Uno de los directores de 'Daredevil' nos cuenta cómo fue el rodaje de la compleja secuencia de la cárcel

La carta de presentación de 'Daredevil' fue un intenso plano secuencia de tres minutos que mostraba a Matt Murdock acabando con una banda de criminales en un pasillo. Una escena aparentemente austera, pero cargada de tensión y realismo. Desde aquel segundo episodio, con el estreno de cada temporada se espera que haya una secuencia a la altura de aquella, y en la tercera entrega nos han brindado probablemente la mejor hasta el momento.

En el cuarto episodio de la tercera temporada, titulado "Blindsided", Matt visita la cárcel para tratar de conseguir información de Fisk. Una vez ahí se ve encerrado por los trabajadores, que siguen las instrucciones del poderoso magnate, quien observa la escena desde un ático tras haber sido liberado de su estancia penitenciaria. Desde que el héroe protagonista cuelga el teléfono tras hablar con Fisk hasta que sale del recinto y se sube a un taxi, no hay un solo corte en el plano.

Desde FormulaTV hemos podido hablar con el director del capítulo, Álex García López, que nos ha contado todos los desafíos que supuso la secuencia desde su concepción: "Estaba leyendo en el guion esa secuencia en la que llevan a Matt y se tiene que escapar, habla por teléfono con Fisk, se pelea, sale de la oficina, se choca con otros guardias, le agarra la banda de Albania... Eran como doce páginas interrumpidas por varias escenas, hasta que llega al taxi y se escapa. Al terminar de leer la secuencia aparté el guion, me quedé pensando y dije, 'Aquí hay una oportunidad muy buena para hacerlo todo de una toma y crear algo fantástico.'"

Influenciado por Alfonso Cuarón

"Desde el punto de vista emocional, pensé que al hacerlo en una sola toma se podía crear un sentimiento mucho más claustrofóbico y tenso para poner al espectador al borde de su silla," asegura el cineasta argentino, que también confiesa las influencias que le llevaron a optar por la toma larga: "A mí siempre me han gustado Alfonso Cuarón, Michael Haneke, Lars von Trier... Y Cuarón siempre ha utilizado la toma larga para crear ese tipo de emociones y sentimientos."

Tras desarrollar la idea de unificar las diversas escenas en un intenso recorrido por la cárcel, llegó el momento de venderle la idea al showrunner, Erik Oleson, y a Marvel: "Al principio estaban como, 'Nos encanta la idea.' Porque ellos siempre quieren que uno impulse la calidad del show y haga cosas enormes. Les gustó mucho, pero había una complicación en la parte derecha del cerebro, es decir, la producción."

Paralización del rodaje

"Después tuvimos que convencer a Marvel de que necesitábamos un día entero de ensayo, porque además de los especialistas había que practicar con la cámara, el foquista, el sonido, las luces... Por ejemplo, había un montón de vasos llenos de sangre por la prisión, de los cuales Charlie [Cox] iba cogiendo sangre según le iban pegando," rememora García Lopez.

"Así que estuvimos todo un día practicándolo y tuvimos todo el día siguiente para filmarlo. Aunque un día de rodaje suele ser de doce horas, más media hora para comer, en realidad podíamos hacer tan solo cinco o seis tomas, porque Gary [Ray Sterns] me dijo que después de cuatro o cinco veces no se puede repetir más. Una vez que empiezan a cansarse los especialistas, pueden cometer errores y romperse algo," revela el director, que reconoce el mérito del jefe de especialistas: "Gary estaba muy inspirado y con la motivación de hacerlo en una toma. Su talento y su experiencia también acabaron de convencer a Charlie y a Marvel."

Los grandes obstáculos

Al llegar al set de rodaje, hubo dos segmentos especialmente complicados de plasmar: "La parte más complicada era la primera, la de la oficina, porque había que pasar de ahí al pasillo y había dos cambios entre Charlie y el especialista. El obstáculo en ese espacio era muy grande, pero si salíamos de ahí el tema de especialistas era algo más fácil, porque se admitía mayor nivel de caos."

"Después llega el momento en el que le agarra la banda de Albania y hay una escena de cuatro páginas con mucho drama y emociones. Primero quieren matarlo y Matt tiene que convencerles de que Fisk es su enemigo común. No había margen de error, tenían que darlo todo," relata García López. A pesar de las dificultades, el equipo consiguió superar los dos escollos, que en pantalla intensifican y dejan respirar a la secuencia, respectivamente.

Al final todo el complejo proceso se resume en una certera frase de Álex García López: "Si una cosa sale mal, como que un pantalón se enganche con la puerta, todo se va a la mierda." Afortunadamente, la preparación dio sus frutos y el realizador ha firmado una de las mejores escenas de acción de la serie, cuya tercera temporada ya está disponible en Netflix.