A diario viajamos por las entrañas de nuestras ciudades para desplazarnos de un lugar a otro, pero nunca nos preguntamos qué esconde el subsuelo. En 'Temple', ese espacio inhóspito es el enclave idóneo para que Daniel y Lee, un cirujano y su enigmático socio, instauren una clínica al margen de toda legalidad. La nueva serie original de Sky España se adentra en los pasadizos subterráneos de Londres para narrar un thriller en toda regla, en el que también tienen cabida las pulsiones románticas y unos toques de humor muy característicos.
Para hablar de esta danza de géneros, sobre el fin del mundo y de mucho más, hemos conversado con Daniel Mays, que protagoniza la ficción británica junto a Mark Strong, y a quien podremos ver próximamente colaborar junto al creador de 'La Casa de Papel', Álex Pina, en su nueva serie para Netflix, 'White Lines'.
Daniel Mays se encuentra más cómodo bajo tierra en 'Temple'
¿Qué papel juega Lee en esta clínica clandestina?
Daniel Mays: Es uno de los principales protagonistas, ya que es quien establece la clínica en primer lugar. Su trabajo le lleva a acceder a un espacio en desuso en la zona subterránea de Londres. Está obsesionado con ser autosuficiente y prepararse para el fin del mundo. Entonces, es contactado por el personaje de Mark Strong, Daniel, y crean una especie de conexión. Al principio de la serie, Lee le propone llevar a cabo una operación ilegal a un amigo suyo, para la que él proveería el espacio y el equipo. Y debido a la enfermedad terminal de su mujer, Daniel termina creando la clínica junto a Lee bajo la estación de metro de Temple.
¿Tiene algo de ideológico el hecho de tratar en la clínica a personas en los márgenes de la sociedad?
DM: Sí, Lee se prepara para el fin del mundo de una forma apasionada, prefiere estar en el búnker a salir al exterior. Es un personaje aislado y solitario, ridiculizado por sus compañeros de trabajo. Así que en la nueva clínica se encuentra en el paraíso. Junto a Daniel, forma una extraña pareja, porque son codependientes el uno del otro y llevan vidas totalmente diferentes.
Como dices, Lee y Daniel son socios. Estamos acostumbrados a ver a Mark Strong como el héroe o el villano, así que ¿cómo ha sido mostrar a un personaje que no se acobarda ante su presencia?
DM: Como tienen esa dependencia, confían el uno en el otro. Aunque la situación de Daniel sea tan terrible y esté tan desesperado, y seguramente sea consciente en el fondo de las lagunas morales, acaba contactando con Lee y así arranca la historia.
A pesar del tono oscuro de la serie, Lee le aporta un cierto toque de humor, ¿sientes que es el alivio cómico?
DM: La serie está escrita por Mark O'Rowe, que es un guionista y dramaturgo maravilloso. Tiene ese ingenio irlandés que ha aplicado en particular a Lee. El atractivo de los guiones es que son conmovedores, oscuros y moralmente cuestionables, pero al mismo tiempo hay espacio para las risas en ciertos momentos. Por eso intento interpretar a Lee de la manera más tridimensional posible. Tiene las mejores intenciones, pero toma malas decisiones. Eso es lo que me encanta de él y de la serie.
Daniel Mays interpreta a Lee en 'Temple'
Estamos acostumbrados a ver series como 'Peaky Blinders' que muestran el crimen con glamour. Sin embargo, en 'Temple' vemos a Lee reaccionando a momentos desagradables y limpiando la sangre cuando es necesario, ¿representa así una cara más prosaica del crimen?
DM: Tiene ciertas conexiones con la criminalidad, está inmerso en la deep web. Hay aspectos dudosos de su personalidad, como el hecho de que proponga a Daniel crear la clínica. No le quería interpretar como un criminal sin más, porque realmente es muy sensible, solitario e insular. Mi intención era hacerle entrañable y simpático. Todos los personajes del búnker tienen algo con lo que se puede empatizar, están ahí por una razón. Porque si no te caen bien los personajes, la serie no va a funcionar. Además, el búnker se convierte en un personaje, un refugio alejado de todo lo que sucede en la superficie.
La premisa de establecer una clínica bajo el metro es bastante insólita, ¿piensas que la integración de nuevos competidores en la industria televisiva ha dado pie a ideas más arriesgadas?
DM: El mercado televisivo está saturado de nuevas series. La oportunidad de interpretar a un personaje durante un largo período de tiempo es muy atractiva. Y supongo que la gente consume las cosas de manera diferente, ahora se devoran las series en un par de días. Pero ahí reside el atractivo de 'Temple'. Es un drama, pero no es procedural; tiene operación médicas, pero no es 'Urgencias'; es un thriller y un triángulo amoroso, con toques de comedia. Así que es refrescante, no se parece a nada que haya visto o en lo que haya trabajado antes. Es como un 'Breaking Bad' británico, y siempre le he encontrado semejanzas con los hermanos Coen, porque está impregnada de ese humor negro.
Además de expandir el mercado, las nuevas plataformas han revolucionado la distribución, que ahora es inmediata y global. Como actor, ¿te planteas ese pretendido impacto global que tendrá la serie?
DM: Intento no pensar en ese tipo de cosas. Cuando estoy trabajando, trato de centrarme en dar vida a lo escrito. Soy consciente de que ha habido un boom televisivo y ahora mismo estoy trabajando con Netflix, que es algo que no había hecho nunca. Así que sé que potencialmente podría alcanzar un público internacional, al igual que lo puede conseguir 'Temple'. Es un mercado que no deja de cambiar, y eso es excelente para los actores, porque podemos contar más historias increíbles.
En un mundo en el que una serie tan poco halagüeña como 'Years & Years' refleja con precisión nuestra sociedad, ¿te planteas hacer como Lee irte a vivir al subsuelo para escapar de toda esta locura?
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DM: Sinceramente, antes de la serie no tenía ni idea de que había gente que se preparaba así para el fin del mundo. Al investigar un poco al respecto, he visto que es algo nihilista. Hay que vivir la vida, aunque estemos en pleno Brexit aquí en Reino Unido no puedo imaginarme a mí mismo viviendo en medio de un túnel. [Risas]