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Cuesta entender por qué, pese a que nuestro país se ha rendido a los pies de la fiebre drag que se vive en la actualidad, son tan pocas las reinas que han trascendido en la televisión y la cultura mainstream. El misterio es mayor porque no es que escaseen las drags españolas ni, muchísimo menos, que les falte talento. Si repasamos las últimas décadas de nuestra historia catódica, tan solo encontramos un nombre que alcanzara popularidad más allá del colectivo LGBTIQ+: Deborah Ombres. Por desgracia, hace muchos años que esta vallisoletana decidió alejarse de la televisión y mudarse al extranjero.
Deborah Ombres alcanzó popularidad a principios de los 2000 gracias a la siempre subversiva MTV, desde donde saltó a Telecinco. La drag reconoce en esta entrevista para FormulaTV que su etapa como reportera de 'Caiga quien caiga' fue bastante amarga, razón por la cual decidió dar una oportunidad a Cuatro en sus nacimientos. Y ese fue el principio del fin. A excepción de algunas apariciones esporádicas, apenas hemos vuelto a saber de Deborah Ombres, quien regresó recientemente a nuestro país con la promesa de presentar la tan esperada adaptación española de 'RuPaul's Drag Race'. ¿Qué ha sido de ella todos estos años y qué ocurrió con 'Drag Race España'?Deborah Ombres
Quiero remontarme al principio de los tiempos. ¿Cómo nace Deborah Ombres?
Estudié Arte Dramático en Valladolid y, en los dos últimos años, decidí que no quería seguir viviendo allí porque no quería dedicarme solo al teatro. El teatro me encantaba pero mis sueños eran el cine y la televisión. A finales de los 90 un compañero y yo creamos un espectáculo de cabaret drag que nació de la manera más tonta. Teníamos una amiga a la que le había encantado "Las aventuras de Priscilla, Reina del Desierto" y estaba muy pesada, así que decidimos hacerle un playback sorpresa de la película para su cumpleaños. Era esa época en la que se metían 80 personas en una casa y no pasaba nada (risas). A todo el mundo le encantó, nos decían que teníamos que hacer un espectáculo, que habíamos estado muy divertidas.
Y así surgió todo. Empezamos a montar un espectáculo con una historia que creamos a partir de playbacks y que estaba protagonizada por Deborah Ombres y Gretta Gárgola. Hicimos un primer show en un bar muy famoso de Valladolid que se llama El Tío Molonio, el de los Celtas Cortos, y fue un éxito total. Esa actuación no se me olvidará en la vida, al bar se baja por una escalera de caracol y recuerdo que se veían cabezas desde la planta de arriba. Nos contrataron para hacer el espectáculo más a menudo y, a partir de ahí, fuimos moviéndonos a Madrid.
Les costó mucho darme el sí en 'MTV Hot', yo creo que sobre todo por el inglés
¿Qué tal recibió la capital a dos drag queens vallisoletanas?
En Madrid nos empezaron a salir muchísimos sitios para actuar porque el show encantaba, sitios que ya ni siquiera existen. Iba muy bien y dijimos 'de aquí no nos vamos a bajar'.
¿Llegar a Madrid fue una experiencia liberadora?
A mí nunca se me ha tratado mal en ningún lado. Reconozco que soy una persona con bastantes prejuicios en este aspecto pero creo que, al final, el público que te va a ver es el que tú atraes. No creo que vaya a verte uno que vota a Vox. Recuerdo ir con muchísimo miedo a algunas fiestas de pueblos, de estos pueblos que se acaba la carretera y entras por un camino. Yo decía "verás como nos peguen aquí una paliza y tengamos que salir de aquí corriendo". Y esas han sido precisamente las actuaciones en las que el público ha mostrado el mayor reconocimiento, respeto y cariño.
En 2001, MTV contrató a su primera presentadora drag sin tener ni idea de que te acabaría catapultando al estrellato.
Lo de MTV fue muy curioso. Yo separaba mi vida masculina y mi vida femenina. Iba por las agencias con mi book de fotos de chico y me ofrecieron un casting para presentar, como hombre, un programa de MTV. Llegamos tres al final del casting y al mes me enviaron una carta, una carta, fíjate, diciendo que no había sido seleccionado y que el proyecto se retrasaba porque buscaban un presentador más peculiar. Y nada, me olvidé del tema. Al poco tiempo, salió el mismo casting pero buscaban a una presentadora drag. A mí no me lo ofrecieron porque no sabían que yo también era drag, pero una amiga nos lo comentó a Gretta y a mí.
Deborah Ombres presentó 'MTV Hot' a principios de los años 2000
Unos días antes del casting salimos de marcha y nos encontramos a un amigo que nos sopló que el casting estaba prácticamente asignado. Y yo dije que pasaba, que no iba a madrugar, maquillarme y meterme con coche en el centro de Madrid para ir a algo que ya estaba dado. La sorpresa fue que el día del casting me desperté súper temprano. Y me dio el pálpito de que tenía que ir. Llegamos y estaba allí todo el panorama drag que había por entonces, del que queda La Prohibida y poco más.
Entré al casting y lo primero que me preguntaron es si sabía hablar inglés. "Hombre, por supuesto que sé hablar inglés, como si hubiera nacido en Londres", les dije, y yo por aquella época no tenía ni puñetera idea de inglés. Hicimos las primeras pruebas, la cosa se iba alargando, y ya al final me pusieron a un chico y me dijeron que me imaginara que era Enrique Iglesias y que le tenía que hacer una entrevista en inglés, aunque fuese español. Yo tiré de creatividad e hice lo que me dio la gana. Sabía que lo estaba haciendo mal pero dije "si revientas, que sea por el morro que tienes y no porque te has quedado a medias".
Ser la primera drag presentadora llamaba muchísimo la atención y todo el mundo se hizo eco
Y no reventaste.
Les costó mucho darme el sí, yo creo que sobre todo por el inglés. Cuando me contrataron lo primero que me dijeron es que me iban a poner un profesor particular (risas). Luego hubo una segunda entrevista y el director de MTV, al verme, se dio cuenta de que yo me había presentado antes como chico. "Y si me dices que lo va a presentar un perro, también me presento de perro", le dije.
Siempre has separado mucho tu personalidad masculina de la drag, hasta el punto de que públicamente no se te conoce como hombre.
Valoro mucho mi vida privada y muchos famosos me han dicho siempre que qué suerte tengo. Recuerdo una vez en el supermercado que estaba Hugo Silva y yo lo pasé fatal por él. Todo el mundo pendiente de lo que compraba, de lo que hacía... y era esa época en la que no podías ni cobijarte en el móvil. Yo dije que eso no lo quería para mí. Siempre he dicho que mi fama es elegida, yo decido cuándo quiero que se me reconozca. Alguna vez me han descubierto, pero no es lo habitual. En su momento había gente que se me quedaba mirando mucho rato pero no caían y al final me preguntaban si me conocían de ir a tal gimnasio o de cualquier chorrada. Tampoco tenía problema en contárselo, no es que lo ocultase.
A día de hoy eres posiblemente la drag queen más mainstream que hemos tenido, porque viviste un boom que llegó a la televisión generalista. ¿Cómo viviste aquel fenómeno?
Un poco desde la inconsciencia. MTV era una cadena de pago y ninguno sabíamos muy bien lo que estábamos haciendo, pero ser la primera drag presentadora llamaba muchísimo la atención y todo el mundo se hizo eco. Descubrí la fama que tenía cuando grabamos en unos carnavales de Tenerife, me tuvo que sacar la policía porque se me echaba encima la gente. Ahí aluciné, me acuerdo de estar con la directora del programa y no poder creérnoslo. Poco a poco me iban llamando de televisiones generalistas para hacer programas o colaboraciones. Yo lo viví muy bien, disfruté mucho y aprendí una barbaridad porque yo venía sin tener ni idea de hacer televisión.
Deborah Ombres presentó 'Rompercorazones' en los inicios de Cuatro
¿Era todo positivo?
Tuve alguna experiencia mala, pero súper anecdótica. Puff Daddy me quiso pegar cuando presenté la alfombra roja de los MTV EMAs en el 2002 en Barcelona. Era un show que se emitía para todo el mundo y lo hacíamos tres presentadoras. Tenía que grabar unas piezas con él explicándole cómo ligar con una mujer española, una chorrada como un piano de gorda. Había un momento en que yo le tenía que poner una fresa en la boca y, cuando fui a hacer el intento, se levantó y me quiso arrear un puñetazo, y eso que estaba todo guionizadísimo. Yo me puse como una fiera, no te puedes imaginar la cantidad de cosas que pude decir en un minuto y que él no entendió, claro.
Puff Daddy me quiso pegar cuando presenté la alfombra roja de los MTV EMAs
Me creó una situación tan violenta que yo me puse aún más violenta, y me largué. Al rato vino su manager, me pidió que lo disculpase porque se había puesto muy nervioso y que me invitaba después a una fiesta que organizaba en un hotel. Yo le dije que no iba a ninguna fiesta y acabé esa noche sola por Barcelona, incapaz de encontrar un taxi. Al final me recogieron tres chicos en su coche. Iría un poco borracha, para qué te voy a mentir, y recuerdo que les pregunté que si me iban a hacer algo. Que ya ves tú, si me lo hubiesen querido hacer me habrían dicho que no, pero los chicos fueron súper majos y amables y me dejaron en la puerta del hotel.
¿Qué ocurre para pasar de presentar unos premios MTV a nivel internacional a desaparecer de la televisión?
Cuando estaba trabajando en 'Caiga quien caiga' me ficharon en Cuatro, y ese fue mi ocaso. La cadena iba a nacer y me propusieron presentar 'Rompecorazones', un concurso que iba a la misma hora que 'Aquí hay tomate'. El formato me decepcionó de lo que me ofrecieron a lo que resultó ser. Era un plató gigantesco, muy frío... y bueno, el programa fue como fue. Fue una mierda, vaya, lo siento mucho por el que lo produjo. Yo no me lo pasaba bien, estaba todo muy mal organizado. Recuerdo una discusión que tuve con un productor porque yo me levantaba a las cinco de la mañana, me recogían, a las seis me empezaban a maquillar y a las ocho tenía que estar lista, y ahí había operadores de cámara que llegaban a la hora que les salía de las narices. Yo nunca he ido de diva, por mucho que la gente lo piense, pero no entendía que todos los actores, los concursantes y yo tuviésemos que estar esperando a que a ellos les apeteciese venir. Y me decía el productor que me compraba una nevera y me la llenaba de cocacolas y de lo que yo quisiese. Yo no quería una nevera, lo que no quería era pasarme ocho horas de pie con un zapato del 41, porque en aquella época no se trabajaba el 42 y acababa reventada. Un desastre.
Nunca estuve a gusto en 'CQC', no fue una buena experiencia en ningún aspecto
¿Fue un error haberte ido de 'Caiga quien caiga'?
No me arrepiento de haberme ido. Yo en 'CQC' nunca estuve a gusto, para mí no fue una buena experiencia en ningún aspecto. No me lo pasé bien jamás haciendo ese programa. Me hicieron muchísimos cambios, aunque sé que al final estaban contentos conmigo porque me llamaron para renovar por una segunda temporada pero yo preferí irme a Cuatro. Pasó algo en relación a un reportaje de Rouco Varela que nunca se emitió. No se emitió por un motivo de censura en televisión y se supone que yo trabajaba en un programa que iba de adalid de las libertades. Me dijeron que era porque no cumplía los requisitos de humor pero no fue eso.
Fue un reportaje a raíz del matrimonio igualitario aprobado por el Gobierno de Zapatero en el que yo intentaba entrevistar a Rouco Varela. Yo di todo por ese reportaje y me la jugué, en las imágenes se veía a curas con sotana que me llamaban "maricón" e intentaban pegarme, corrí detrás de Rouco... A nivel informativo me parecía muy interesante porque ponía de manifiesto cómo es parte de la Iglesia. El día que llegué y me dijeron que el reportaje no se emitía se me cayó un mito, pero tuve que seguir porque me obligaba mi contrato. Yo les puse las cosas muy claras, uno de los motivos por los que yo he trabajado en televisión es por pasármelo bien y estar contenta con lo que hago. Y, si no es así, no quiero seguir. Me prometieron el oro y el moro en la segunda temporada pero yo ya no quería seguir. La gente se acuerda mucho de 'CQC' pero siempre me quedaré con mi trabajo en MTV porque ahí sí tuve total libertad. El poder hablar libremente se ha perdido en la televisión actual.
Deborah Ombres fue la gran novedad de 'Caiga Quien Caiga' en su regreso a Telecinco en 2005
¿Cómo viviste que el teléfono te dejara de sonar?
Al principio lo pasé mal. Creo que hay algo que afecta a quienes tenemos un perfil un poco distinto a la mayoría. A un chico o una chica le pueden aguantar más o menos, dependiendo, pero a la drag te quitan rápidamente. Después de Cuatro estuve como un año mal, no voy a decir que me quedé tan tranquila. Pasé del todo a la nada pero siempre tuve claro que no iba a hacer por dinero lo que no me divirtiese porque pienso que la imagen que la gente guarda de mí es buena. La gente siempre me recuerda que se reía conmigo mucho, independientemente de su raza, sexualidad o religión. Cuando he intentado hacer cosas por dinero no me han salido bien porque no las he hecho con ganas. Me llegaban ofertas que no me apetecía hacer, muchos realities... siempre dije que no me interesaba, no creo que yo aporte nada ni tengo un carácter bueno como para andar pasando hambre, pescando, saltando en una piscina o encerrada en una casa 24 horas. Soy cero carne de reality. También una vez me llamaron para 'Sálvame' y me hicieron una prueba pero di cero juego porque hay gente del mundo del famoseo que, personalmente, no me interesa.
Me han llegado ofertas pero soy cero carne de reality
Publicaste un par de libros, hiciste una obra de teatro... ¿era suficiente para sobrevivir?
Siempre he sabido adaptarme, puedo hacer una compra en El Corte Inglés un día y, otro, en Lidl. He estado fregando platos en un hotel después de la televisión y he hecho mil cosas porque estuve mucho tiempo viviendo en el extranjero. No me arrepiento de nada. He aprendido hasta en los peores momentos en que me he visto, y digo peores porque la gente se piensa que por estar fregando en un hotel te va mal la vida. Son lecciones que te llevas, no pensaba quedarme anclada en la tele ni acostarme con un famoso para seguir viviendo del cuento.
O sea, desapareces de televisión y te vas al extranjero.
Estuve un año en Alemania, una ciudad muy pequeñita llamada Saarbrücken, donde fregué platos porque no sabía nada de alemán. Tenía allí familia y me pude quedar con ellos, pero como a mí solo me gusta que me regalen cosas por mi cumpleaños me puse a trabajar. Mi prima me decía que cómo iba a fregar platos y yo le decía que claro que sí, que qué problema había. En MTV adelgacé porque tenía que meterme en una talla 38 de mujer con marcas como Dolce & Gabbana o Versace, que encima son tallas pequeñas; fregando platos adelgacé porque me pegaba 14 horas trabajando seguidas. Además, era el restaurante de un hotel como el de "El Resplandor", no había nada a la redonda. Era precioso pero a veces terminaba a las dos de la mañana y no llegaba ni al tren de vuelta. Pasé muchísimo frío y de todo, pero siempre pensé que eso me iba a servir de algo en la vida.
Después de la televisión estuve fregando platos en un hotel
¿Y te sirvió?
Me sirvió para ubicarme. Yo me había ido allí, aparte de por la crisis económica, porque pensaba que cómo iba a trabajar en una tienda de ropa y que entrara cualquier persona y me reconociera. Que es absurdo, pero bueno. Perdí el miedo y, tras volver a España, me mudé a Londres. Allí estuve trabajando de cajera en Zara durante mucho tiempo y, al final, todo el mundo sabía que yo era Deborah Ombres, no sé quién lo iría diciendo. Y no pasaba nada. Allí sí que me reconocieron una vez unas clientas españolas a las que atendí, que se pusieron a gritar como locas, imagínate que me pasa en España.
En 2017 decidiste romper tu anonimato para reaparecer en Nueva York como embajadora del World Pride de Madrid, ¿por qué?
Eso surgió porque conocí a una productora de Barcelona que quería hacer un 'RuPaul's Drag Race' en España, iba a llamarse 'Reinas'. Querían que lo presentara yo y vinieron a verme a Londres, me hicieron entrevistas, vimos qué vuelta de tuerca le podíamos dar... A través de ellos, el Ayuntamiento de Madrid nos llevó tres días a Nueva York a presentar el World Pride. Hicimos una fiesta con La Terremoto de Alcorcón, Pepino Marino y Crawford y conocimos a Manila Luzon y Bob The Drag Queen.
Deborah Ombres en Londres
¿Y qué pasó con la adaptación de 'RuPaul's Drag Race'?
Pues que, como muchos otros proyectos, se quedó en eso. Perdí un poco el contacto con ellos porque me decían que todo iba muy bien, que era inminente, que me tenía que volver a España... Yo estaba muy a gusto en Londres y me volví por esto, y al final ahí se quedó. De hecho, no me volvieron a dar ninguna explicación más. Siempre hay rumores de que 'Drag Race' va a venir a España pero yo ya... me preocupa cero patatero. Me encanta el programa, me lo paso muy bien, sobre todo ahora que están en VH1 y se nota que tienen más dinero, pero no es un formato que me vuelva loca.
Quiero hacer 'We're Here' y contar esas historias de personas que lo pasan mal
¿Sería 'RuPaul's Drag Race' el programa por el que volverías a televisión?
Puede que volviera por presentar 'Drag Race', sí. Pero uno de los programas con las que más he llorado recientemente porque me parece buenísimo es 'We're Here', de HBO. Me parece lo más ese programa, no he visto algo tan positivo, tan de buen rollo, tan bonito de ver. Ha habido episodios que no he parado de llorar en toda la hora que dura. Yo quiero ser una de ellas y contar esas historias de esas personas que lo pasan mal cuando sales fuera de Madrid, que parece que está todo súper aceptado y hemos avanzado muchísimo, y yo cada día lo dudo más. Madrid no es el espejo de nada, es el Disneyland del mundo LGTBI+. Esas historias son por las que creo que merece la pena hacer un programa de televisión, transmitir ese mensaje de integración independientemente de que seas marica, lesbiana, negro, chino... da igual.
O sea que, en definitiva, te hicieron volverte a España para nada.
Sí, me volví a España por 'Reinas' y nada. Justo a la vuelta de Nueva York grabé un piloto, que era más bien un teaser para venderlo en televisión. Todo era inminente, yo les decía que no me podía volver de Londres tan rápido y me insistían en que me volviese ya, que en un mes se iba a decidir todo. Me vine por eso y no salió, y yo en Londres estaba muy feliz. Londres ha sido una de las mejores etapas de mi vida en muchos aspectos, y mira que también me pasaron cosas malas. En un trabajo me partieron la clavícula... en fin, de todo, pero tengo buenísimos recuerdos. Me apetece muchísimo volver a pasear por mi barrio de allí.
Deborah Ombres con La Terremoto de Alcorcón, Manila Luzon y Bob The Drag Queen
¿Y qué es de tu vida ahora?
Ahora estoy viviendo en Valladolid. Cuando me volví de Londres estuve trabajando en Madrid dos años. Yo te digo las cosas como las siento, luego cada uno que se moleste si quiere. Madrid me decepcionó a la vuelta. No era el Madrid que yo recordaba y que me había dado buenísimos momentos durante más de 15 años de mi vida. Me decepcionó en muchos aspectos, en la noche, en las fiestas... me desenamoré de Madrid. Creí que había llegado el momento de cambiar y me salió una oferta de trabajo en Valladolid que me interesaba y me vine. Aquí estoy tranquila, feliz, en algunos momentos aburrida porque Valladolid no es ciudad divertida y menos con coronavirus. Pero, al fin y al cabo, tengo cerca Madrid y, siempre que quiero, vuelvo.
Ahora vivo en Valladolid, aquí estoy feliz y tranquila
¿Tanto había cambiado Madrid?
Una de las cosas por las que me decepcionó Madrid es cuando me llamaban para trabajar en la noche y me preguntaban por mi caché. Yo ya no sabía cuál era mi caché después de tantos años, pero me lo planteaba y pensaba que por menos de 150 euros no iba a trabajar. Entre que me maquillo, me compro un modelito, me pago el taxi y demás se me quedan limpios 60 euros. Y había mucha gente que lo hacía por 20 euros y dos o tres copas gratis. Yo pedía 150 euros y las copas que me quisiera beber, que no iban a ser pocas (risas). Me decepcionó ver que no se luchaba por dotar de valor el trabajo y, a la larga, se perjudica a todo el mundo. A mí no me importaba rechazarlo, yo tenía mi trabajo de día y lo compaginaba con la noche cuando podía y me apetecía.
El panorama drag también ha cambiado enormemente en este tipo, ¿qué te parece que ahora sea una moda?
Me parece muy bien. Sobre todo ahora, que está tan jodido todo, y mucha gente que se dedica al espectáculo no puede trabajar. Siempre nos acordamos de los que salen en televisión o en cine pero hay una parte del artisteo que entretiene y que ahora está muy jodida por esta mierda de políticos que tenemos. Y estas chicas que se promocionan como pueden, que salen a la calle a tocar sus instrumentos o montar sus shows, tienen un par de cojones. Eso es subsistencia y salir adelante. Hay mucho talento en las drags que hay ahora en España, aunque por desgracia no todas lo consiguen porque el artisteo es un poco así. Muchas amigas mías lo están pasando muy mal, yo es que no entiendo que por la noche haya que cerrar todo, como si el virus se reactivase, y por el día haya ciertas cosas abiertas. Que ellas sigan luchando por lo que es su trabajo me parece un ejemplo de millones de cosas.