Daenerys, objeto de envidia en 'Las que faltaban': "¿Cómo puede ir tan mona cuando no hay ningún estilista?"

Recurriendo como siempre a su habitual humor, el programa de Movistar+ presentado por Thais Villas, 'Las que faltaban', recibió en una de sus emisiones a sus distintas colaboradoras, entre las que se encontraba Susi Caramelo. Durante su intervención, la humorista sorprendió al hablar de distintos focos de su "envidia", entre los que se encontraba un personaje muy conocido de la exitosa serie 'Juego de Tronos': Daenerys Targaryen.

"Quería hablar de la envidia, porque la envidia en España está más extendida que el papiloma. La coges sin contacto físico siquiera, no hace falta ni que salgas de tu casa", comenzó la colaboradora, antes de añadir que bastaba con "abrir Instagram y observarse a uno mismo mientras no le dabas like a nadie". "Por eso hoy, quiero salir del armario como envidiosa y confesarle a todo el mundo por quién siento envidia profundamente, y no me da ninguna vergüenza admitirlo", prosiguió Caramelo, tajante.

"La primera que me da un asco que te cagas es Kalheesi, de 'Juego de Tronos'", confesó la humorista, que cuestionaba que Daenerys fuera siempre "tan monísima cuando no había ni un solo estilista en ninguno de los Siete Reinos". "Eso es genética. Cuando naces peinada, es genética", alegó Susi. "Encima la tía va decolorada y, fíjate, nunca le salen raíces. Ni siquiera puedo meterme con ella y decirle lo de 'rubia de bote, chocho morenote'", protestó la colaboradora, ante lo que sus compañeras señalaron que "era una peluca". "Sabía que no era rubia natural", bromeó Caramelo.

"Molaría tener un dragón"

"Esta tía va en dragón a todas partes. Y yo luego pensando que soy guay porque voy en Cabify", prosiguió la colaboradora. "¿Sabes lo que me molaría a mí tener un dragón, aunque solo fuera para que me encendiera los pitis? Lo que no sé es como no ha llegado todavía Arya Stark y le ha arrancado la cara para ponérsela ella. Qué ganas de seguir yendo con esa cara...", concluyó la humorista, antes de dar paso a otros objetivos de su declarada envidia.