La delegación noruega señala el daño de la UER a Eurovisión y critica su gestión: "Necesitan ser más humildes"

Las polémicas del Festival de Eurovisión 2024 no solo han envuelto a los concursantes, sino también a las delegaciones y a la UER. Stig Karlsen, jefe de la NRK, la delegación noruega cuyos representantes eran el grupo Gåte, ha sido uno de los últimos en transmitir su descontento con la organización a través de una entrevista en Wiwibloggs: "La reputación de Eurovisión se ha visto significativamente dañada este año, y ahora es crucial que la UER actúe rápidamente"

Además, Karlsen señala el comunicado que lanzó la UER la misma semana del festival apoyándose en que todas las delegaciones habían aceptado la participación de Israel: "La UER tiene que dejar de culpar a las delegaciones y a los artistas por los escándalos que rodearon a Eurovisión 2024 y reconocer el problema principal. Necesitan ser más humildes y asumir la responsabilidad del daño causado". El noruego ve conveniente que haya pronto una reunión entre la UER y las delegaciones: "Creo que todo el mundo quiere un diálogo constructivo y encontrar formas de volver a encarrilar el festival"

No obstante, el responsable de la NRK cree que todavía están a tiempo de solucionar los problemas de cara a la siguiente edición: "Si la UER toma medidas sabias y necesarias para asegurar los valores del concepto, entonces debería ser posible solucionar esta situación y comenzar el proceso de saneamiento". De hecho, opina que la UER debería comunicarse también con los eurofans: "Deberían regresar a la oficina y comenzar a comunicarse tanto con las emisoras, como con el público en general y los fans".

La polémica contagia a las preselecciones

Durante la entrevista también han hablado sobre la preselección noruega, el Melodi Grand Prix, ya que afirma que la reputación de Eurovisión afecta a la de su certamen: "Lo que haga ahora la UER es crucial para el futuro de Eurovisión y también para las selecciones nacionales". Añade que para los países que realizan estas preselecciones, como también es el caso de España, "en este momento, es una tarea difícil lograr que los artistas, compositores, socios y miembros del equipo se involucren y se comprometan con el proyecto".