Programa relacionado
Popularidad: #150 de 2.067
- 1
Los concursantes de 'Pesadilla en El Paraíso' siguen con sus particulares vidas rurales, pero la llegada de nuevos granjeros ha provocado que se generen nuevas tramas. Una de ellas es la de Daniela Requena e Iván Molina, quienes han ido protagonizando un acercamiento que podría terminar culminando en un idilio que, sin duda, podría convertirse en una de las tramas principales del reality.
En este sentido, cabe resaltar que el exconcursante de 'Insiders' se incorporó a la convivencia durante la penúltima semana de octubre, pero, desde el primer momento, ya mostró su atracción hacia Requena. Fue en 'El debate' del domingo 30 de octubre cuando vimos que la situación estaba a punto de pasar a mayores: "Esos masajes que se dan son de todo menos terapéuticos", comenzaba asegurando Carlos Sobera antes de dar paso al vídeo en cuestión.Daniela Requena e Iván Molina
Ambos se encontraban en el río, cuando Daniela hizo una apreciación: "¡Se te ha hinchado el paquete! Ah... ¡Es tuyo!", comentaba con cierta picardía en su tono de voz. "Madre del amor hermoso. Mañana a las 06:00h se nos va a poner a ordeñar. ¡Yo igual empiezo esta noche la tarea!", proseguía. El tiempo pasó y llegó el momento en el que se puso el sol y ambos se tumbaron en la cama para mantener una conversación que terminó en masaje.
Mientras Iván se tumbaba boca abajo en la cama, Daniela se despojó del jersey para subirse encima de su compañero. Mientras que le regalaba un "masaje con las tetas", Israel Arroyo se pronunciaba completamente estupefacto ante la situación, pero el reality de Fremantle mostró que no se marchó de la habitación para dejarles intimidad: "¡A la puta calle por guarrilla!", aseguraba en tono humorístico.
Israel Arroyo, testigo principal del masaje
"Mi parte favorita fue cuando me pasó sus melocotoncitos por la espalda. Esa parte fue bastante sexy", aseguraba el valenciano durante sus totales. Los dos seguían aumentando la temperatura con palmadas y más acercamiento a la vez que emplazaban a su compañero a ser espectador de la situación: "¡Mira Israel!", comentaban. Mirándoles fijamente, el vidente de famosos se pronunció: "¡Ala, clávasela ya como Drácula!". ¿Terminarán por llegar hasta ese "final feliz" que sugiere Molina o, por contra, pararán en seco?