El 9 de noviembre de 1989 marcada un antes y un después para la Historia moderna. La Guerra Fría (1947-1991 -si se tiene en cuenta la disolución total de la URSS-) llegaba a su fin y lo hacía con una de las metáforas visuales más poderosas que haya podido ver el ser humano, la caída del Muro de Berlín, la línea que había dejado claro durante casi 30 años que el mundo estaba divido en dos partes, regidas y regentadas por Estados Unidos y la Unión Soviética, una buena pareja durante la II Guerra Mundial que llevó la ruptura muy, pero que muy, mal. Tanto, que se tomaron al pie la decisión salomónica de partir al hijo en dos: la República Federal Alemana (RFA) y la República Democrática Alemana (RDA).
Cae el Muro de Berlín
La capital alemana aún conserva varios pedazos del muro. Al igual que ha hecho con todo lo referente al Tercer Reich, no quiere que la humanidad olvide que, en un momento dado, la geopolítica de dos países fue capaz de separar a una ciudad en dos y obligar a familias, amigos y vecinos a vivir separados en lo que antes era un mismo lugar. Quien olvida su propia historia está condenado a repetirla, dicen, así que mantener con vida esa línea divisoria es una buena contribución a la máxima.
No obstante, también encontramos otras formas de participar en el recuerdo. Mismamente las artes audiovisuales pueden ser una gran herramienta, y es que decenas de producciones han utilizado este argumento para sus tramas. En el cine, el director Alemán Florian Henckel von Donnersmarck plasmó con una gran maestría el control que la Stasi ejercía sobre la población de la parte oriental en la oscarizada "La vida de los otros" (2006). Más actual encontramos "El puente de los espías" (2015), una narración perfecta sobre el funcionamiento de la burocracia de las dos alemanias y una visión magnífica del famoso checkpoint charlie. Dirigida por Steven Spielberg, acumuló seis nominaciones a los Oscar, incluida Mejor Película.
La Guerra Fría en la televisión
La televisión tampoco se ha quedado atrás. Las intrigas, los espías y los dramas que se vivieron durante aquella época también han servido de guía para los argumentos de series. Así pues, con motivo del 30º aniversario de la Caída del Muro de Berlín, desde FormulaTV recopilamos algunas de las mejores para recoger ese pedacito de historia. ¿Te falta alguna? Aquí siempre hay sitio para más.
1 'The Americans'
The Americans'
'The Americans' es, sin duda, una de las series más icónicas sobre este periodo. Creada por un exagente de la CIA llamado Joseph Weisberg, se centra en los últimos años de la Guerra Fría, en los que una pareja de agentes del KGB, Elizabeth Jennings (Keri Russell) y Phillip Jennings (Matthew Rhys), vive infiltrada en Estados Unidos como un matrimonio normal y corriente. De hecho, para hacer más creíble su historia, han tenido dos hijos, ya adolescentes, que viven totalmente ajenos a la verdadera realidad de sus padres. Durante sus episodios veremos como ambos tienen que hacer frente a diversas misiones, muy espectaculares todas ellas, claro, para después tener que volver a su vida cotidiana. La idea es que el espectador se de cuenta de cómo una vida oscura se desarrollaba paralelamente delante de sus ojos. La ficción se basa en los libros del agente del KGB Vasili Mitrojin y anécdotas de agentes del FBI.
2 'Deutschland 83'
'Deutschland 83'
'Deutschland 83' aterriza desde el mismísimo país que vivió con más intensidad el conflicto, Alemania. Creada por una escritora norteamericana residente en Berlín, Anna Winger, la serie guarda bastantes similitudes con la anterior, ya que cuenta la historia de Martin Rauch (Jonas Nay), un agente de la Stasi que es enviado al lado Occidental como espía. Además, los traumados personajes de la ficción americana se asemejan a Rauch, en tanto en cuanto él los irá desarrollando por culpa de la influencia de su tía (Maria Schrader). Sin embargo, dista de 'The Americans' en que, alejándose de las grandes misiones imposibles, intenta profundizar un poco más allá en los tejemanejes de los espías de la época, acercándose al estilo de "La vida de los otros". Alabada por la crítica, un aspecto a destacar es el gran realismo que han conseguido en la ambientación, de modo que, si uno quiere hacerse una idea del Berlín de la época, es una más que buena opción.
3 'The Same Sky'
'The Same Sky'
'The Same Sky' viene con un sello de calidad indiscutible, la firma del director Oliver Hirschbiegel, nominado al Oscar por la película "El hundimiento". Partiendo de esta premisa, nada mal puede ir en la serie y, aunque algunas producciones son la excepción, siempre tiene que haber algo que confirme la norma. Este no es el caso. Para situarnos con mayor facilidad, el argumento es similar al que utilizó el filme "Gorrión rojo", es decir, los espías entrenados por la URSS en el arte de la seducción para sacar datos a sus amantes. En este caso, es a la inversa, ya que el susodicho en cuestión es un hombre, Lars Weber (Tom Schilling -sí, el de 'Hijos del Tercer Reich'), entrenado por la Stasi en los tristemente célebres agentes Romeo. Su misión es seducir a una analista de datos en el sector británico de la Estación Teufelsberg, la torre de escuchas de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense en Berlín Occidental, todo un lío de nombres, ¿no? Y es que la serie es perfecta para conocer de una forma entretenida todos los entresijos de las ambas alemanias, un punto muy similar con 'Deutschland 83'. De hecho, hay actores que participan en ambas ficciones.
Puede ser el título que menos suene, y es que 'The Company' pasó bastante desapercibida. Sin embargo no entendemos por qué. La serie lleva a en la producción otro sello de categoría, el de Ridley Scott ("Gladiator", "Thelma & Louise"). Además, tenemos entre el reparto a un más que excelente Michael Keaton, encargado de dar vida a Jaime Jesús Angleton Moreno, un personaje inspirado en su homólogo en la vida real, el jefe de Contrainteligencia de la CIA entre 1954 y 1975, un periodo donde la Guerra Fría vivió sus años más intensos. La serie, que además solo tiene tres episodios, abarca todo la historia del conflicto, desde las agencias precursoras del KGB y la CIA, el NKVD y la OSS, hasta el golpe de estado contra Gorvachov en el 91. Una producción con aires de biopic que puede ser una lección rápida, y muy entretenida, de historia.
5 '1983'
'1983'
Si 'The Man in the High Castle' nos intenta poner en un mundo en el que ha ganado Hitler la guerra, '1983' nos sitúa en un universo distópico en el que la URSS sigue en activo. En este caso, la ficción se centra en Polonia, que aún viviría bajo el yugo soviético. Si bien el resto de series de la lista destacan por lo magistral de su relato, quizás en '1983' esa parte pasa a un segundo nivel, ya que cojea un poco. Sin embargo, lo curioso de la trama y su intento de trasladarnos a ese "1984" de Geoge Orwell, que el título no está escogido al azar, oigan, ya es solo un argumento para pasarse a echar un vistazo.
6 'Los hombres de Smiley'
'Los hombres de Smiley'
Continuación de la miniserie de BBC "Calderero, sastre, soldado, espía" y basada en la obra homónima de John le Carré, en seis episodios viviremos todo un frenesí de intrigas cuando el agente George Smiley (Alec Guinness) vuelve al servicio activo para resolver el asesinato de un agente del Servicio Secreto Británico. Lo que no sabe Smiley es que este caso le llevará a conocer por fin a su gran rival del lado soviético, el espía Karla. La ficción es capaz de plasmar a la perfección la obra literaria en la que se basa y, aunque no destaque por querer profundizar con especial frenesí en la historia propiamente dicha, merece solo la pena ver la magistral actuación de Alec Guinness ("El puente sobre el río Kwai"). Más quisiera James Bond haber tenido el nombre de este gran actor entre su historial.
Parece que la cosa va de sellos de calidad, y es que esta producción de Fremantle lleva el de Oliver Stone ("El expreso de Medianoche"). Para los que quieran huir de la ficción, 'La historia no contada de los Estados Unidos' es un programa documental que intenta dar voz a esa "versión no oficial" de los hechos estadounidenses. La Guerra Fría no iba a ser menos y en su capítulo 4 dedican una hora completita a contarte todo el provecho que sacó el país del conflicto. Titulado "La gestación de la idea de Estados Unidos como policía del mundo", es la mejor opción para los amantes de las sagas "contado para escépticos".
Qué no han tocado 'Los Simpson'. La familia animada más famosa del mundo no se pierde ni una. Han viajado al pasado para infiltrarse en el palacio de Enrique VIII, han conocido a la Reina Isabel II de Inglaterra, han cantando en una azotea al más puro estilo de The Beatles y, aunque nadie haga caso al pobre Abe, tienen entre sus paredes a un superviviente de la II Guerra Mundial. Por eso, era raro que no hubiera ningún episodio dedicado a este hecho histórico. En sí no hay un capítulo explícito, pero la serie jugó con su particular estilo y prefirió transformar Springfield en la Alemania dividida. La parte de Homer, al igual que ocurriera con la RDA, no salió muy bien parada, pero consiguió que los Who tocaran para ellos, haciendo un guiño al famoso rumor de que un día los mismísimos The Rolling Stones tocarían en la parte Oriental de Berlín.
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Otro guiño a este episodio histórico lo protagoniza, precisamente, Abe Simpson. Este se encuentra subido en un barco de ataque cuando escucha a John F. Kennedy pronunciar la famosa frase de su discurso en la RFA en junio de 1963 "Soy un berlinés". En el episodio, el pobre abuelo Simpson lo tacha de nazi al confundir su afirmación y, aunque muy lejos de la realidad, lo cierto es que la leyenda dice que, en su momento, la frase no fue muy bien entendida por un fallo gramatical, ya que lo que él dijo fue "¡Ich bin ein Berliner!", cuando lo correcto habría sido no utilizar el artículo ("Ich bin Berliner"). Así pues, hay muchos que afirman que lo que dijo el pobre Kennedy, con toda su buena intención fue: "Soy un donut".