El 8 de marzo es el día oficial en el que la sociedad reivindica la necesidad de que la igualdad sea el axioma predominante entre hombres y mujeres, de hecho, año tras año, las calles se llenan de manifestantes para reivindicarlo. Sin embargo, la pandemia del coronavirus ha provocado que Delegación de Gobierno desautorice las marchas convocadas, por eso, el Ministerio de Igualdad ha organizado un acto en el que han participado actrices como Daniela Santiago e Itziar Castro.
Daniela Santiago en el acto por el 8M
El discurso de una de las actrices principales de 'Veneno' ha pronunciado unas palabras muy sentidas: "Sin una comunidad es imposible liberarse, como mucho, se podrá establecer un armisticio frágil entre la persona y su opresión", afirma en referencia a la necesidad de que se produzca una unidad entre todas y todos. Según avanzaba, también ha querido aludir a la figura de aquellas mujeres que se encuentran "fuera del círculo de lo que se defiende como aceptable": "Sabemos que la supervivencia no es una asignatura académica, es aprender a mantenernos firmes en la soledad".
Precisamente, las letras de Santiago iban encaminadas a la necesidad imperante de "aceptar las diferencias" que pueden existir entre las mujeres: "Debemos convertirlas en potencialidades". De hecho, con palabras muy reivindicativas, ha querido poner en valor que todavía queda mucho camino, aludiendo a aquellas personas que no luchan por la igualdad: "Quizás nos permitan obtener una victoria pasajera siguiendo sus reglas de juego, pero nunca nos valdrán para efectuar un auténtico cambio".
Itziar Castro presta su voz para la lectura de una importante carta
Itziar Castro ha sido otra de las actrices que ha hecho acto de presencia en el acto del 8M, leyendo la Carta Mundial de las Mujeres por la Humanidad del año 2004. Con un tono muy sentido y empoderado, la que fuera profesora de interpretación de 'Operación Triunfo' ha puesto su voz a fragmentos como: "Las mujeres hace mucho que estamos trabajando para exigir el fin de la opresión a la que somos sometidas por ser mujeres".
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Precisamente, esa carta hace referencia a muchos aspectos que, a día de hoy, la mayor parte de la sociedad interioriza como mantra: "Un mundo en el que reine la equidad, la libertad, la solidaridad, la justicia y la paz". Mientras iba avanzando, su expresión corporal transmitía fortaleza, al tiempo que afirmó: "Las mujeres constituimos más de la mitad de la humanidad, damos la vida. Garantizamos la mayoría de las tareas esenciales para la subsistencia de esta humanidad, sin embargo, nuestra posición en la sociedad permanece devaluada".