'Supervivientes' es una de las grandes apuestas de Telecinco. Después de 21 temporadas, el reality es líder de audiencias en cada una de sus emisiones. Los concursantes que se trasladan hasta Honduras luchan por sobrevivir en una isla sin ningún tipo de comodidades. A pesar del juego que eso puede dar en televisión, se ha descubierto la cruda realidad que se esconde detrás de la emisión del formato de Bulldog TV.
El espectáculo que conlleva este programa empaña la realidad de los isleños que habitan en la zona. Aunque durante la emisión del reality parece que la isla está desalojada, la realidad es que durante el resto del año hay cientos de personas que intentan sobrevivir en ese territorio. Sin embargo, tienen que abandonar sus hogares para ver cómo se van quedando poco a poco sin recursos para poder sobrevivir ellos también.
Isla donde se graba 'Supervivientes'
El Confidencial ha desvelado que los nativos de la isla tienen que cumplir una serie de normas durante la grabación del programa: "Hay áreas completamente vetadas para nosotros. No podemos ni pasar porque entonces te coge una cámara y se rompe esa ilusión de que las islas están deshabitadas", contaba Juana Martínez, una nativa garífuna.
Asimismo, ha contado cuál es la verdadera preocupación de la empresa que explota la isla para las grabaciones: "Cuando se graban los 'realities', en torno a cuatro meses al año, no nos dejan ni pasar por ciertas playas. Vivimos de la pesca y no podemos pescar. Esto nos sitúa en una situación de vulnerabilidad que se acentúa con la presencia de militares armados en la zona a los que solo importa que 'Supervivientes' vaya bien", explicaba.
Lo más leído
Una lucha por la supervivencia
Toda esta situación hace que los nativos de Cayos Cochinos tengan que enfrentarse, cada vez más, a la desaparición de determinados recursos, los cuáles necesitan para sobrevivir. De hecho, su vida no solo está en riesgo por la falta de alimentos, también tienen que enfrentarse a la presencia de militares con rifles en la zona para actuar en el caso de que algún isleño no cumpla las normas. Este fue el caso de Jurdin Zúñiga, quien fue a Cayo Chachauate para poder pescar algo de comida para su familia, pero tuvo que suplicar que no le disparasen cuando las autoridades hondureñas le quitaron todos los bienes que había conseguido.