Los fans de 'One Piece' están viviendo un mes de agosto muy estimulante. Mientras el manga original recorre su extensa saga final, inaugurada con el arco de la isla del futuro, el anime ha desatado un furor global el domingo 6 al desvelar el Gear 5 de Luffy en acción. Y la guinda a este agitado verano no será otra que el estreno de la serie de acción real de Netflix que, tras estar en desarrollo durante más de un lustro, finalmente desembarcará en el catálogo del servicio digital el 31 de agosto. Sin embargo, este inminente evento se habría quedado en el tintero si no se hubieran aceptado dos exigencias irrenunciables por parte de Eiichiro Oda, la mente pensante de este vasto universo.
El autor de la obra, que desplegó la aventura de Luffy en las páginas de la Weekly Shōnen Jump en 1997, se implicó desde el principio en la serie de carne y hueso de Tomorrow Studios como productor ejecutivo. De esta manera, se aseguraba de que, en la medida de lo posible, se respetara el legado de la popular franquicia, sobre todo en puntos muy concretos. Así lo ha expresado uno de los showrunners de la adaptación, Matt Owens, que en unas declaraciones recogidas por ComicBook ha expuesto qué líneas rojas delimitó el mangaka.
La tripulación de 'One Piece'
El primero de esos requisitos tenía que ver con una de las señas de identidad de 'One Piece': las historias de origen de los tripulantes de la banda de los Sombreros de Paja. "Son muy determinantes en quiénes son como personas, cuáles son sus aspiraciones y motivaciones y cómo Luffy indaga en eso cuando les conoce y les ayuda a redescubrir esos sueños", ha explicado el productor y guionista, resaltando cuál era la segunda característica que se debía preservar de la manera más fiel posible: "Los sets de poderes. Los poderes específicos de las frutas diabólicas y otras habilidades fueron diseñadas meticulosamente por Oda y se dedicó mucha imaginación en lo que cada persona puede hacer y cuáles son las reglas a ese respecto".
Así pues, el gran objetivo de Oda era, básicamente, que no se traicionaran los fundamentos de su mundo al reconstruirlo en un nuevo formato. De hecho, el propio autor nipón se sinceró acerca de este extenuante proceso el 22 de julio, cuando ya se habían podido ver los tráilers del proyecto. "Incluso después de que acabara el rodaje, hubo numerosas escenas que aceptaron volver a grabar porque sentí que no eran lo suficientemente buenas. Por otra parte, había frases que pensaba que sonaban como Luffy sobre el papel... pero cuando vi las secuencias, pensé, 'Esto funciona cuando lo hace Iñaki interpretando a Luffy'", reflexionaba Oda, consciente de que "había que hacer muchas cosas para que no se viera antinatural en acción real".
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Faro de luz
Otro de los elementos diferenciales de 'One Piece' que estará presente en la versión de Netflix será su radiante naturaleza, que va en sintonía con la personalidad de su protagonista, Luffy, un joven que se echa al mar en busca de convertirse en el Rey de los Piratas, aunque su verdadero tesoro son los compañeros que va reclutando por el camino. "Muchas de las series épicas que se emiten a día de hoy -y no lo digo para faltarles al respeto, me encantan- son muy oscuras. Queríamos construir una serie con tanta mitología y brillantez como esos blockbusters, pero al mismo tiempo ser la versión de cielos azules, soleada y optimista de ellos. Queríamos sentarnos en su mesa, pero también ser un faro de luz", remataba Owens.