel Seda y Adelfa Calvo son sin duda lo mejor de 'Toy Boy'. Sus personajes son profundos, ácidos y diferentes y ellos se comen la cámara y al resto de sus compañeros; son el gran punto a favor con el que cuenta esta ficción.

En definitiva, ¿ver 'Toy Boy' es una buena idea? Pues bien, nos encontramos ante una serie simple, sin pretensión alguna y que deja claro que Atresmedia también quiere apostar por series comerciales, que complemente la ficción de nicho como 'Fariña' o 'Matadero', algo lógico y con sentido si se quiere seguir potenciando la marca. Es una serie que no busca al Emmy pero que sí debería haber buscado mayor sorpresa entre el público, debería haber llegado hasta el final. Pese a todo, si lo que buscas es una serie ligera, entretenida, con mucha carne, con erotismo y ambición, sí terminarás entrando en el Club Inferno.