Emmy 2020: La gala más atípica marcada por el coronavirus, pero con Jimmy Kimmel de sobresaliente

Lo tenían muy, pero que muy complicado. La Academia de Televisión y ABC se enfrentaban a una ocasión única: celebrar la gala de los Emmy en plena pandemia de coronavirus y sin la posibilidad de mantenerse cerca los unos de los otros ni tener a los nominados en la platea esperando a que dijeran su nombre para subir al escenario a recibir el premio y dar su discurso de victoria.

Pero lo cierto es que han conseguido solventar todas estas trabas a la perfección. Lo tenían todo predispuesto a que saliera mal con cerca de un centenar de equipos dispersos por Reino Unido, Estados Unidos y Canadá para emitir la señal de los nominados y han logrado mostrar ejemplo con unas conexiones impecables desde la sede de los premios y las casas de los famosos. Salvo pequeños fallos técnicos que caerán en el olvido, la gala ha sentado cátedra, demostrando a las que vendrán cómo tienen que hacerlo.

Sencillez, sobriedad y agilidad como ingredientes

Jimmy Kimmel ha iniciado la gala con un discurso en el que mencionaba la situación actual tanto a nivel sanitario como político y en donde interactuaba con un público que le reía las gracias. ¿Pero qué público? La organización ha colocado durante este monólogo imágenes de la edición anterior, descubriendo finalmente el pastel y el vacío al que se enfrentaba el presentador. Este ha sabido mantener muy bien la tónica general durante toda la gala, con pequeñas puntillas de humor donde hacía falta y coordinando sin problemas a los presentadores de los premios que acudían en solitario para anunciar quién ganaba qué categoría.

Los Emmy 2020 pasarán a la historia por su hacer durante la pandemia, pero también por lograr llevar un buen ritmo. Aquellos y aquellas que iban a dar un premio no hacían largas presentaciones y precisamente esta brevedad ha sido la que ha ayudado a que todo fuera muy rápido. Tres horas de gala en donde no han hecho falta actuaciones musicales ni un gran despliegue sobre el escenario. La sencillez y la sobriedad han resultado las mejores aliadas de Kimmel. Algo tan simple como quemar unos sobres en una papelera ha servido para que Jennifer Aniston se ganara uno de los mejores momentos de la velada.

No podía faltar la política, aunque comedida

Ha sido una edición en donde se ha apostado mucho por la mujer y por la diversidad, con un gran número de presentadoras, de personas negras y miembros del colectivo LGTB. Además, en los entreactos se mostraban las profesiones que han protagonizado y siguen protagonizando la pandemia y cómo las mujeres se enfrentan a estos trabajos que tanto han ayudado a que el mundo siga adelante pese a todo.

Eso sí, la política no podía faltar y menos en un año tan importante para la sociedad estadounidense como es el de las elecciones presidenciales. Varias críticas a Trump, aunque sin entrar en un discurso ácido, a la represión que sufren los afroamericanos por parte de la policía, el recuerdo a víctimas como Breonna Taylor y la petición a los espectadores de que se registren para poder votar. Sin embargo, y salvo el caso de Mark Ruffalo, ningún discurso ha estado plagado de menciones políticas, siendo estos, además, bastante rápidos.

La gran triunfadora de la noche ha sido 'Schitt's Creek'. Desconocida para muchos, la comedia se ha alzado con los siete galardones de dicho bloque, es decir, los cuatro interpretativos que se daban esta noche, dirección, guion y serie. En los otros bloques la cosa ha estado algo más repartida, aunque ha habido claras ganadoras. 'Watchmen' se ha hecho con el control de las miniseries y TV Movies, ganando cinco de estos premios, mientras que 'Succession' ha brillado en el drama viendo repetido su nombre cuatro veces (más otro premio interpretativo entregado anteriormente).