El mundo del streaming está en proceso de cambio. La persecución de las cuentas compartidas, la subida de tarifas y la inclusión de planes con anuncios evidencian que las grandes plataformas necesitan mejorar sus ingresos, ya sea exprimiendo más a quienes ya estén suscritos o atrayendo a nuevos clientes. La alarma que nos puso a todos sobre aviso fue la bajada de suscriptores de Netflix en el primer trimestre de 2022, que ponía fin a una racha ascendente que parecía irrevocable, y ahora, unos meses después, ha llegado el turno de Disney+ de hacer frente a esa realidad.
Por primera vez desde que saliera al mercado en una cantidad limitada de territorios en noviembre de 2019, Disney+ ha sufrido una pérdida de clientes. En concreto, como informa Variety, esa caída ha sido de 2,4 millones de suscriptores, lo cual frena en seco la tendencia al alza para reducir el montante total a 161,8 millones de consumidores. Este revés se ha sufrido durante los tres meses finales de 2022 y no se ha podido evitar ni con el crecimiento en países como Estados Unidos y Canadá, donde se han sumado en conjunto unos 200.000 suscriptores para llegar a 46,6 millones en esa zona.
'El libro de Boba Fett'
Así pues, más que un desangre país por país, se ha producido un bajón en una región concreta. Según el medio citado previamente, gran parte de la culpa la tienen las 3,8 millones de bajas registradas en Disney+ Hotstar, la variante del servicio establecida principalmente en la India, pero también en otros puntos del sudeste asiático. ¿Y de dónde proviene el descontento en esa zona? Pues todo apunta a la pérdida de los derechos de la liga india de críquet por parte de Disney, que podría haber disminuido considerablemente el interés de los usuarios en la plataforma.
Recortes millonarios
Pese a este descenso, los resultados globales de The Walt Disney Company se han visto incrementados en un 8% hasta alcanzar unos ingresos de 23,51 miles de millones de dólares, superando las previsiones de los analistas gracias, en buena medida, a la remontada de los parques temáticos. Aun así, desde la compañía, que vuelve a estar regida por Bob Iger, se están tomando medidas para ajustar gastos, y se tratará de recortar unos 5.500 millones de dólares. Entre las directrices anunciadas se encuentran el despido de 7.000 empleados y la reducción de la inversión en contenidos no deportivos, donde se dejarán de destinar 3.000 millones de dólares.
