Después de diez programas y tras conocer a veinte solteros, Sheila Martori de 'Para toda la vida: The Bachelorette' cerró su etapa en el programa eligiendo por fin al hombre que se convertía en su hombre perfecto: Miguel, el opositor a bombero y empresario de eventos que buscaba una chica natural, divertida e intelectual.
"Eres el amigo, el compañero, el hermano, el yerno y la pareja que todo el mundo querría tener", decía Sheila, vestida de blanco y con un emocionado Miguel delante suyo. "Si hay algo de lo que estoy segura es que no quiero pasar ni un día del resto de mi vida sin ti", aseguraba la joven.'Para toda la vida'
"Cuando vine aquí no paraba de pensar: '¿Qué haces aquí?'. Pero en el momento en el que te vi en las escaleras, todas esas preguntas desaparecieron. Eres la mujer más maravillosa que he conocido. Creo que nuestra conexión es mágica y solo me sale decirte que te quiero", respondía él, fundiéndose en un beso que sellaba la decisión de irse juntos.
Sin demasiado éxito
Una decisión que se veía en la pequeña pantalla sobre las 2 de la madrugada de San Valentín, sin conquistar a demasiada audiencia. Y es que tras los pobres datos que estaba cosechando el formato, Mediaset España relegó 'The Bachelorette' al late night de Cuatro, donde firmó en su última entrega un escaso 2,9% de cuota con 144.000 espectadores.