La tercera gala de 'Gran Hermano: Límite 48 horas' puso fin al "doble juego" de los concursantes de la casa pequeña, que por fin pudieron desvelar sus verdaderas identidades y relaciones. No obstante, Javier Mouzo y Jorge Pérez aún quedaban por entrar en la casa, razón por la que el programa dio un giro a dicho juego: el resto de concursantes estarían al tanto de su mentira sin que los recién llegados lo supieran, lo que propició uno de los momentos más divertidos de la edición hasta hoy.
Ambos concursantes habían acordado fingir que eran hermanastros, enfrentados por la herencia de su difunto padre: Javier había nacido en Argentina antes de trasladarse a Galicia, razón por la que el cantante optó por emplear el acento de dicho país, mientras que Jorge mantuvo el suyo. De esta forma, la entrada del militar fue emocionante por la incorporación de una cara nueva, sin que ocurriera nada trascendente, después de que el resto de sus compañeros escucharan su conversación con Javier en la repasaban su "teatro".
Lucía y Manu se aguantan la risa ante el teatro de Javier en 'Gran hermano 19'
Conscientes de la mentira y obligados a "seguirles la corriente" con la amenaza de una "expulsión fulminante", los concursantes fueron sorprendidos más tarde con la entrada de Javier. Tanto él como Jorge interpretaron su papel y evidenciaron su supuesta mala relación, antes de que el artista procediera a presentarse y contar su cuartada, con su falso acento argentino. No obstante, bastaron solo unas pocas palabras para que Violeta Crespo y Lucía Rolek salieran corriendo mientras contenían la risa, antes de estallar a carcajadas en el vestidor, seguidas por otros concursantes como Nerea Minguela, Ruvens Pérez y Adrián Thiam, quienes tampoco pudieron aguantarse una vez lejos del alcance de Javier.
El mejor momento de la edición
El momento fue de lo más cómico hasta para Jorge Javier Vázquez, cuya carcajada, al igual que las del público, se coló en medio de la estampida de concursantes. Otros concursantes como Luis aguantaron la risa sin retirarse del salón, a donde sus compañeros no tardaron en regresar, aunque volvieron a retirarse al momento a la cocina para coger agua y disimular. La situación fue especialmente complicada para Violeta, Ruvens o Lucía, los cuales apenas podían aguantar la risa, al mismo tiempo que algunos de sus compañeros trataban de seguir el hilo del teatro de Jorge y Javier.
Lo más leído