'El programa de Ana Rosa' dedicaba su mesa habitual de tertulianos a analizar los puntos clave de las campañas de los políticos de cara a las elecciones generales del 10-N, entre los que está incluido Santiago Abascal. Pues bien, unas declaraciones de la presentadora sobre su partido, VOX, han terminado por situarla en el punto de mira. "Creo que muchos periodistas nos equivocamos queriendo comparar a VOX con el franquismo, el fascismo... Con este tipo de ideologías antiguas", explicaba.
Ana Rosa Quintana, en 'El programa de Ana Rosa'
Muchos han tachado a la periodista de "blanquear" el partido de Santiago Abascal, que tiene entre sus ideales puntos tan polémicos como la deportación sin miramientos de inmigrantes ilegales o inmigrantes en situación regular que comentan delitos, la abolición del matrimonio entre personas del mismo sexo o la derogación de la Ley contra la Violencia de Género. Sin embargo, lo que la presentadora quería expresar es que, para ella, VOX se acerca más a "movimientos populistas de derechas" y comparaba el partido con todo lo que estaba pasando en Hungría, Polonia... Incluso con Marine Le Pen en Francia, algo con lo que coincidían los tertulianos de su mesa.
Y es que, lo que intentaban analizar en el programa era el "éxito" que ha cosechado Santiago Abascal tras el 'Debate electoral 4-N', dado que la mayoría de las encuestas lo han situado, junto a Pablo Iglesias, como el ganador técnico de la cita. Según el periodista Javi Gómez, lo que logró el político fue captar también el voto "de la desilusión", ser el "refugio" de todos aquellos descontentos con la situación y cansados de vivir un bucle político. "Es lo mismo que pasó con Podemos, el voto que lograron al principio no era todo de extremistas, era de desilusión", matizaba.
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El blanqueo de VOX
Verónica Fumanal, experta en márketing político, fue sin lugar a dudas la tertuliana que atacó con más fuerza a VOX. Según ella, lo que de verdad ha contribuido a que se blanquee la imagen de Santiago Abascal ha sido verle pactar con partidos democráticos, como ha pasado con el PP y Ciudadanos en Andalucía, o que en el 'Debate electoral 4-N' nadie le rebatiera cuando hablaba de cosas tan delicadas como los Menas. Para ella, ese fue el triunfo del debate, que quedó como verdad algo infundado.