Yuri entró al restaurante de 'First Dates' convencida y con paso firme. A sus 20 años confesaba querer ser influencer y que la gente le siga por aportar cosas buenas. Sin embargo, tras su juventud pudo descubrirse una madurez posiblemente conseguida por las experiencias a las que ha tenido que hacer frente en su corta vida.
Yuri, comensal de 'First Dates'
Natural de Honduras, a sus 18 años se puso a trabajar en un local como gogó. El trabajo le dio la oportunidad de viajar por el mundo hasta que se topó con una experiencia que cambió su vida. "Una vez casi me coge una trata de blancas de mafia rumana en Austria", confesaba a su cita, con quien no podía mantener contacto visual pues se enfrentaban a una cita a ciegas literal.
"Me habían enviado a base de engaños y resulta que cuando llegué me quitaron los papeles. Ese mismo día cuando regresé al apartamento cogí las cosas y como pude me fui", expresa Yuri, que huyó a la ciudad de Barcelona en la que ahora trabaja como dependienta. Una dura experiencia que la marcó para siempre y tras la cual decidió cambiar de vida.
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Una cita sin éxito
Yuri buscaba a alguien mayor que ella, un requisito que cumplía Fermín, su cita. Con él no solo se atrevió a confesarle la dura experiencia con la mafia rumana, sino que se levantó del sitio con el antifaz para comprobar que su acompañante estaba musculoso. "Me gusta y quiero tocar más", confesaba entre bambalinas. No obstante, aunque ella aceptó una segunda cita con él, Fermín rechazó la oportunidad al considerar que estaban en puntos muy distantes de sus vidas.