Programa relacionado
Detrás de 'Supervivientes' hay un gran equipo encabezado por Ángel Ludeña, director de esta edición del reality, y Juanra Gonzalo, director de la productora del programa, Cuarzo (Banijay Iberia). Aprovechando que estamos en Honduras y teniendo en cuenta el ritmo frenético de trabajo del equipo para crear tres prime time semanales más una tira diaria, hemos encontrado un hueco para reunirnos con ellos.
Entramos a la sala del hotel que el equipo utiliza como lugar de reuniones para tener un encuentro con ellos y que nos hablen de cómo están viviendo su primer año como productora de 'Supervivientes', pues recordemos que esta edición es el debut de Cuarzo al frente y que, mínimo, vendrán otras dos que ya están firmadas con Mediaset. Además, nos cuentan absolutamente todo: cómo es su día a día, si hay relación con los concursantes, cómo afecta un abandono, cómo vivieron la huída de Ángel Cristo Jr. y cómo les sientan las acusaciones de manipulación, entre muchas cosas más.¿Con cuánta antelación empezáis a preparar una edición antes de su estreno?
Juanra Gonzalo: Con mucha. Date cuenta que al ser este nuestro primer año, había mucho que preparar, diseñar la Palapa desde cero, construirla. Fundamentalmente, empezamos antes con el casting. Este año hemos empezado en octubre del año 2023 para una edición que empezaba en marzo de 2024, así que prácticamente seis meses antes empezamos ya con la preproducción para ir perfilando un poco el casting con el tipo de gente que queremos traer. Luego, también con todo el diseño de lo que va a ser el programa aquí en Honduras en cuanto a estilo y forma y que tenga todo una unión que este año hemos decidido que sea el Rey Poseidón y a raíz de ahí se han empezado a diseñar todas las pruebas y todas las dinámicas que hay en el programa.
El año pasado fuisteis a Honduras en la recta final de la edición para conocer todo.
J. G.: Vinimos con Banijay Italia, que ya sabéis hay algunos meses al año que coincidimos en Honduras haciendo el programa y vinimos a ver la final de la edición de Italia para ver un poco cómo funcionaba y cómo era la dinámica aquí.
¿Teníais claro lo que queríais cambiar?
J. G.: Es un trabajo que empezó hace prácticamente un año en el que vamos viendo un poco cosas como todos los formatos que se hacen de 'Supervivientes' de todo el mundo, aunque solo en España y en Italia los hacemos en directo, que es mucho más complicado, porque el resto de ediciones en el mundo se hacen grabadas y luego se editan. Nosotros lo hacemos en directo con toda la complicación que esto supone. Entonces claro, en un primer momento no, pero luego es un trabajo de muchos meses antes donde vamos perfilando cada detalle del programa, que son muchos.
Control de realización de 'Supervivientes'
¿Cuál es la gala más complicada, la primera, la última o cualquier otra?
Ángel Ludeña: La primera gala no es tan complicada al final porque es la que más se prepara. Al final aquí luego las galas las tenemos que ir adaptando un poco a lo que vaya pasando y este año si un concursante se tiene que ir, otro se lesionaba... Es un poco más sobre la marcha, la primera gala está muy clara desde el principio siempre son saltos, un juego de localización, Palapa y demás. Esa es difícil porque es la primera y la primera que hacíamos nosotros. La más complicada fue un día que nos llovió muchísimo cayó un tormentón alucinante tuvimos que sacar a los concursantes de la playa y hacer una gala sobre la marcha. Siempre tenemos una serie de juegos de back up que utilizamos por si no podemos utilizar la playa y hay que hacerlos en Palapa, tuvimos una gala que fue así que recuerdo que Laura tuvo que salir con un chubasquero puesto.
J. G.: Decidimos no suspender los juegos, que en mitad de la tormenta daba más espectacularidad. Estaba controlada la seguridad de todo el equipo y decidimos salir adelante a pesar de la tormenta. Es verdad que galas complicadas, como estáis viendo, son todas, porque hay una complejidad de producción con una coordinación entre todos los departamentos muy extensas. Aquí movemos helicópteros, barcos, concursantes, diferentes playas... Entonces para que todo eso esté coordinado con los directos, el satélite y Madrid es muy difícil. También es verdad que nosotros nos ponemos retos y vamos complicándonos cada vez más la vida, también es verdad que estamos haciendo las cuatro horas desde Honduras. Es la primera vez que se hace antes era solo la gala de los jueves, este año estamos haciendo martes, jueves y domingo las cuatro horas de principio a fin desde aquí, con lo cual eso supone mucho más reto y muchos más juegos.
Á. L.: Elementos nuevos como el Oráculo de Poseidón, porque anteriormente 'Conexión Honduras' duraba en Honduras hasta las doce, doce y media. Nosotros para poder llegar hasta la una cuarenta surgió el Oráculo de Poseidón para rendir cuentas con las cosas que hayan pasado en la convivencia. Nos funcionó bien, lo usamos el primer domingo y ahí seguimos utilizándolo.
¿Qué es lo que más te preocupa antes de empezar una gala, Ángel?
Á. L.: Pues que salga bien en general, no tengo una preocupación concreta. Con los juegos siempre estoy pensando a ver qué tal salen, pero creo que es un equipo que es increíble verles trabajar, tanto mucha gente que ya lo había hecho, como mucha gente nueva. Es que funcionan a la perfección, están muy organizados y se coordinan muy bien. Creo que verlos en un directo es increíble. Siempre decimos en las reuniones de escaleta si necesitamos, por ejemplo, ocho minutos para movernos de un juego a otro y al minuto dos ya nos avisan de que están y podemos avisar a Madrid de que podemos volver. Estamos siempre un poco adaptándonos durante el directo y estamos muy contentos con el resultado.
¿Cómo es confiar en el equipo sin ver lo que están haciendo?
J. G.: Sí, lo vemos a través de las cámaras, pero por supuesto que es una acto de fe, tenemos fe ciega en este equipo, en cada uno de los departamentos y en la coordinación de todos los departamentos, que esto es un engranaje de reloj suizo para que todo funcione. Cada uno sabemos lo que tenemos que hacer y en el momento que lo tenemos que hacer. En esa parte de los juegos habéis visto que tenemos en el control todas las cámaras no solo la que están pinchando, con lo cual estamos pendientes. Luego hay un ayudante de dirección en las playas que está permanentemente en contacto con Ángel que le va contando un poco todo lo que pasa. Está Rober, el regidor, que también nos informa de todo lo que pasa allí, que es una máquina moviéndose de un set para otro sin parar y moviendo a los concursantes. Luego todo el equipo técnico que habéis visto como se manejan a la temperatura que hace y mueven todas las cámaras de un set a otro de los juegos a la palapa, de la Palapa a la salvación... Y luego todos los puntos de directo que tenemos alrededor de todo el Cayo, con lo cual la coordinación en ese sentido es fundamental. Es fundamental la comunicación como en cualquier programa que parece una perogrullada, pero en este programa como no haya comunicación o haya una mala comunicación cualquier cosa puede fallar en el mínimo momento. Como no haya una barca cuando necesitamos que llegue, o que el juego no esté preparado en el minuto en el que llegue, porque estamos en directo y es lo más complicado.
Á. L.: Sobre todo con la cantidad de cosas distintas que tenemos, al final estamos haciendo programas en los que tenemos muchos juegos, muchas dinámicas... Vamos con escaletas muy cargadas, muchas veces lo que más nos preocupa es que nos quepa todo en el programa. Siempre que terminamos la escaleta Juanra me dice: "¿Eres consciente de que esto no cabe en el programa?". Porque tenemos veinte vídeos, diez juegos, una dinámica, nominaciones... Hay que internarlo y si llegamos a todo llegamos y siempre tiramos vídeos.
J. G.: Pero oye si caen las cosas está bien, porque es porque todo lo que ha habido antes ha funcionado muy bien.
Reunión de escaleta de 'Supervivientes'
¿Se ha planteado alguna vez reducir las cuatro horas del programa?
J. G.: A ver ser capaces se podría, pero perderíamos muchas cosas. Yo creo que lo que nos falta es tiempo, entonces aunque parezca mentira falta tiempo para contar todo lo que pasa aquí que es mucho. Así que no, por ahora no se ha planteado reducir las galas. Muchas veces Carlos Sobera, Jorge Javier Vázquez y Sandra Barneda bromean cuando ven la cantidad de contenido y dicen: "Hoy el programa va a durar hasta las nueve de la mañana, para meter todo lo que queremos meter".
Á. L.: Además este año hemos tenido mucha suerte con el casting porque ha funcionado fenomenal y hemos tenido muchísimo contenido de las playas. Recuerdo al principio algunos días teníamos gala el domingo y gala el lunes, pues es difícil, no teníamos casi convivencia en la playa y aun así teníamos buen contenido. Si el problema es que no nos entran las cosas es buena señal.
Esto es una coproducción entre Mediaset y Cuarzo con lo cual todo lo que se hace está consensuado
¿Todas estas novedades son iniciativa de Cuarzo o hay algo que os pidiese Mediaset desde el principio?
J. G.: Esto es una coproducción entre Mediaset y Cuarzo con lo cual todo lo que se hace está consensuado, está hablado y desde hace seis meses es un trabajo conjunto de reuniones constantes. Son propuestas que van surgiendo en el día a día de las reuniones.
¿Por qué decidisteis que hubiese más contenido en directo desde la isla y menos desde plató?
J. G.: Yo creo que sí que es una idea que estaba clara tanto por parte de cadena como por parte nuestra que había que potenciar el contenido de Honduras. Es decir, el programa está aquí, los concursantes están aquí, las historias están aquí, todo pasa aquí. El plató es verdad que nos acompaña y tenemos que tener plató, porque en cualquier momento los satélites se nos pueden venir abajo aunque tenemos tres sistemas de seguridad diferentes, pero bueno tienes que estar cubierto. Al final si a los protagonistas los tienes aquí sufriendo como estáis viendo que están sufriendo, pasándolo mal, pero dejándose la piel en las pruebas y en la supervivencia como lo están haciendo, lo lógico es que buscásemos la fórmula para que eso se pudiera contar todo desde aquí. Yo creo que eso se ha conseguido, entonces yo creo que de cara a futuros años es la línea por la que hay que seguir de potenciar el contenido de Honduras y las historias que pasan aquí relacionadas con su supervivencia.
En el casting buscábamos algo distinto; mezcla distintos perfiles y ningún personaje se parece a otro
¿Qué tenía que tener un concursante para ser elegido este año?
Á. L.: Yo creo que en el casting buscábamos algo distinto, algo que fuera un poco variado, por un lado tirar un poco de perfiles que son seguros de vida, perfiles que ya sabemos que han funcionado en otro reality como Aurah Ruiz. Luego perfiles nuevos por descubrir, al final Ángel Cristo era un personaje que estaba por descubrir y ha sido uno de los protagonistas de esta edición, era un personaje que nunca había hecho un reality. También tenemos a otros como por ejemplo Miri Pérez-Cabrero que había estado en 'MasterChef' pero aquí nos ha enseñado otra parte de ella que tampoco conocíamos. Un Rubén Torres que era un chico prácticamente desconocido que también ha llegado y ha tenido muchísimas tramas y es buenísimo en los juegos. Creo que el casting mezcla un poco distintos perfiles, creo que ningún personaje se parece a otro.
J. G.: Yo creo que esa es la base en cualquier casting que hagas, que haya perfiles de todo tipo y más en un programa como este. Hay perfiles que tienen que ser muy conocidos para que llamen la atención en el minuto uno para que quieras verles saltar del helicóptero, que esté el morbo ese de "oye, se va a tirar del helicóptero, ¿cómo es posible?, ¿cómo va a estar viviendo en la playa?". Para nosotros era fundamental que casi todo el casting fuera reconocido, es decir, que supieras quiénes son porque en un programa como 'Supervivientes' que ahora llevan más de 90 días, la gente hasta que no llega aquí no se cree lo mal que se pasa, es difícil imaginarlo, incluso viéndolo y viendo cómo se van demacrando. Es importante que la gente sepa quiénes son y les reconozca. Luego para nosotros le hemos dado este año también mucha importancia a la parte física y a la parte del esfuerzo y la espectacularidad de las pruebas. Yo creo que esa parte ha sido fundamental y a día de hoy lo visteis el otro día en el duelo al sol entre Aurah y Torres que era espectacular que nunca lo habíamos inclinado tanto estaban prácticamente en horizontal y cómo seguían aguantando a pesar de que ya no tienen fuerzas. Esa parte de gente bien preparada físicamente y que fueran espectaculares las pruebas también pesó mucho a la hora de hacer el casting.
Á. L.: Son buenísimos haciendo los juegos, de hecho nosotros cuando los ensayamos, que los ensayamos por muchos motivos, pero uno de ellos es ver cuánto nos ocupa en escaleta el juego y luego te sorprendes porque hemos hecho juegos que hemos aguantado diez minutos y ellos te aguantan veinticinco entonces da gusto verlos competir. Por ejemplo, Pedro García Aguado que no es un niño de 20 años y el tío cómo se esfuerza, cómo hace los juegos, da gusto verlo y eso es una parte fundamental de 'Supervivientes', junto con otras, que se está notando mucho este año.
¿Cómo resumiríais el proceso del trabajo de cómo se graba y se envía?
J. G.: El equipo está trabajando durante todo el día, hay gente en la playa durante las 24 horas del día y lo que se va haciendo es un sistema de envío de flujos de trabajo, cada tres horas se envían las tarjetas a un inspector de playa a las playas, recoge las tarjetas, se llevan al Cayo a la sala de flujos donde se digitalizan las tarjetas y se envían aquí al hotel y aquí en el hotel se vuelven a digitalizar y ya se pasa al sistema donde empiezan a hacer recortes de todo lo que pasa a lo largo del día y algunos vídeos se editan aquí en Honduras y otros se mandan compactados para que lo editen en Madrid. Por ejemplo, la actividad diaria se edita cien por cien aquí y los vídeos de gala es un trabajo cincuenta, cincuenta. Lo que sí se hace aquí son todos los compactados porque claro, no hay volumen suficiente para enviar todo lo que se graba a lo largo del día.
¿Aquí hay redactores que ven todo lo que pasa y redactan todo el minutado?
Á. L.: Hay loggers en playa, están siempre en cámara un redactor y un equipo de sonido. El redactor va haciendo un minutado en directo de todo lo que va pasando y luego nos lo pasa, nosotros tenemos dos reuniones una a las doce de la mañana por walkie que la hace el equipo que está en el Cayo con los que están en la oficina y luego tenemos otra a las seis de la tarde cuando ellos vuelven donde hacemos un repaso de todo y ya se distribuye un poco el material. El material lo editan guionistas de edición, que por un lado hacen vídeos y por otro mandan compactados a Madrid con un resumen del contenido.
Tiene la parte mala de que estás a 8.000km de tu familia, pero por otro lado, te da muchas alegrías este programa
¿Cómo es vuestra vida aquí, cuánto dormís y cuánto estáis trabajando?
J. G.: Mira nuestras caras. Ángel no tiene vida, está dedicado las veinticuatro horas tiene un walkie que en cualquier momento se enciende por las noches. Está pendiente del programa las veinticuatro horas del día y los siete días de la semana, es que en un programa así no te queda otra. Es una vida complicada con calor, humedad y picaduras de mosquitos, pero por otro lado con mucha felicidad, porque hacer este programa es el sueño de cualquiera que nos dediquemos a hacer televisión. El nivel de producción de este programa y lo que te permite este programa no te lo da ningún otro. Tiene la parte mala de que estás a 8.000km de tu familia, de tu vida y de todo, pero por otro lado, pues estas aquí, hacemos piña con el equipo, tenemos una nueva familia y te da muchas alegrías este programa. Encima como este año nos está saliendo todo también y la audiencia también nos está acompañando, pues eso te da muchísima felicidad y te da mucho subidón para seguir, pero el trabajo del día a día aquí, sobre todo para Ángel porque luego el resto de gente sí que tiene sus jornadas muy marcadas y sus días libres. Para la gente de dirección es más complicado porque tienes que estar siempre y siempre pasan cosas, es decir, cuando uno no se pone malo, otro se cae, ya no solo de los concursantes, sino también del equipo. La gestión desde aquí de todo es muy difícil.
¿Cómo es el trabajo con Madrid en cuanto a dirección?
Á. L.: Al final estamos constantemente comunicándonos. Nosotros hacemos una previsión de los contenidos que nos gustaría llevar en una de las galas, ellos suman propuestas suyas, las juntamos, hacen una preescaleta, que luego ajustamos aquí teniendo en cuenta los movimientos que hacemos, porque al final allí es difícil saber los movimientos que necesitamos aquí. Una vez yo recuerdo antes de venir que tenía un montón de ideas que luego llegas aquí y no se pueden hacer o hay que hacer de forma diferente. Nosotros tenemos controladísimo cuanto tiempo necesitamos para pasar de una localización a la otra. Por ejemplo, para ir de playa de juegos a palapa son siete minutos, que luego son cinco, entonces ya tenemos que tener en cuenta que en ese tiempo tiene que haber un paso por plató. Lo vamos ajustando así, la escaleta la hacemos entre la dirección de Madrid y nosotros.
J. G.: Hay una comunicación constante fundamentalmente vía mail por el cambio horario, que siempre estamos como al revés. El día de antes Ángel tiene reuniones con la dirección de Madrid y dos horas antes el día del programa volvemos a tener una reunión por teléfono o videollamada para repasar la escaleta entera, porque han podido pasar cosas en esas horas. Muchas veces justo antes de las galas tienes que volver a levantar la escaleta porque te ha pasado algo. Es una escaleta que está abierta, hay una comunicación muy directa y luego durante las cuatro horas de directo conectados por el pinganillo todo el rato.
Á. L.: Nos ha pasado muchas veces que una hora antes del programa pasa algo que cambia el programa por completo, porque ha pasado algo en la playa que te condiciona un poco lo que va a pasar. Si llegan dos concursantes que de repente eran amigos, ahora no se hablan, no se entiende y no está contado en un vídeo, pues es muy raro de cara al espectador. Entonces siempre vamos al límite, pero bueno eso también es lo que lo hace interesante.
Tenemos empatía por los concursantes, pero la relación con ellos es mínima
¿Cómo acaba siendo vuestra relación personal con los concursantes?
Á. L.: Empatía por supuesto, pero la relación con ellos es mínima. El equipo no tiene relación con ellos más allá de microfonar o subirlos a la barca. El equipo de redactores, cámara o sonido no tienen ningún tipo de relación. De hecho, ellos no se llaman por su nombre nunca siempre es redactor, cámara, inspector. Con los inspectores de playa tampoco, ellos saben que si necesitan algo como que les duela la cabeza hablan con él y avisa al equipo médico. Los únicos que tenemos trato directo con ellos son el médico, la psicóloga y yo que voy un día por semana, los jueves a la playa a verlos. Es una visita rápida, ver qué tal están y poco más.
J. G.: Eso se les avisa antes en una reunión que tenemos con los concursantes. Se les dice que no son antipáticos, pero no pueden tener ningún tipo de relación, ni contacto, porque si no estaríamos rompiendo las reglas. No queremos que sepan cómo se llaman, no hay ningún tipo de contacto en ese sentido. Entonces el único que habla con ellos es Ángel que va una vez en semana para ver cómo están y asegurar los protocolos de Banijay de welfare y de bienestar de los concursantes. Por eso tienen a su disposición también la asistencia psicológica, de la psicóloga María que está aquí las veinticuatro horas del día y del médico que va a verles también con Ángel, que aprovecha para pesarles y ver cómo están de salud por si hay que tomar medidas en cuanto a sus pesos, diarrea y esas cosas que son muy habituales tanto en el equipo, como en los concursantes.
Á. L.: Al final tanto el mundo de la psicóloga, el médico y nosotros estamos muy bien coordinados para eso. Por ejemplo, ¿qué comen en la playa? Pues tienen una dotación médica que sabéis que lo contamos en el programa, que es lo que el médico considera que deben tener para resistir a lo largo del tiempo, por eso siempre estamos coordinados para saber las necesidades que tienen reales y estar un poco adaptados. Lo pasan muy mal, pero siempre controlados.
¿Cuál es esa dotación?
Á. L.: Al principio del programa depende si te ha tocado en la playa buena o en la mala, tenían distinta dotación.
J. G.: Eran 30g de arroz y 20g de lentejas en Playa Olimpo, la buena, por persona y día.
Á. L.: Y 40g de arroz solo en Playa Condena.
J. G.: Y el isotónico, agua... Cuando eran nueve y nueve tenían siete latas en la playa buena y cinco en la mala por semana para todos y tres cocos. Luego lo que pesquen y la fruta que cojan.
Parte del equipo que hace posible 'Supervivientes'
¿Cómo se vivió desde el otro lado la fuga de Ángel Cristo?
Á. L.: Pues muy mal, fue un momento complicado. Nosotros estamos en contacto permanente entonces siempre sabemos lo que está pasando en la playa. El inspector de playa nos avisó que no encontraban a Ángel y luego automáticamente empezamos a buscarle. Por un lado, primero lo buscan los inspectores de playa que son los que conocen la zona. El equipo, un redactor y un cámara también y luego ya fuimos sumando.
¿Se sumó también el equipo de Italia a la búsqueda?
Á. L.: Es que justo ese día había un directo de Italia, entonces el equipo italiano también estaba aquí, entonces se acercaron un momento, porque cuanta más gente ayudara a buscarlo sería mucho mejor.
Fue dramática la fuga de Ángel Cristo porque la zona es un peligro y él se creía Rambo
J. G.: Es dramático en el sentido de que si dormís allí vais a ver cómo es la orografía de la isla, no es muy grande, pero es una isla muy rocosa y muy empinada. Entonces el peligro de ahí, es que en cualquier momento se podía caer, están con muy poca fuerza aunque él está muy seguro y se creía prácticamente Rambo. Pero es muy complicada esa orografía, porque si no te conoces la isla en cualquier momento hay barrancos que son todo de piedra y luego no tienen fuerza, te puedes marear, te puedes caer en cualquier sitio y para encontrarte es muy complicado. A parte del equipo nuestro local que se puso enseguida a buscarle, el equipo de Italia y nuestro equipo de inspectores que más o menos se conocen todos los caminos, pues se pidió ayuda a la Fuerza Naval, que están en el Cayo, porque ellos sí se conocen al dedillo cada uno de los rincones y bueno afortunadamente tres horas y media después apareció en la otra punta de la isla en perfecto estado de salud, pero él mismo nos reconoció que iba a esperar ahí porque ya no tenía fuerzas para volver.
Ángel Cristo dijo que le habíais encontrado porque él quiso.
Á. L.: Pero creo que eso lo aclaró en plató cuando estuvo y dijo que sí que había un momento que se había asustado, porque claro, las condiciones de ellos a veces salen a pescar y vuelven... Últimamente, les pedimos que pesquen siempre con el neopreno porque están muy débiles, el agua está muy fría, Blanca Manchón se ha mareado varias veces pescando. Es un camino complicado y por eso está acotado para que no se vaya por ahí y evitar riesgos.
J. G.: Ellos lo saben cuando firman el contrato. Está claramente indicado que los espacios están acotados por su seguridad y por la seguridad del equipo también. Por supuesto cuando van a las playas se les indica y se les marca muy bien con las cuerdas cuáles son las zonas. No solo lo que respecta a detrás de la isla, sino también en el mar, que no se pueden ir donde les da la gana. Siempre tienen que ir acompañados, siempre tiene que ir alguien del equipo, porque en cualquier momento se pueden marear. Imagínate si se va uno solo a pescar y se marea, se puede ahogar, con lo cual no pueden ir sin una barca de apoyo de pesca. No pueden irse solos si no está el cámara buzo o las personas del equipo a su alrededor.
¿Entonces tienen que avisarlo todo?
J. G.: Tienen que avisar, sí, esto es por cuestiones de su seguridad, no es por otro motivo. Es que están muy débiles de verdad y en cualquier momento con el sol dándoles todo el rato en el mar, puede ser muy peligroso.
Al equipo le duelen las acusaciones de manipulación y no le hacen gracia, porque sabe que no es verdad
¿Cómo se siente el equipo cuando los acusan de manipulación?
J. G.: El equipo se deja la piel durante todo este tiempo, que si sumamos 'Supervivientes All Stars' van a ser cinco meses, en condiciones muy duras, trabajando de sol a sol, con calor con mosquitos, con lluvia, sin lluvia, con humedad. Entonces imagínate, al equipo esto le duele y no le hace gracia, porque sabe que no es verdad. Cuando alguien ni siquiera tiene relación con los concursantes y se le acusa de estar manipulando, que expliquen cómo. Vosotros estáis viendo cómo se trabaja, puede venir aquí todo el mundo que quiera para ver cómo trabajamos, porque no tenemos nada que esconder. Estamos totalmente abiertos a que veáis cómo se trabaja y cómo se hace el programa. No tiene ningún sentido y yo desde luego por respeto al equipo no voy a entrar en nada de esto. A mí no me preocupa especialmente en el sentido de las críticas y lo que se publique, porque tenemos muchísimo trabajo aquí y estamos todo el día por y para el programa con lo cual no tenemos tiempo. Pero sí me preocupa por el equipo, porque me parece muy injusto que después del trabajo que se está haciendo aquí, lo que quede sea eso. Yo creo que para el gran público lo que queda es que se está haciendo un gran programa, que lo están respaldando con la audiencia y yo creo que esto son críticas menores que a lo mejor tienen otros altavoces que se hacen más grandes. Yo aquí quiero defender el trabajo del equipo, un trabajo honesto, muy de verdad y muy duro. Por otro lado, tenemos muchas satisfacciones que no nos empañan para nada el trabajo que se está haciendo del que estamos muy orgullosos.
¿Qué interés creéis que podríais tener vosotros en que gane uno u otro en base a estas críticas?
J. G.: A mí me da exactamente igual. Yo después de los todos los días que llevan, cualquiera se merece ganar y son justos ganadores, porque de verdad estáis viendo las condiciones en las que viven y cómo se dejan la piel en todas las pruebas, siguen saliendo a pescar, siguen buscando leña y haciendo un gran concurso. Nosotros no tenemos ningún interés en absolutamente nadie.
¿Pero hay interés en quienes dan más espectáculo?
J. G.: Eso ya lo sabíamos cuando se hace el casting. Luego hay gente que te sorprende, pero tienes un poco perfiles variados para que dé lo que se espera de cada uno. Yo a día de hoy no tengo ningún favorito, cualquiera de los ocho que hay ahí se merece ganar. Esto son votaciones gratuitas a través de una app, ahí no tenemos nada que decir. Además, vienen de unas nominaciones que deciden los propios participantes con lo cual el programa ahí no puede hacer nada, por mucho que quiera.
Á. L.: Yo creo que todo eso también es parte de su encanto. De repente, hay un día una expulsión de gente que no se espera, el reality vuelve a dar la vuelta y surgen de nuevo personajes que estaban más apartados. Todo lo que sea distinto y que vayan pasando cosas nuevas siempre es positivo. Si se va un concursante u otro no podemos decidirlo nosotros, tampoco lo haríamos y está muy bien así como está.
¿Cómo afecta un abandono a los contenidos y la estructura del programa?
J. G.: Mucho, claro.
Á. L.: Habéis vivido uno reciente con Blanca Manchón y Kiko Jiménez. Cuando pensábamos que ya no íbamos a tener más islas secretas vuelve a surgir esto. Por las necesidades del concurso era injusto traer a un nuevo personaje a participar cuando estamos en la recta final. Entonces lo lógico y lo más justo era que fuera uno de los que ya han participado y ha vuelto Blanca.
J. G.: Bueno, nos toca reesctructurar todo, nos toca volver a organizar equipos. Al tener una playa secreta tienes que destinar equipos cuando a lo mejor ya no estaban. No nos gusta que la gente abandone por motivos médicos ni por otras cosas, pero a veces las cosas pasan y lo bueno de esto es aprovecharlo para el contenido y generar nuevas tramas y nuevas situaciones en el programa, que es lo que se hace.
¿Cómo es el trabajo de Laura Madrueño, que este año ha sufrido un pequeño percance?
Á. L.: Yo creo que también fue una muestra de las condiciones que vivimos aquí. Piensa que si Laura no está en las condiciones que están ellos y se marea, imagínate un concursante muchísimo más mérito todavía. Estamos encantados con Laura, es súper trabajadora, controla perfectamente lo que pasa. Además es muy empática, empatiza mucho con los concursantes y se nota en directo. Al final es la referencia que tienen ellos, no pueden tener contacto con nadie del equipo, es la cara a la que se agarran cuando la ven. Nosotros con ella siempre tenemos una reunión diaria de contenido, en la que le informamos de lo que va pasando en las playas. Luego tenemos la reunión de la escaleta y la lectura de guion, donde definimos un poco el programa.