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'True Detective' nos enseñó a limitar nuestras expectativas. Después del abrumador éxito de su temporada inicial, el creador de la ficción de HBO, Nic Pizzolatto, decidió afrontar la segunda entrega desde un punto de vista diferente, repartiendo mucho más el protagonismo entre un surtido plantel de actores y generando demasiadas tramas vacías, que concordaban con la vacuidad generalizada en la que resultó el relato. No obstante, el guionista también se llevó una enseñanza de aquel estrepitoso fracaso, o al menos eso evidencia el primer episodio de la tercera temporada.
Mahershala Ali en la tercera temporada de 'True Detective'
A tres bandas
Pizzolatto ha reciclado la celebrada estructura de la primera temporada, aunque, una vez más, ha perdido algunos de sus atributos esenciales por el camino. En el primero de los nuevos episodios nos encontramos con un misterioso crimen que tiene repercusión en, al menos, tres líneas temporales, que dialogan entre ellas gracias a una fluida labor montaje. En esta ocasión, el protagonista es Wayne Hays (Mahershala Ali), un veterano de Vietnam que ejerce en los ochenta de inspector policial, y cuya principal virtud es un instinto rastreador que le será de gran ayuda en su caso más desafiante y lúgubre.En esa década tiene lugar el evento que determina el destino de Hays: la desaparición de dos niños. A lo largo del primer capítulo se sientan las bases del caso, se atisba el impacto que ha tenido en el devenir del protagonista treinta años después y se puede apreciar que, entre esos dos extremos de la cronología, se produjo una reapertura del caso en los años noventa. Además, conocemos a la plana mayor del elenco, en el que destacan Stephen Dorff como compañero de patrulla de Hays, Carmen Ejogo como (aparentemente algo más que el) interés amoroso del protagonista, y Mamie Gummer y Scoot McNairy como padres de los niños desaparecidos. Todos ellos aportan algo a la árida personalidad del personaje de Mahershala Ali, que por ahora es el principal hilo conductor del discurso de Pizzolatto.
Stephen Dorff y Mahershala Ali son los detectives West y Hays
Tensiones constantes
En cuanto al estilo visual presentado en el episodio inicial, hay que destacar la labor del cineasta Jeremy Saulnier, responsable de los dos primeros capítulos, que se ha labrado una reputación en la industria cinematográfica con títulos tan impresionantes y estremecedores como "Green Room". La elección del director adecuado fue uno de los procesos que dilató el arranque de la producción de la tercera temporada, ya que no se quería repetir el desastre de su predecesora, que contó con seis realizadores con diferentes visiones creativas y cuyos únicos nexos estilísticos eran las exigencias de Pizzolatto.
Sin embargo, Saulnier, que podía ser considerado el gran fichaje de esta temporada, abandonó el rodaje de la misma antes de tiempo. En marzo de 2018, se hizo público que el director solo dirigiría dos de los cuatro episodios para los que había sido contratado, y todo apuntaba a que esta prematura salida había sido provocada por fricciones con el showrunner de la serie, que iba a dirigir las otras cuatro entregas. Como es público y notorio, no es la primera vez que Pizzolatto choca con el responsable de plasmar sus guiones en imágenes, ya que Cary Fukunaga también tuvo que pelear contra viento y marea para dotar a la primera temporada de su característico estilo. Por lo tanto, la marcha de Saulnier no es baladí y despierta una cierta desconfianza, aunque habrá que ver toda la temporada para comprobar si este interesante arranque es solo un espejismo o una muestra representativa.
Mahershala Ali lidera el reparto de la tercera entrega de 'True Detective'
Los ingredientes necesarios para no recaer
Este primer episodio recuerda a todo aquello que nos llevó a enamorarnos de la serie: regresamos a la estética decadente, oscura y desolada; a las capas narrativas que pueden desenvolver y superponer secretos de tiempos pasados, presentes y futuros; y, en definitiva, a una investigación criminal tan amplia como la vida misma. Y aún así el entusiasmo no se dispara porque, al igual que 'True Detective' ha vuelto a echar raíces en su territorio más prolífico tras un largo barbecho, su principal responsable creativo se ha ganado ser merecedor de un escepticismo del que se puede deshacer si no vuelve a caer en los errores del pasado.
