SOLA E INCOMPRENDIDA

'Cuéntame cómo pasó': Mercedes combate por fin el machismo de Antonio y reivindica su derecho a ser feliz

En el 20x08, la matriarca de los Alcántara se desahoga con sus nuevos amigos, Max y Fabiola, y planta cara de una vez por todas al Antonio más machista e incomprensivo.

Por Redacción El 17 de Mayo 2019 | 13:27

"Mi vida ha sido ser madre, ama de casa, ahora abuela. Yo he dedicado mi vida a cuidar a mi familia". Harta del sufrimiento que le provoca su matrimonio, siempre a la sombra de esa figura autoritaria y egocéntrica llamada Antonio Alcántara, Mercedes se confiesa así delante de un desconocido. Explota por pura desesperación, como el globo que no resiste más carga de agua, pero en forma de frustración. "Me siento perdida", repite una y otra vez, incapaz todavía de afrontar sus miedos. Menos mal que tiene a Max y Fabiola, aunque lo que realmente necesita es, por primera vez en su vida, estar sola.

Mercedes se enfrenta a Antonio en 'Cuéntame'

Víctima de la ansiedad, el personaje de Ana Duato no está lista para volver a San Genaro tras su accidente y posterior huida del hospital. Por eso, al principio del 20x08 Mercedes se refugia en un hotel de Miraflores junto a su nueva amiga, Fabiola (María Botto). Allí conoce a Max, el encargado del local, quien se presta a ayudarla sin reservas. Él aprendió lo que significa pasar página de la manera cruel, ya que perdió a sus dos hijos y a su mujer en el fatal accidente del camping de Los Alfaques.

Mientras su mujer atraviesa una poderosa crisis existencial, Antonio, como de costumbre, vive ajeno a sus sentimientos y se centra en dejar atados sus negocios de cara a la Expo, en Sevilla. Sin embargo, cuando regresa a la boda se encuentra con una situación totalmente inesperada: "¿Mercedes ha tenido un accidente? ¿Y a dónde se ha ido? No entiendo nada", lamenta ahora, sin percatarse de que lleva sin entenderlo toda la vida.

Ante la incertidumbre, el personaje de Imanol Arias sale raudo hacia las dependencias de la Guardia Civil para recoger el coche accidentado de su esposa, y nada más entrar se sorprende con la noticia de que ya ha llamado "otro hombre". Fuera de sí, decide esperar junto a Ramón la llegada de Mercedes con ese hombre misterioso, que no es otro que Max.

Un antes y un después

Como era de esperar, la actitud de Antonio al ver a Mercedes no puede ser más machista y posesiva: "¿Qué haces tú en ese coche y ese quién es? ¿Qué me estás haciendo? ¿Qué pintabas tú en Miraflores? ¿Esto qué es?", le reprocha indignado a su mujer. Pero por fin, después de tanto sufrimiento acumulado, tras mil y una penurias soterradas bajo el orgullo de esa madre, abuela e hija imperturbable, Mercedes decide plantar cara y pensar, por primera vez pero nunca tarde, en sí misma: "¿Pero cómo que qué te estoy haciendo? Eres un gilipollas", le espeta descargando su frustración del golpe. Antonio le dice que elija: o sube al taxi o se queda allí. Ella elige lo más sabio: "No. Así, no", zanja Mercedes.

El 25 de febrero de 1990 quedará para el recuerdo como el día que el mundo de los Alcántara cambió para siempre. El día que su pilar maestro, el punto de apoyo para el resto de la familia, decidió hacer frente al machismo y volar lejos del yugo asfixiante de su marido. Si dicen que Herminia es la abuela de España, Mercedes podría ser también el fiel reflejo de millones de madres en nuestro país, para bien y para mal. Mercedes es una de tantas mujeres fuertes, inteligentes, trabajadoras incansables, responsables del hogar, estrictas pero a la vez cariñosas y comprensivas. Y siempre, por encima de todo, preocupadas por los suyos. Tanto que a veces, por desgracia, se olvidan hasta de ellas mismas.