Después de casi 200 duelos entre Rafa Castaño y Orestes Barbero, por fin uno de los dos se ha hecho con la victoria en 'Pasapalabra'. Rafa se lleva 2.272.000 euros, el bote más grande de la historia del concurso que da fin a la rivalidad más importante y longeva de sus más de dos décadas en antena. No obstante, el concursante no ingresará esta cantidad de forma íntegra, sino que Hacienda se lleva una gran parte.
En primer lugar, la propia productora retiene de forma anticipada un 19% de la cantidad del bote, ya que Hacienda lo considera una ganancia patrimonial. Es decir, que el importe total se reduce hasta los 1.840.320 euros. Este es solo el primer paso, la primera retención. En la declaración de la renta del año siguiente, el ganador deberá pagar la cantidad restante que le corresponde dependiendo de la comunidad autónoma en la que esté empadronado, ya que los tramos y tarifas son distintas en cada una de ellas.
Rafa Castaño gana el bote histórico de 'Pasapalabra'
Rafa es de Sevilla, por lo que tributaría en Andalucía. La cuota estatal común para toda España (excepto País Vasco y Navarra) es del 24,5% del premio. La región andaluza aplica además un 22,5%, lo que da un total de un 47% del dinero que no va a parar a manos del concursante. Al final, Rafa ingresa de forma neta 1.204.160 euros, mientras que se quedan por el camino 1.067.840 euros para las arcas del Estado.
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¿Y si no hubiera ganado Rafa?
A Orestes le hubiera salido más barato llevarse el bote. El concursante, a pesar de que nació en Burgos, vive en Pamplona, la capital navarra. Esta región posee un régimen foral propio por el que no se aplica la cuota estatal de 24,5%. En su lugar, Orestes debería haber destinado a Hacienda el 46%, es decir, 1.045.120 euros, quedándose de forma neta con 1.226.880 euros. Por tanto, el filólogo hubiera obtenido algo más que su rival. Sin embargo, tendrá que conformarse con los más de 210.000 euros acumulados en su cartera particular que sí se lleva.