Durante la campaña electoral de este 28A hemos visto todo tipo de ataques cruzados entre las distintas formaciones políticas. Sin embargo, alguien ajeno a estos cuatro mosqueteros ha recibido ataques por parte de (casi) todos los partidos: RTVE. El ente público ha estado en el ojo del huracán por cambiar la fecha de su debate a petición del presidente del gobierno, lo que le ha traído la acusación de "instrumento" del gobierno, cadena "partidista" y derivados.
No obstante, estas palabras son vino nuevo en odres viejos. Desde que la nueva administración entrara en vigor el pasado mes de julio de 2018, han sido varios los comentarios que han ido en esa línea e, incluso, el Partido Popular hablaba desde su cuenta oficial de Twitter de una "purga" de profesionales en RTVE. Esta famosa palabra ha perseguido hasta la saciedad a su administradora única provisional, Rosa María Mateo, que tuvo que hacer frente a una de las comparecencias ante el Congreso sobre su administración más cruentas hasta la fecha, por todos los cambios que se habían producido en la cadena pública desde su llegada.
La dimisión de la periodista se ha pedido en multitud de ocasiones. La última, en el mismísimo debate a cuatro de RTVE, en el que Rivera reafirmaba las palabras de su secretario general de partido, José Manuel Villegas, y acusaba, además, a Mateo de haber sido puesta a dedo al frente de la Corporación. Sin embargo, lo que el cabeza de lista de Ciudadanos ha debido de olvidar es que Rosa María Mateo fue designada en su su cargo mediante una votación en el Pleno del Congreso de los Diputados, con 180 votos a favor en segunda vuelta.
Los programas
El rumbo de RTVE cambió el pasado 22 de junio de 2018, cuando el nuevo gobierno socialista, en colaboración con Unidas Podemos, aprobaba un Decreto Ley para forzar el relevo de su cúpula. Se abría así una batalla entre dichos partidos, que vislumbraban modos diferentes de llegar a una nueva cadena pública. Los primeros, a favor de una formación de un Consejo de Administración provisional, los segundos, en defensa de un concurso público. Lo que pasó, finalmente, no es un misterio, pero lo que puede pasar después de las elecciones generales del 28 de abril si lo es. Por eso, desde FormulaTV hemos querido saber qué dice cada uno de los principales partidos con opción a forzar gobierno sobre RTVE.
PSOE
PSOE
El partido que ostenta el gobierno en la actualidad no dice nada en su programa acerca de lo que harán con la Corporación. Lo mismo porque los socialistas ven con buenos ojos el modelo que han estado siguiendo durante estos últimos diez meses o porque los de Ferraz se han visto obligados a acortar su programa electoral, que es el más extenso en contenido de los cinco.
PP
PP
El Partido Popular ha sido uno de los más críticos con la administración de Rosa María Mateo. Por eso, no es de extrañar que en su programa, concretamente en el punto 421 (dentro del apartado de Transparencia), se recoja lo siguiente:
-Los medios de comunicación públicos estarán guiados por criterios de profesionalidad, transparencia, pluralidad y racionalidad económica. Terminaremos con el modelo de Administrador único de la corporación de RTVE e impulsaremos un gobierno corporativo guiado por los principios de profesionalidad, mérito y capacidad.
Asimismo, en cuanto a Transparencia per se, también añade que fortalecerán el Consejo de Transparencia, "para dotarlo de mayor independencia y los recursos que le permita realizar su labor con más eficacia". Y es que este órgano RTVE ha protagonizado, desde su creación, varias contiendas legales con RTVE, como por la publicación de los contratos del programa '¿Cómo lo ves?', de Carlos Herrera, o los de la compra de películas a la empresa de Enrique Cerezo. No olvidemos el jaleo que derivó de la publicación del sueldo de sus directivos por parte de un medio de este país, lo que llevó a RTVE a amenazar con demandar.
Ciudadanos
Ciudadanos
El programa de Ciudadanos es uno de los que más espacio dedica a la televisión pública. Al igual que el PP, sus pautas figuran dentro de su apartado dedicado a la Transparencia y se dividen en televisión pública estatal y autonómicas. De hecho, este último punto es especialmente agresivo y, de llegar al poder, aplicarían medidas bastante cortantes para con la televisión, algo curioso tratándose de un partido que aboga por el liberalismo de mercado y la no injerencia del Estado.
-Garantizaremos la independencia y pluralidad de Radiotelevisión Española. Reforzaremos el procedimiento de concurso para evitar bloqueos políticos interesados y aseguraremos la elección de un nuevo Consejo de Administración de RTVE formado por profesionales expertos e independientes.
-Auditaremos las televisiones autonómicas para reducir su fasto innecesario y aseguraremos que sus contenidos no sirvan para hacer propaganda ideológica. Garantizaremos la neutralidad y la pluralidad de los medios públicos de comunicación social, promoveremos su autofinanciación y, en su caso, impulsaremos la eliminación de aquellos que resulten manifiestamente inviables.
Sobre Transparencia, su programa comparte parecido con el de los populares, aunque describen con mayor detalle cómo se regirían en este punto. Estas medidas, de aplicarse, facilitarían bastante la labor del Consejo, aunque, realmente, la ley de transparencia ya dice que esto tiene que suceder. Otra cosa es que en la práctica no pase.
-Haremos transparente toda la información sobre contratos y subvenciones públicas, permitiendo el acceso libre a todas las bases de datos y registros públicos sin necesidad de acreditación, publicando toda la información sobre los contratos y subvenciones públicas y extendiendo esta obligación de publicidad a otras figuras, como los convenios.
Unidas Podemos
Unidas Podemos
Unidas Podemos es la formación que explica con más detalle qué haría si la televisión pública estuviese en sus manos. Aparte de fijar un modelo a seguir, apuestan por una vigilancia más exhaustiva, que garantice la independencia y transparencia, y, además, exigen que haya una producción propia de un espacio tan representativo como son los informativos.
Llamativo es también que en su programa se proponga algo que habría sido determinante para todo lo acaecido en esta campaña electoral: varios debates y, que al menos uno, sea en la televisión pública. Destaca también uno de los puntos base del discurso de Iglesias en este período de cara al 28A: prohibir que la banca se adueñe de los medios de comunicación, algo que trastocaría por completo el panorama mediático español.
-Una nueva RTVE más plural y democrática. Implementaremos un plan de reforma de RTVE y sus sociedades, que nos coloque a la altura del modelo de la BBC británica, con el objetivo de garantizar la transparencia, la participación de profesionales y de público, el prestigio del servicio público y la consolidación del proceso de renovación vía concurso público, tal y como se acordó en el Congreso y en el Senado. Para ello, se fomentará y coordinará la participación directa de la audiencia, se dará voz en horario relevante a grupos políticos y sociales significativos y se realizarán auditorías semestrales con participación rotativa de las y los propios profesionales de la corporación y la sociedad civil. Aseguraremos un programa de inversión en producción propia para el ámbito digital, asumido de manera directa por los programas esenciales del servicio público, de manera que la externalización de servicios informativos quede excluida y se alcancen progresivamente los niveles de dotación presupuestaria a los recortes iniciados en 2012.
-Estableceremos la garantía de al menos dos debates entre los o las candidatas a la presidencia de Gobierno, de los que al menos uno se celebrará en la televisión pública.
-Prohibir que los bancos y los fondos sean propietarios de los medios de comunicación. Según la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), solo la banca ya tiene acciones por valor de más de 600 millones de euros en medios de comunicación y, en muchos casos, controla más del 50 % de su capital. La salud de la democracia española exige que quienes tienen un enorme poder financiero no puedan aprovecharlo para controlar también la comunicación y la formación de opinión pública en nuestro país.
VOX
VOX
El partido de Santiago Abascal no tiene su mirada puesto tanto en RTVE como en las autonómicas. En su programa electoral apuestan por la privatización de algunas de ellas, citando expresamente a TV3 y Canal Sur. Sin embargo, en sus 100 puntos para gobernar España hablaban directamente de cierre, tal y como se contempla en el 35, por lo que el futuro de estas cadenas está, aún, en vilo.
– Un buen número de las empresas públicas creadas tanto por el Estado Central como por las Autonomías y las Corporaciones Locales no obedece a ningún objetivo definible como de "interés público o general" y las que sirven a esos conceptos realizan actividades que podrían ser acometidas por la iniciativa privada. Este es el caso en gran parte de las televisiones autonómicas y locales que obedecen a intereses políticos de los partidos en el poder en cada momento, un "juguete" sin visos de independencia. Resulta imprescindible la privatización de cada uno de estos canales que más que servicio público aportan un arma de difusión ideológica (véase los ejemplos de TV3 o Canal Sur) o proceder, cuando eso no es posible, a su cierre.
Lo más leído
- (Punto 35) Drástica reducción del gasto político. Eliminación de cargos y organismos duplicados, ideológicos o por cualquier otra razón prescindibles. Cerrar organismos destinados a crear estructuras paralelas al Estado, las televisiones autonómicas, defensores del pueblo, Consejos Consultivos, Agencias Meteorológicas, etc.