La cuarta temporada de 'Élite' está a la vuelta de la esquina. El 18 de junio, Las Encinas abre las puertas a un nuevo curso escolar donde unos cuantos repiten y otros tantos llegan como nuevos alumnos. Carla Díaz, Manu Ríos, Martina Cariddi y Pol Granch se suman al reparto juvenil y sus personajes van a revolucionar por completo a los veteranos, arrasando con todo lo que se cruce por su camino.
Los fichajes de la cuarta temporada de 'Élite'
Antes de su estreno, gran parte del reparto junto a Carlos Montero, uno de sus creadores, se reunió para presentar la serie de Netflix. "Da mucho vértigo afrontar un proyecto tan grande como actriz", confesaba Cariddi, quien da vida a Mencía. "Nos adentramos en una producción que ya tiene muchos seguidores, entonces lo viví con nervios", comentaba Ríos, que interpreta a Patrick.
"Todavía estoy flipando", aseguraba Pol Granch, el encargado de ponerse en la piel de Phillippe. "Me apetecía mucho entrar en la serie y nos hemos llevado muy bien con todos. Ha sido muy bonito y el personaje lo estoy disfrutando", comentaba por su parte Carla Díaz, Ari en la ficción.
Cambio generacional
Los nuevos personajes consiguen encajar muy bien con los antiguos desde el primer minuto, tal y como afirmaba Montero: "Queríamos que los personajes nuevos entraran con mucha fuerza, pero sin que fagocitara a los antiguos y que estos tampoco les hicieran sombra". Además, este señalaba que el hecho de llegar a un lugar donde hay personajes tan consolidados no es fácil, pero las nuevas incorporaciones consiguen que "desde el principio te enamores de ellos".
Cayetana y Phillippe en la cuarta temporada de 'Élite'
La cuarta temporada supone un punto de inflexión en 'Élite', dado que gran parte de su reparto dijo adiós en la temporada anterior. Esto ha provocado muchas críticas hacia los guionistas por parte de fans enfadados por las muertes y salidas. "Nosotros no hemos echado a nadie, se han ido ellos", respondía contundente el creador.
Quizá uno de los que más haya podido sufrir esta pérdida haya sido Samuel, quien perdió a Marina en la primera temporada y a Carla en la tercera. "Samuel deja atrás toda la mochila dramática que llevaba hasta ahora y conoce a Ari. Entra en un conflicto porque se crea un triángulo amoroso entre ella, Guzmán y Samuel", explicaba Itzan Escamilla, quien también apuntaba que, pese a este triángulo, "la relación con Guzmán está bastante consolidada y pase lo que pase no va a superarlo".
Las nuevas relaciones de Las Encinas
Por otro lado, Claudia Salas y Martina Cariddi explorarán la bisexualidad de la mano de sus personajes. "Tanto Martina como yo siempre nos planteamos la bisexualidad desde el punto no de lo que supone estar con alguien de tu mismo sexo, sino en que ya había sufrido mucho antes y no quería volver a sufrir", avanzaba la actriz de Rebeka.
Ander y Patrick en la cuarta temporada de 'Élite'
Y de una pareja, saltamos a un trío. La relación de Omar y Ander está consolidada, pero la llegada de Patrick provocará un terremoto entre ellos. "Patrick no entra con ninguna intención de echar a nadie. Su personalidad es muy arrolladora y va a por ello", señalaba Manu Ríos. "Conectamos muy bien con Manu desde el minuto 1. En la ficción, Patrick no llega con intención de romper ni meterse en nada. Es caprichoso, pero sin maldad", coincidía Arón Piper.
Cayetana también encontrará el amor esta temporada, aunque no todo será bonito en un principio. "Las hostias las va a recibir igualmente porque nadie se salva en esta serie", apuntaba Georgina Amorós. "Tiene una relación bastante tóxica con Phillippe, pero desde otro punto". "Es una relación muy real. Es importante la confianza (...) y Cayetana es el único personaje que le muestra ese hueco de confianza y acogida", expresaba Granch.
Una serie con gran exposición
Una vez que la temporada se estrene, los nuevos fichajes se convertirán en grandes estrellas, como pasó con el resto. "Entrar en una serie que tiene una exposición tan grande te da un poco de vértigo. No por rodar, sino más por cuando se estrene", analizaba Carla Díaz. Precisamente el principal problema de rodar ha sido tener que habituarse a las medidas sanitarias contra el Covid. "Es una putada rodar en tiempos del Covid porque haces mucha vida con los compañeros de rodaje, pero ya no se hace", explicaba Escamilla, que comentaba cómo habían tenido que sacar huecos para poder crear complicidad.
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