La tormenta mediática se ha cernido en las últimos semanas sobre Vicente Vallés tras comentar la relación del vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, con el 'caso Dima'. El líder de Podemos habría ocultado presuntamente durante meses la tarjeta del móvil robado a la exasesora del partido, Dima Bousselham, tras haberla recibido de manos del presidente del Grupo Zeta. Otra copia habría acabado en la casa del excomisario Villarejo. Ahora, el caso está en manos de la Audiencia Nacional como parte del caso Villarejo.
Vicente Vallés y Mariano Rajoy
"Podemos se ha abonado a ese discurso que ya utilizó en las elecciones de que hay una campaña de las cloacas del Estado. Una campaña que, de existir, no ha evitado que Podemos esté en el poder ni que su líder sea vicepresidente del Gobierno", reflexionó Vallés el pasado 30 de junio. "Es decir, Iglesias decidió que no convenía someter a más presión a Dina Bousselham, una mujer que es mayor de edad. Consideró por su propia cuenta que era mejor para Bousselham no tener la tarjeta, aunque ella era su legítima propietaria", añadió.
Días después, Iglesias reaccionó calificando al presentador de 'Antena 3 noticias 2' de "presunto periodista". Más contundente fue su compañero Pablo Echenique: "En realidad, lo que le pasa a Vicente Vallés es simple, y es lo mismo que le ocurre a toda la derecha y la ultraderecha: le produce sarpullido que las cloacas no consiguieran su objetivo y Unidas Podemos esté en el Gobierno. Está en su derecho, pero que no lo llamen 'informativos'", reclamó el portavoz de su partido en el Congreso.
Críticas a Rajoy en 2015
Las críticas a Vallés han traspasado la élite política y las redes sociales han recogido un avivado debate sobre el asunto en las últimas fechas. En esa maraña de tuits, un usuario compartió un vídeo del propio Vicente Vallés en 2015, cuando Mariano Rajoy era presidente del Gobierno. En aquella época, Vallés tampoco se mordía la lengua para comentar con tono incisivo la actitud del líder del Partido Popular.
"A Rajoy nunca le ha gustado el ruido mediático, los medios siempre le resultan perturbadores y los evita cuando puede", expone el presentador de Atresmedia, convencido de que en su estilo político los titulares de prensa era "un inconveniente". Según Vallés, Rajoy había planificado una legislatura monotemática sobre la progresiva recuperación económica, pero "este mandato es inevitable que se recuerda también por la corrupción, el soberanismo catalán y algunos abandonos muy llamativos", apuntaba acerca de la dimisión de los ministros Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Mato, y el presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique. "Mucho ruido y poca calma", definía entonces Vallés.
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En cuanto a los casos de corrupción, que coparon titulares especialmente con el estallido del caso Bárcenas, Vallés opinaba, sin nombrar a nadie, acerca de aquellos políticos que esquivaban la polémica aun cuando tocaba de cerca a su formación. "Un alto cargo se ve en la tesitura de elegir entre ser tomado por ladrón o ser tomado por tonto, y suele preferir lo segundo. Probablemente porque el robo está penado por la Ley, mientras que la inutilidad solo la castigan los medios de comunicación. Muchos de esos que han preferido pasar por incompetentes que por corruptos han renovado sus cargos en las urnas", dejaba caer en su día.