El cuarto programa de la primera edición de 'Drag Race España' ha sido uno de los episodios más completos del formato hasta ahora. El concurso de drag queens que se emite en Atresplayer Premium ha dado al público todo lo que el público quería: el mini challenge de la librería, el maxi challenge del snatch game y una pasarela con nada más y nada menos que tres looks por concursante. No obstante, para Arantxa Castilla-La Mancha no fue una entrega tan épica.
Arantxa Castilla-La Mancha en 'Drag Race España'
La drag queen extremeña empezó bien el programa, bordando el mini challenge de leer a sus compañeras, es decir, insultar de una forma tan sutil que hasta ellas mismas se riesen de las ocurrencias del resto. Sea como fuere, Arantxa Castilla-La Mancha no destacó lo suficiente en el snatch game, el característico juego de imitación del concurso. Ella se decantó por interpretar de manera singular a Belén Esteban, pero no consiguió hacerse con el cariño del jurado, como diría la propia princesa del pueblo.
En la pasarela, las concursantes de 'Drag Race España' tuvieron que lucir tres looks: de choni, de empresaria y de la jet set marbellí. En este caso, Arantxa Castilla-La Mancha nos brindó tres outfits resultones, pero que no consiguieron remontar su interpretación de la colaboradora de 'Sálvame', quedándose a medio gas en comparación con los looks inspirados en Karina o Dakota Tárraga de Pupi Poisson y Carmen Farala, respectivamente.
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Una entrañable despedida
De esta manera, la extremeña tuvo que enfrentarse a Hugáceo Crujiente en el lipsync con la canción "Pussy" de Bad Gyal, que era la jueza invitada. A pesar de que ambas drag queens lo dieron todo encima del escenario, Supremme de Luxe y el resto de miembros del jurado decidieron que fuera Arantxa Castilla-La Mancha la expulsada. Para despedirse, la joven llenó el espejo de pintalabios y sembró algo de caos en el taller, tirando de forma divertida objetos de sus compañeras.