Desde el jueves 8 de diciembre, Disney+ Basic es una realidad. El servicio digital de The Walt Disney Company, que hasta ahora tan solo ofrecía una suscripción con la que se podía acceder a todo su contenido sin anuncios, ha lanzado en Estados Unidos un nuevo plan que incluye publicidad. Además, se ha aprovechado este movimiento, el cual se produce poco después de una implantación similar por parte de Netflix, para subir el coste del plan original, que pasa a ser calificado como Premium.
Desde ahora, al menos en territorio estadounidense, los precios quedan configurados así: la suscripción Basic tiene un precio de 7,99 dólares, mientras que la Premium pasa a costar 10,99 dólares al mes o 109,99 dólares al año. Así pues, la propuesta más económica irrumpe con la tarifa que antes estaba asociada al plan sin anuncios, que, a diferencia del Basic, sí permite descargar el contenido para poder consumirlo sin conexión a internet.
'The Mandalorian'
Como apunta Variety, el compromiso de Disney+ es no mostrar más de cuatro minutos de publicidad por hora, que se repartirán principalmente entre el inicio de la reproducción y el ecuador de la misma. En cuanto al tipo de anuncios ofrecidos, se han vetado los relacionados con bebidas alcohólicas y campañas políticas. Además, no habrá anuncios en los perfiles infantiles, al menos en el arranque de este nuevo plan, que tiene previsto su desembarco en Europa en algún momento de 2023.
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El nuevo paradigma
Las pesimistas previsiones de Netflix en las últimas reuniones trimestrales han motivado a la industria a buscar nuevas vías para rentabilizar los servicios de streaming, y algo tan ligado a la televisión tradicional como la publicidad ha sido una de las primeras respuestas. Con la plataforma roja y Disney+ a la cabeza, y otras tantas como HBO Max o Paramount+ que también cuentan con versiones con y sin anuncios, todo apunta a que esta tendencia ha llegado para quedarse, aunque en España todavía tenga que abrirse paso.