La 11ª gala de 'MasterChef 10' eligió a sus 5 semifinalistas, siendo uno de ellos David, quien dio mucho que hablar en esta entrega. El aspirante no pasó por uno de sus mejores momentos en la prueba de exteriores, pues las semanas de concurso y el estrés en el cocinado le jugaron una mala pasada.
Su equipo lo formaba con Claudia, y contaban con Adrián compartiendo la capitanía de los dos equipos. Todo iba medianamente bien, pero al ver que una elaboración se le resistía en reiteradas ocasiones, se vio obligado a alejarse y tomar aire: "No puedo, tengo que parar un momento, de verdad te lo digo".
"Se me está cruzando el cable y uf", comentaba para sí solo mientras que en los totales ya aseguraba que le estaba entrando una "ansiedad del carajo" y añadía: "No quiero irme, pero tengo que largarme de las cocinas porque la voy a liar". Jordi Cruz fue rápidamente junto a él para mostrarle su apoyo y demostrarle que esto ha ocurrido por la presión.
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Más relajado tras finalizar el cocinado, David contó lo que le ocurre: "Yo tengo un demonio dentro, por eso medito, hago deporte y tengo una vida muy organizada". A continuación, agregaba que él tiene "un carácter muy explosivo" y tiene "que controlarlo": "A veces me viene bien pero otras es nefasto".