'Dolunay': Nazli y Ferit pasan la noche juntos tras una fiesta con unas copas de más

Tras un gran estreno de 'Dolunay' en Divinity la tarde del lunes 16 de septiembre, con el apoyo de Telecinco y 'Sálvame' como estrategia de promoción, la telenovela turca protagonizada por Can Yaman y Özge Gürel emitió su tercer episodio sobre la historia de Ferit y Nazli. Un capítulo en el que la chef vivió uno de los momentos más incómodos e inesperados de toda su vida: despertarse desnuda en la cama de su jefe.

Además de la cocina, Nazli ha demostrado tener otra gran pasión: la cultura nipona. Una pasión que se ve reflejada no solo en la decoración de su dormitorio, sino también en las clases de japonés a las que acude con frecuencia. De hecho, gracias a dichas lecciones, Nazli acaba siendo invitada junto a sus compañeros a una prestigiosa fiesta en honor del país asiático, a la que acuden importantes empresarios y figuras de Japón.

La fiesta se convirtió en la perfecta ocasión para Nazli de practicar el idioma, aunque pronto se topó con algo inesperado: la presencia de su jefe, Ferit, quien había acudido con motivo de las negociaciones que estaba llevando a cabo con uno de los empresarios nipones allí presentes. No obstante, la chef no es la única que acaba sorprendida. La habilidad de Nazli a la hora de hablar japonés, junto a su carácter amable y extrovertido, acaban conquistando al empresario con quien Ferit iba a negociar y a su esposa, quienes no dudan en pedir que la chef les acompañe cuando el protagonista los invita a tomar algo en su casa.

Un mal despertar

A pesar de la buena marcha de la cita con la pareja nipona, todo se tuerce para Ferit y Nazli cuando se quedan a solas. El protagonista había sido informado de que habían visto a la chef en un bar conocido por ser frecuentado por supuestas cazafortunas, por lo que está convencido de que todo lo que Nazli ha hecho a lo largo de la noche ha sido únicamente para "cazarlo", dado que desconoce que la chef fue allí a buscar a su atolondrada hermana. Unas acusaciones que Ferit no duda en lanzarle junto cuando las cosas parecían marchar bien entre ambos, algo que no sienta nada bien a una protagonista, con varias copas de más encima.

Para colmo, la chef acaba despertándose a la mañana siguiente en la cama de su jefe, sin ropa y sin recuerdos de lo ocurrido después de ese desagradable momento. Sorprendida, Nazli se encara a Ferit para averiguar qué ha ocurrido, pero entre el empresario y la chef no pasó nada más allá de lo típico de una mala noche de borrachera. Nazli acabó vomitando sobre su vestido y Ferit tuvo que quitárselo antes de meterla a dormir en su cama, casi inconsciente. Sin embargo, dados los reproches del empresario, Nazli decide abandonar la casa para siempre, sin contar con un elemento que, probablemente, hará que se vuelvan a encontrar: el hecho de que haya dejado su vestido, confeccionado por su amiga Fatos, en casa de Ferit.