El martes 21 de septiembre, 'Sálvame' anunció su decisión de enviar a La Palma a Lydia Lozano, que actuaría así como reportera en su propia tierra. Un día más tarde, Lozano recorría la isla afectada por el volcán Cumbre Vieja para recoger testimonios de algunos de los damnificados e informar sobre la situación, situación que terminó poniéndola al límite y provocó que rompiera a llorar al charlar con algunos de los vecinos que habían perdidos sus casas.
Jorge Javier Vázquez habla con una emocionada Lydia Lozano en 'Sálvame'
"No solo hay gente que ha perdido sus casas, hay quienes no saben si la lava la ha alcanzado o no", explicaba la canaria, a sus compañeros, desde uno de los complejos en los que se alojan aquellas personas que han sido evacuadas. Lozano relataba entonces cómo, durante su visita, "no es solo venir de reportera, es que a cada paso me encuentro con gente que es amiga de mi familia, me besa, me abraza, me pide que desde Sálvame pongamos el número de donaciones..." y recalcó que "no es que hayan perdido el pasado, sino que también han perdido el futuro. No tengo palabras". La colaboradora mostró algunas de las donaciones que estaban en el pabellón en el que se encontraba, donde llamaba especialmente la atención el gran número de calzado disponible, puesto que "hay gente que se va corriendo de casa, descalza".
Lozano aprovechó el altavoz de 'Sálvame' para pedir la "solidaridad de toda España" y quiso destacar las dificultades a las que se enfrentaban los evacuados con movilidad reducida. Para ello, contó con la compañía de una mujer que había tenido que salir corriendo de su hogar cuando "la lava no había llegado y no sabíamos si llegaría a mi casa". "Ahora ya sé que se lo ha llevado todo y lo único que tengo es la ropa que llevo puesta, dos camisas y mi perro. Afortunadamente, pude sacar a mi madre, que es dependiente, y llevar sus botellas de oxígeno", relató la mujer, con un hilo de voz, mientras Lozano le brindaba su apoyo a través de caricias en el brazo, antes de fundirse con ella en un abrazo y despedirla, momento en el que la canaria rompió a llorar, contagiada por la emoción de la entrevistada. "Esto es muy duro, Jorge. Sé que estamos en directo y tengo que cortarla, pero yo me habría tirado cuatro horas escuchándola, sin decir nada", confesaba la colaboradora, incapaz de contener el llanto.
Opiniones divididas
El trabajo de Lozano en su tierra no pasó desapercibido en redes, donde la gente parecía estar dividida a la hora de hablar del enfoque que el programa había elegido para informar sobre la tragedia de La Palma a través de la colaboradora. Mientras algunos comentaban la importancia de que un formato como 'Sálvame' diera voz a los damnificados para que pudieran recibir la ayuda necesaria, otros criticaban el "amarillismo" que teñía la emisión en las conexiones con la colaboradora que se dieron a lo largo de la tarde.
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De hecho, se hizo viral un vídeo en el que un voluntario de la zona grababa a la colaboradora y le echaba en cara que estuviera buscando "gente que lo haya pasado mal" para 'Sálvame'. "La publicidad que genera ese amarillismo, ¿lo vais a donar a la causa?", cuestionaba el anónimo, mientras Lozano defendía la importancia de dar voz a la gente que necesitara ayuda. "Todos los medios han sido precavidos y educados y han alabado la solidaridad. Han ido a grabar las cosas que se han donado, pero no buscaban las desgracias ajenas", reflexionaba el voluntario, una vez concluido su encuentro con Lozano.